arqueología

A vueltas con los titulares tendenciosos: la construcción de las pirámides egipcias

A vueltas con los titulares tendenciosos: la construcción de las pirámides egipcias

     Última actualizacón: 13 septiembre 2017 a las 10:38

No hace mucho hablamos de lo tendenciosos que llegan a ser los titulares de algunos medios de comunicación cuando tratan noticias relacionadas con las grandes civilizaciones del pasado como la egipcia. Hoy volvemos de nuevo con este tema en relación a la publicación de un artículo en la prestigiosa revista Physical Review Letters titulado “Fricción deslizante en arena mojada y seca”.

Estos son algunos de los titulares que se han publicado en diversos medios digitales al tratar este artículo:

Titular noticia Mirror.

Titular noticia BBC Mundo.

Titular noticia El Confidencial.

 

En el estudio publicado el mes pasado, los investigadores de diversas instituciones (principalmente del Instituto Van der Waals-Zeeman para la física experimental de la Universidad de Ámsterdam) han demostrado empíricamente que la fricción deslizante en la arena se reduce en gran medida añadiendo algo de agua ­―pero no demasiada―.

Es sobradamente conocida la forma en que los egipcios trasladaban grandes bloques de piedra, estatuas y otros elementos arquitectónicos sobre trineos de madera. Los trineos eran empujados por los obreros desde las canteras o los puertos a través el desierto hasta su ubicación final siguiendo unas calzadas construidas al efecto. Para reproducir esta forma de desplazamiento, los investigadores han empleado una versión de laboratorio de este trineo, midiendo la fuerza necesaria para tirar de él con una baja velocidad constante y sobre tres tipos diferentes de arena mezclada con diferentes cantidades de agua. De esta forma han sido capaces de establecer tanto la fuerza de tracción requerida como la rigidez de la arena en función de la cantidad de agua que tuviera.

Modelo de trineo usado en el laboratorio.

Los experimentos han revelado que la fuerza de tracción necesaria para mover el trineo disminuye de forma proporcional a la rigidez de la arena. Este sucede porque cuando se vierte agua en la arena surgen los llamados puentes capilares, pequeñas gotas de agua que juntan los granos de arena. Cuando se vierte la cantidad correcta de agua, la arena húmeda del desierto es aproximadamente dos veces más rígida que la arena seca, facilitando el desplazamiento del trineo sobre ella ya que evita que se acumule delante d él. En cambio, un exceso de agua hace que los puentes capilares se unan y que el coeficiente de fricción aumente de nuevo. Esto es más fácil de entender si pensamos en los típicos castillos de arena que hacemos en la playa: para que la arena se compacte es necesario que esté húmeda, pero si la mojamos demasiado, el castillo se deshace.

Podemos definir la fricción como la fuerza existente entre dos superficies en contacto, aquella que se opone al movimiento entre ambas superficies. La fricción entre sólidos (como es el caso que estamos tratando) se suele clasificar en tres tipos: estática, deslizante (cinética) y rodante. La fricción estática incluye todos los casos en que la fuerza de fricción es suficiente para impedir un movimiento relativo entre las superficies. Supongamos que queremos mover un escritorio grande. Lo empujamos, pero el escritorio no se mueve. La fuerza de fricción estática entre las patas del escritorio y el suelo se opone a la fuerza horizontal que estamos aplicando y la anula, de forma que no hay movimiento.

La fricción deslizante se da cuando hay un movimiento relativo (deslizamiento) entre las superficies en contacto. En el ejemplo anterior, si empujamos con más fuerza el escritorio, llega un momento en que logramos deslizarlo aunque todavía haya mucha resistencia entre las patas y el suelo.

Por último, la fricción de rodamiento se da cuando una superficie gira conforme se mueve sobre otra superficie, pero no desliza o resbala en el punto de contacto. Este caso se daría si las patas del escritorio tuviesen unas ruedas.

En el rozamiento dinámico, dado un cuerpo en movimiento sobre una superficie horizontal, deben considerarse las siguientes fuerzas: (F) la fuerza aplicada, (Fr) la fuerza de rozamiento entre la superficie de apoyo y el cuerpo, y que se opone al deslizamiento, (P) el peso del propio cuerpo, igual a su masa por la aceleración de la gravedad y (N) la fuerza normal, que la superficie hace sobre el cuerpo sosteniéndolo ( wikimedia commons).

Bien, ya hemos analizado los aspectos básicos del artículo en cuestión y la pregunta que debemos hacernos ahora es si los titulares de los periódicos reflejan de forma congruente los resultados de la investigación, porque en la mayoría de los casos el desarrollo de la noticia es bastante correcto.

En primer lugar, todos refieren que se ha logrado resolver un misterio, un secreto que había permanecido oculto desde que se levantaron las pirámides egipcias. En realidad tenemos que decir que, en este tema en particular, no hay tal secreto ni misterio. Como los propios investigadores señalan, en los frescos de varias tumbas y otros monumentos de Egipto se puede ver una imagen que habla por sí sola: frente a un enorme trineo