divulgación

Tutankamón disponía de un arsenal nuclear

Tutankamón disponía de un arsenal nuclear

     Última actualizacón: 22 abril 2019 a las 20:52

Antes de que empiecen a leer lo que sigue debo pedirles disculpas por lo tendencioso y grosero del título de esta anotación. Sin embargo, como podrán comprobar tras su lectura, es relevante para los fines de lo que pretendo explicar así que les ruego su indulgencia.

Hace unos días varios medios de comunicación publicaron la noticia de que se ha obtenido la prueba del impacto de un cometa sobre la Tierra, así como restos macroscópicos de su núcleo. La noticia en sí ya es importante, pero lo que ha hecho que se multipliquen los comentarios y su impacto en las redes sociales es haberla relacionado con una joya encontrada en la tumba del joven faraón Tutankamón.

La historia en realidad tiene más de siete años y el artículo científico que pretenden dar a conocer los medios trata tangencialmente, siendo generosos, ese objeto arqueológico.

Empecemos por el reciente descubrimiento

En el número de noviembre de la revista Earth and Planetary Science Letters se publicará un artículo (ya disponible en versión digital) titulado Unique chemistry of a diamond-bearing pebble from the Libyan Desert Glass strewnfield, SW Egypt: Evidence for a shocked comet fragment. Los científicos refieren que han estudiado una pequeña piedra, muy inusual ―que han llamado «Hipatia» en honor de la filósofa nacida en Alejandría― que fue recuperada en una amplia zona desértica del suroeste de Egipto. Allí se produjo un evento de recalentamiento extremo de la superficie que conformó lo que hoy se conoce como el desierto libio de cristal, con una antigüedad estimada de 28,5 millones de años.

La hipótesis para explicar los resultados de los análisis practicados sobre la roca ―donde el carbono es el elemento dominante aunque presenta proporciones heterogéneas de los isótopos de oxígeno y carbono así como de diversos gases nobles― es que nos encontramos ante los restos del núcleo de un cometa que impactó contra el suelo después de incorporar gases de la atmósfera. Su presencia en el desierto libio de cristal sugiere que esta roca pudo haber formado parte de un bólido que se fragmentó en la explosión que creó los cristales.

Como decíamos, el análisis llevado a cabo y la hipótesis planteada por los científicos ―aunque serán necesarios estudios posteriores que confirmen y corroboren los datos obtenidos― son lo suficientemente relevantes en sí mismos como para hacer contraproducente la propaganda egiptológica; sin embargo, se ha convertido en una práctica habitual utilizar titulares impactantes que atraigan lectores a la noticia: el diario ABC titula «El último secreto de Tutankhamón: una joya creada por un cometa», La Razón «El tesoro de Tutankamón evidencia el primer impacto de un cometa contra la Tierra» y Muy Interesante «Hallan evidencias del impacto de un cometa en una piedra del tesoro de Tutankhamon»

Más allá de los defectos en la ortografía, podemos comparar estos titulares con los que aparecieron en el año 2006: El portal de internet Astroseti, haciéndose eco de una noticia publicada en el diario británico The Times, afirmaba «El escarabajo de cristal del rey Tutankamón vino del espacio exterior»; por su parte BBC Mundo titulaba «Tutankamón y la bola de fuego» ¿Encuentran alguna semejanza?

El pectoral de Tutankamón

Pectoral hallado por Howard Carter en la KV 62 (tumba de Tutankamón).

¿A qué se refieren los titulares cuando relacionan al faraón del Antiguo Egipto con el posible núcleo de un cometa?

En realidad todo este revuelo tiene su origen en un artículo publicado en mayo de 1999 en la revista especializada «Sahara» por el mineralogista Vincenzo de Michele. El científico italiano decidió estudiar la composición química de una joya bastante llamativa encontrada en la tumba del rey Tutankamón, que en ese momento se hallaba expuesta en el Museo Egipcio de El Cairo. Tras realizar varios análisis ópticos (no invasivos) llegó a la conclusión de que el escarabajo central de la joya estaba compuesto de vidrio y no de calcedonia, un mineral de sílice formado por una mezcla de cuarzo y moganita, que es lo que había supuesto el arqueólogo Howard Carter cuando lo describió por primera vez. Una vez concretada la composición química del material, De Michele localizó su origen en una región del desierto del Sáhara donde desde hacía años se venía estudiando la existencia de una gran cantidad de cristales, los llamados cristales del desierto libio.

Creo que no me equivoco al pensar que han oído al menos una vez el nombre de Howard Carter. Artífice del que quizás sea el descubrimiento arqueológico más importante del siglo XX, ha pasado a la historia como la persona que encontró la tumba casi intacta del rey Tutankamón y sacó a la luz no solo la momia del joven faraón (con su espectacular sarcófago), sino el magnífico conjunto de objetos que lo acompañaban.

La entrada en la tumba se realizó en noviembre de 1922, pero no fue hasta el 29 de octubre de 1926 (como podemos leer en su diario) cuando se inventarió el contenido de un joyero o cofre, catalogado con el número 267, donde se encontró el ya famoso pectoral reproducido a continuación:

Fotografía original tomada por Burton del pectoral. Etiquetado con el número 267 D del inventario (parte superior). Cortesía de The Griffith Institute.

Tarjeta descriptiva.

Anverso y reverso de la tarjeta original donde Howard Carter describió el pectoral nº 267 D. Cortesía de The Griffith Institute.El motivo central de este pectoral es un escarabajo de color amarillo verdoso translúcido, que sirve como cuerpo de un ave de presa (un halcón o un buitre) con las alas extendidas. El escarabajo tiene las patas de ave, en una de cuyas garras sostiene un lirio abierto y en la otra una flor de loto y varias yemas.

A cada lado hay una cobra con el disco solar en su cabeza ―la cobra wadjet se asocia con el Bajo Egipto― mientras que su larga cola forma un marco exterior en la parte superior de las alas del escarabajo. Éste se encuentra sujetando con sus patas delanteras y las puntas de sus alas una barca solar, donde viaja el ojo izquierdo de Horus ―wedjat, udjat o ugiat, símbolo lunar― así como una luna creciente horizontal que alberga un disco plateado con pequeñas figuras en oro representando a Thoth, el Rey y Ra-Horakhty. El conjunto se completa con otras dos cobras con un disco solar en su cabeza.

Como una especie de franja en la base del pectoral se aprecian flores de loto azul, yemas, y capullos de flores de papiro, todos separados en el punto donde se une el tallo de la flor y que constituyen los símbolos del Ato y Bajo Egipto.

Toda la iconografía de la pieza se asocia con los ciclos lunar y solar, la resurrección, el reinado perdurable del soberano así como con la identidad del propio Egipto.

Además de estos simbolismos, era común fabricar joyas utilizando las imágenes de los jeroglíficos para representar uno de los nombres del rey ―el rey poseía varios nombres, cinco durante la mayor parte de la historia antigua de Egipto―. En esta joya es identificable el nombre del trono de Tutankamón Neb-Jeperu-Ra: la barca solar define el jeroglífico Neb, el escarabajo en el centro la palabra Jeper que, junto con las tres flores de loto de la base del pectoral se transforma en el plural Jeperu, mientras que el disco solar de la parte superior es Ra.

El misterio

Como no podía ser de otra forma, hacía falta un misterio para que todas las piezas comenzasen a encajar.

Cristal del desierto libio (wikimedia commons).

Como hemos señalado más arriba, De Michele situó la procedencia del cristal del pectoral en una remota región del desierto del Sahara donde, en 1846, se habían encontrado una gran cantidad de ellos y cuyo origen era indeterminado. Numerosas expediciones acudieron al lugar, pese a lo recóndito, y se bautizaron las rocas como cristales del desierto libio aunque en realidad su localización se situaba en Egipto ―las fronteras eran difusas en aquella época y, desierto Libio era el nombre que, en época clásica, Herodoto había dado a la parte nororiental del desierto del Sahara―.

Por su parte, el geoquímico Christian Koeberl, de la Universidad de Viena, publicó los resultados de un análisis en profundidad de estos cristales y comprobó que eran muy ricos en sílice (entre un 96,5 y un 99%  de SiO2) y, pese a que no se había encontrado en la zona ninguna huella física, su opinión era que se habían formado tras el impacto de un meteorito.

Localización de la zona de cristales del desierto libio según el trabajo de Koeberl.

Sin embargo, como hemos dicho, parecía no haber rastro alguno del impacto de un meteorito en la zona. Y es aquí donde entra la «bola de fuego» que mencionan los titulares de 2006: Mark Boslough, experto en física de impactos, planteó que el meteorito responsable de la formación de estos cristales no llegó a chocar contra la superficie sino que se habría fragmentado al entrar en la atmósfera, creando una enorme bola de fuego que habría provocado una explosión de aire tan caliente que derritió la arena y roca sobre el suelo. Recreó el efecto con la ayuda de programas informáticos para concluir que un objeto con un diámetro de 199 metros viajando a una velocidad de 20 kilómetros por segundo habría podido producir el suficiente calor (1.800 grados centígrados) como para derretir la arena y dejar a su paso una estela de cristal. La revista Science se hizo eco de su análisis, aunque su hipótesis alcanzó fama mundial cuando la BBC emitió el documental titulado «La bola de fuego del rey Tutankamón».

Pero no todo estaba dicho, como suele ocurrir en ciencia. En octubre del año 2004 se hicieron públicos los resultados preliminares del hallazgo por parte de una misión franco-egipcia (CNRS-Universidad de El Cairo) del mayor campo de cráteres de impacto de meteoritos de la Tierra (que abarca una superficie de alrededor de 5000 Km2) entre las latitudes 23º 10’N y 23º 40’N y longitudes 26º 50’E y 27º 35’E, una región situada a 115 kilómetros de la meseta de Gilf Kebir en el desierto occidental egipcio.

Situación del campo de cráteres de impacto. Meseta de Gilf Kebir.

Tras la publicación del artículo definitivo en la revista C. R. Geoscience, supimos que gracias a la ayuda del satélite JERS-1 de la JAXA (agencia espacial japonesa), el equipo ―dirigido por el geólogo francés Philippe Paillou― había logrado detectar un centenar de impactos de entre 0,5 y 2 kilómetros de diámetro y con una profundidad de hasta 80 metros. Se realizó una expedición al lugar y se examinaron con detalle 13 de estos puntos de colisión.

La conclusión que alcanzaron los científicos fue que varios meteoritos se fragmentaron al entrar en la atmósfera terrestre y colisionaron contra la superficie ya que la ruptura de un solo meteorito no habría podido provocar los cráteres en un espacio tan enorme. Según refieren, los estudios químicos y la determinación de la antigüedad de los cráteres de impacto se han dejado para estudios posteriores.

Cráter GKCF13 de 950 m de diámetro.

Hasta aquí la información ofrecida por los estudios científicos

Cuando se comprobó que el cristal de la joya hallada en la tumba del rey Tutankamón tenía 29 millones de años de antigüedad, los defensores de las teorías pseudocientíficas comenzaron su labor de intoxicación habitual afirmando, entre otras cosas, que los egipcios (como el cristal) provenían del espacio exterior, que éste era el producto del estallido de un arma atómica —extrapolando los efectos de la creación de cristales tras la detonación de la bomba atómica en el desierto de Nuevo México en 1945— y otras mucho más extravagantes (si es que eso es posible).

¿Guardan relación los campos de cráteres de impacto descubiertos por el equipo de Paillou con la zona donde se han hallado los cristales del desierto libio? Hasta la publicación del artículo con el que iniciábamos esta anotación, la opinión general era que uno o varios meteoritos eran responsables del suceso; sin embargo, los nuevos hallazgos conducen a la idea de que se trataba de un cometa. Creo que estas son las cuestiones a resolver y lo que debería llamar nuestra atención y la de los medios de comunicación.

Sin entrar a fondo en la valoración de las diferentes teorías acerca de la formación de los famosos cristales —posturas que se irán aclarando cuando se realicen nuevas investigaciones— opino que los descubrimientos científicos son importantes en sí mismos, y que el hecho de intentar responder cuestiones fundamentales acerca de la formación de nuestro Sistema Solar supone un reto lo suficientemente complejo como para que los medios de comunicación empañen la labor de los investigadores con titulares sensacionalistas.

Como he hecho yo mismo al titular esta anotación, es innecesario, engañoso y aleja la atención de lo verdaderamente relevante. El público asociará Egipto con extraterrestres (alimentando el mito de la construcción de las pirámides y demás) mientras que el verdadero descubrimiento científico pasará desapercibido.

Del mismo modo, tampoco es preciso envolver en un aura de misterio la formidable labor de los orfebres del Antiguo Egipto para dar a conocer y valorar su trabajo. La joya que hemos reproducido es lo suficientemente bella, y su factura lo bastante compleja, como para desmerecer esa labor haciendo afirmaciones pseudocientíficas carentes de toda base sobre su propósito u origen. Sostener que unos extraterrestres crearon la joya es, sencillamente, un insulto a nuestro pasado, a quienes somos.

Publicado por José Luis Moreno en HETERODOXIA, Historia antigua, 5 comentarios
Naukas Bilbao 2013 – Una particular selección

Naukas Bilbao 2013 – Una particular selección

     Última actualizacón: 3 agosto 2017 a las 16:22

Los pasados días 27 y 28 de septiembre fueron testigos de la celebración del evento más importante de divulgación científica en el norte de España ―en el sur pronto tendremos DesGRANAndoCiencia (@Sci_Granada) que causará sensación― donde Naukas, la mayor plataforma online de divulgación científica en español, nos ha dado la oportunidad de escuchar las charlas de algunos de los mejores divulgadores de la actualidad.

He seleccionado para colgar en este blog algunas de las que, a mi parecer, son más interesantes. Desde luego se trata de una selección subjetiva y forzada; subjetiva porque hubo más de 40 charlas que tocaron casi todos los temas imaginables (aquí les dejo el programa definitivo), y forzada porque no es mi intención limitarme a poner todas y cada una de ellas ya que, para ello solo tienen que acceder aquí.

Qué decir del primer vídeo. Se trata de la entrevista que Juan Ignacio Pérez hace a Pedro Etxenike, Catedrático de Física de la Materia Condensada en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y Presidente del Donostia International Physics Center (DIPC). Desde el año pasado preside el jurado de los premios Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.

Más que sus logros científicos y profesionales, que son muchos y hablan por sí mismos, me gustaría destacar la profundidad de su pensamiento y la magnífica forma de exponerlo a los demás. Gracias a esta entrevista he conocido mejor a este gran científico.

Juan Ignacio Pérez entrevista a …Pedro Miguel Etxenike

En esta segunda charla, podemos escuchar a Francis Villatoro ofrecernos una visión, a pesar de como él mismo reconoce un pésimo título, del consenso científico en las grandes colaboraciones de Big Science. Su intervención versa sobre una de las grandes noticias científicas del año 2013: la publicación en marzo del mapa del fondo cósmico de microondas obtenido por el telescopio espacial Planck de la Agencia Europea del Espacio (el fondo cósmico de microondas nos muestra cómo era el universo cuando sólo tenía 380.000 años e incluye detalles de cómo evolucionó desde los primeros instantes del big bang). Disfruten:

Lo siento, Planck, pero no me lo creo

Debo confesar que algunos aspectos de las matemáticas me parecen inalcanzables pero, en esta charla, Miguel A. Morales consigue hacer fácil lo difícil, entender mejor el concepto del infinito.

Cosas extrañas provocadas por el infinito

José Manuel López Nicolás es un gran conocido de todos nosotros. Su blog Scientia es, según he leído en algún sitio, el que más visitas recibe en nuestro país.  Esta circunstancia no les resultará extraña si escuchan en esta charla:

El huevo y la niña

Lo he dicho más de una vez en este blog y en las redes sociales.  Bajo mi punto de vista, Daniel Marín es el mejor divulgador de «temas del espacio» de la blogosfera en castellano. Posee una incansable capacidad para hacernos llegar puntualmente las últimas noticias científicas de este campo con un lenguaje claro, ameno y accesible para todos.  Su blog Eureka ha sido galardonado en numerosas ocasiones y ahora nos relata su experiencia al visitar el cosmódromo de Baikonur:

Las aventuras de un canario en Baikonur

Carlos Lobato nos ofrece una gran lección con esta charla. Está basada en una entrada de Naukas que tuvo mucha aceptación ya que supone una forma novedosa y práctica de hacer comprender a los estudiantes de secundaria conceptos genéticos que, en principio, podrían parecer muy áridos. Una iniciativa estupenda:

La didáctica de Juego de Tronos

Paco Bellido solo nos pide una cosa, que miremos con nuestros propios ojos para ver la belleza que nos rodea:

Una entre billones, la variable que sustenta la vida

Bien, espero que al menos hayan ojeado un poco y escuchado algunos fragmentos de estas charlas (ojalá las hayan visto completas) porque creo sinceramente que merece la pena dedicar unos minutos a abrir nuestra mente a ideas novedosas, atrayentes y dejar de lado la rutina diaria para profundizar en la importancia que tiene la ciencia para el futuro de nuestra sociedad.

Publicado por José Luis Moreno en VÍDEO, 2 comentarios

Participaciones en la VII Edición del Carnaval de Humanidades

     Última actualizacón: 3 febrero 2021 a las 12:07

1.    Achras y sus poliedros por @MartaMachoS en ZTFnews

  1.    Music from Mathematics por @MartaMachoS en ZTFnews

  2.    Una tirada de dados jamás abolirá el azar por @MartaMachoS en ZTFnews

  3.    Ciencia en la pared por @MartaMachoS en ZTFnews

  4.    Si Fermat hubiese sido compositor… por @MartaMachoS en ZTFnews

6.    Rebaños de cabras y decisiones de grupo por Herminio López en Matifutbol

7.    Ciencia, científicos y libros por @jlmgarvayo en este blog

8.    Los premios Ig Nobel 2013 por @MartaMachoS en ZTFnews

9.    La paradoja de Condorcet por @MartaMachoS en ZTFnews

10.  El tamaño de los tercios por @MartaMachoS en Cuaderno de Cultura Científica

11.  Las nueve campanadas de Tom Johnson por @MartaMachoS en ZTFnews

12. Crónicas científicas de un viaje a Cambridge (Parte II): Auténticos gigantes por @luisccqq en El Cuaderno de Calpurnia Tate

13. El pantógrafo de Wallace por @MartaMachoS en ZTFnews

14. Los conflictos, claves en el desarrollo de las civilizaciones por @MartaMachoS en ZTFnews

15. Bárbol en Monfragüe por @altatoron en El Neutrino

16. Axioma y simulación por @MartaMachoS en ZTFnews

17. Un testimonio indecidible por @teoremadegoedel en Literatura es aprehender a la realidad

18. Dictamen objetivo por @teoremadegoedel en Literatura es aprehender a la realidad

19. Casi todo es espacio vacío por @teoremadegoedel en Literatura es aprehender a la realidad

20. Pierre Louis Maupertuis y su expedición a Laponia por @MartaMachoS en ZTFnews

21. Un químico de cine por Mercedes Iriarte Cela en Triple enlace química

22. Stendhal, ¿un fallido matemático? por @MartaMachoS en Cuaderno de Cultura Científica

23. El arte en la química, homenaje a Irving Geis por Flagelum en Flagellum. Impulsando la comprensión de la ciencia

24. Química en la literatura (III): El quadern gris por @Ununcuadio en Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

25. Desafíos globales en el siglo XXI: la superpoblación por @aitor_santis en ABARITZETA

26. Alicia, escrita en un “cuadriculado” alfabeto” por @MartaMachoS en ZTFnews

27. Demasiada felicidad: Sofía Kovalevski vista por Alice Munro por @MartaMachoS en ZTFnews

28. El problema de William Molyneux por @MartaMachoS en ZTFnews

29. ¿Cómo hacen ESTO los…? (y las…) por @MartaMachoS en ZTFnews

30. Calvino y sus invisibles y matemáticas ciudades por @MartaMachoS en ZTFnews

31. Día de Ada Lovelace 2013 por @MartaMachoS en ZTFnews

Publicado por José Luis Moreno en BREVE, 5 comentarios
Comienza la VII edición del Carnaval de Humanidades

Comienza la VII edición del Carnaval de Humanidades

     Última actualizacón: 3 febrero 2021 a las 12:07

Sean todos bienvenidos a su casa. Es un honor y un privilegio poder organizar la VII Edición del Carnaval de Humanidades. Antes de nada, quiero expresar mi agradecimiento a Ana (@crazy_apotheek), la organizadora de la VI Edición recién concluida, por el esfuerzo y la pasión con que ha llevado a cabo su tarea, bastante complicada debido a las fechas estivales en que se ha desarrollado. Tampoco quería dejar pasar la oportunidad de agradecer a Dolores (@Ununcuadio) su labor en la V Edición, ya que su derroche de ilusión y propuestas para el debate fueron el detonante para que me planteara organizar alguna de las siguientes ediciones.

Permítanme una pequeña digresión. No soy científico, no he estudiado ninguna carrera relacionada con la ciencia, ni tampoco con la historia, la arqueología o la antropología ―aunque estoy embarcado en el estudio de Filosofía en la UNED― y mi profesión está muy lejos de guardar relación con la divulgación científica. Lo que quiero decir es que mi acercamiento a la ciencia, a la búsqueda de respuestas sobre la realidad y el funcionamiento del mundo ha sido autodidacta: cuando sentía curiosidad por algún tema en concreto acudía a algún libro, ya fuera en una biblioteca pública, en las bibliotecas de las diferentes facultades cuando estudiaba en la universidad, o bien, sencillamente, lo compraba en una librería.

De esta manera, con el paso de los años, además de atesorar una modesta biblioteca, me he convertido en un auténtico bibliófilo. Me encanta leer, leo mucho y leo con total concentración (una pena que tenga una memoria malísima) y disfruto viendo las estanterías llenas de libros que me han apasionado, que me han sorprendido y hecho reflexionar y, sobre todo, viendo aquellos que aún esperan pacientes a que tenga un rato libre para abrir sus páginas. Reconozco que reservo un lugar especial para los libros científicos (estoy recopilando una pequeña colección de primeras ediciones), obras que me han permitido entender un poco mejor quiénes somos, cómo es el mundo que nos rodea y, en definitiva, a amar la ciencia y el conocimiento en toda su extensión. Como verán, para mí, la unión de libro y ciencia es una mezcla poderosísima…

Y es aquí donde entra en juego nuestro Carnaval. Propongo como tema de esta edición “LOS LIBROS DE LA CIENCIA”, siglos de estudios, de sabiduría, de respuestas a los secretos del universo y del corazón del hombre preservados en las páginas de innumerables obras, muchas de las cuales se han convertido en esenciales. ¿Cuál es su libro científico preferido?, ¿deberían leerse, íntegra o parcialmente, en los colegios o universidades las obras de mayor relevancia de la historia de la ciencia?, ¿qué impresión les dejó la lectura de cualquiera de ellas?, ¿marcó su vocación?, ¿es importante o necesario que un científico sepa exponer con profundidad y en un lenguaje alejado de tecnicismos los avances en una determinada rama del conocimiento? Son algunas de las preguntas que se me ocurren y que expongo para incitar a la reflexión aunque, como es natural, podrán hablar de cualquier cosa que les interese y esté relacionada con el Carnaval.

Por ejemplo, ¿quién no conoce “El origen de las especies” de Charles Darwin? Creo que es el paradigma de la obra científica y de divulgación ya que su función no fue solamente la de describir una nueva teoría acerca de la evolución de los seres vivos, sino también un libro donde Darwin hizo verdaderos esfuerzos para hacer llegar esa idea al mayor número de personas (a pesar de ser legas en la materia). Y creo que ésta es una labor esencial de todo científico.

Los científicos, tanto en el pasado como en la actualidad ―algunos en mayor medida que otros― han sentido la necesidad de expresar sus ideas con mayor amplitud, con un lenguaje más accesible y, en definitiva, fuera del corsé de los artículos publicados en revistas especializadas. Estos trabajos, escritos de forma más o menos técnica pero, en cualquier caso, con la pretensión de que el público en general comprenda sus fundamentos son, de alguna forma, un regalo a la sociedad que es en definitiva la última depositaria de ese conocimiento.

En este sentido me viene a la memoria la figura inigualable de Stephen Jay Gould, zoólogo, paleontólogo y biólogo de primer nivel cuyo interés y conocimiento de la teoría de la evolución le llevó a plantear una de las propuestas más revolucionarias ―junto con Niles Eldredge― para explicar algunos vacíos en la teoría de la selección natural propuesta por Darwin: el equilibrio puntuado. Junto a su labor docente en la Universidad de Harvard y una mente analítica excepcional, destaca por su monumental labor divulgativa que tiene reflejo material en los cientos de columnas semanales publicadas en la revista Natural History y en decenas libros (prometo que he leído tres veces “La estructura de la teoría de la evolución” —una obra esencial para cualquiera interesado en el estudio de la evolución de las especies— aunque con seguridad necesitaré varias lecturas más comprender en profundidad todas sus implicaciones).

Portada Sidereus Nuncius

He escogido este tema para permitir un amplísimo margen de elección.  Podrían decantarse por la historia de la ciencia: las obras de los filósofos presocráticos, el pitagorismo, los sofistas, Demócrito, Sócrates, Platón, Aristóteles, San Agustín, o la escolástica hasta la Alta Edad Media.  También es destacable el impulso a la ciencia dado en el Renacimiento y, sobre todo, durante la Ilustración: Francis Bacon; Nicolás Copérnico y su De revolutionibus orbium coelestium “Sobre el movimiento de las esferas celestiales“ (publicado en 1543); Johannes Kepler con Mysterium Cosmographicum “El misterio cosmográfico” (publicado en 1596); Galileo Galilei con, por ejemplo, su Sidereus Nuncius “Mensajero o mensaje de las estrellas” (publicado en 1610); Descartes y tantos otros grandes pensadores que revolucionaron la ciencia.  Destacan sobremanera los trabajos de Newton, como sus Philosophiae naturalis principia mathematica “Principios matemáticos de la filosofía natural” (publicado en 1687), considerada una de las más importantes de la historia de la ciencia; así como las obras de Leibniz o Kant.

O también por los importantes descubrimientos en geología como los realizados por Charles Lyell y expuestos en sus Principles of Geology “Principios de geología” (publicados entre 1830 y 1833), Archibald Geikie y su Textbook of Geology “Libro de texto de geología” (publicado en 1882) o, a comienzos del siglo XX, las ideas de Alfred Wegener recogidas en Thermodynamik der Atmosphäre “Termodinámica de la atmósfera” y Die Entstehung der Kontinente und Ozeane “El origen de los continentes y los océanos” (1929) donde exponía por primera vez la teoría de la deriva continental.  Científicos como Antoine-Laurent de Lavoisier, padre de la química moderna, que escribió Traité élémentaire de chimie “Tratado elemental de química” (publicado en 1789), Humphry Davy, J.J. Thomson o Linus Pauling.

En biología podemos mencionar los trabajos del genetista Theodosius Dobzhansky quien con su Genetics and the origin of species “La genética y el origen de las especies” (publicado en 1937) unió por primera vez la evolución darwiniana y la genética mendeliana (en la llamada síntesis moderna), o las aportaciones del zoólogo Ernst Mayr, el botánico George L. Stebbins o el paleontólogo George G. Simpson.

Desde luego tendrán cabida trabajos recientes con los últimos avances en antropología, arqueología, medicina, genética, física de partículas, matemáticas y un largo etcétera.

Todos estos científicos y sus obras ―y muchas otras que no he citado ya que no habría espacio suficiente para incluirlas todas― han marcado una época, han impresionado y alimentado la curiosidad de otros científicos, el interés de la sociedad y, de esta forma, han abierto el camino a nuevos descubrimientos.

Tampoco quería dejar pasar la oportunidad de comentar la importancia de la labor de revistas como Scientific American (que edita una versión en castellano: Investigación y Ciencia) o National Geographic (que este año cumple su 125 aniversario), que ha sido pionera en llevar a todos los rincones del planeta no sólo imágenes impactantes, sino los relatos de primera mano de exploradores que han desvelado los secretos que guarda nuestro planeta como, por ejemplo, el del arqueólogo Hiram Bingham cuando descubrió la ciudad inca de Machu-Pichu.  Esta forma de enfocar la divulgación, con grandes fotografías y relatos llenos de viveza, ha hecho que muchos de sus lectores hayan decidido dirigir su futuro profesional al estudio de la ciencia: geografía, historia, arqueología, medicina, genética, astronomía etc.

No me extiendo más.  Solamente espero sus aportaciones para comenzar un debate que, sin duda alguna, será instructivo e interesante para todos.

Pueden enviarlas comentando en este post, por correo electrónico a la dirección blog@afanporsaber.es, y a través de twitter en las cuentas de @jlmgarvayo o @CarnavalHumanid. ¡Anímense a participar! Muchas gracias a todos los que hacen que este loco proyecto sea posible.

Las normas de este Carnaval ya son conocidas, pero es oportuno recordarlas aquí:

  1. La participación es libre y no remunerada. Si no tiene un blog, pondremos su post en el blog oficial del Carnaval de Humanidades.  Lo importante es que participe.

  2. Tiene que escribir al final de la entrada participante una frase como esta: «Este post participa en la VII Edición del Carnaval de Humanidades, acogido en el blog Afán por saber«.  Y, si le apetece, puede incluir el logo de esta edición del Carnaval:

  1. El plazo para presentar las entradas participantes comienza el 3 de septiembre y finaliza el 30 del mismo mes 15 de octubre (se amplía el plazo).

  2. La participación de las entradas se hará efectiva una vez que haya mandado un comentario a este post, un correo electrónico a la dirección blog@afanporsaber.es, o un tweet a @jlmgarvayo o @CarnavalHumanid.

  3. La temática es libre, siempre y cuando tenga relación con las Humanidades.  La organización del Carnaval de Humanidades se reserva el derecho de excluir aquellas entradas con contenido inadecuado (pseudocientífico, machista, xenófobo, grosero u ofensivo para cualquier individuo o grupo social).

  4. Al terminar el plazo de presentación de las entradas, se publicará un resumen de ellas. Durante el mes de octubre podrán votar los tres posts que les parezcan los mejores.  La mejor entrada será obviamente aquella que consiga más votos y se anunciará el 15 de noviembre de 2013.  Para fomentar el debate ―una de las asignaturas pendientes de este Carnaval― voy a introducir una nueva norma: cuando se voten los posts, deberán explicar brevemente el motivo de su elección.  Creo que de esta forma podremos abrir un nuevo canal para fomentar la discusión.

  5. El siguiente anfitrión se anunciará también durante el mes de septiembre.  Es su obligación aportar novedades e ideas que traten de mejorar el Carnaval de Humanidades.

Resúmenes de las ediciones anteriores

I Edición alojada en el blog del propio carnaval

II Edición alojada en Leet mi explain

III Edición alojada en El Cuaderno de Calpurnia Tate

IV Edición alojada en Literatura es aprehender a la realidad

V Edición alojada en Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión

VI Edición alojada en Cajón Desastre

Publicado por José Luis Moreno en CIENCIA, 45 comentarios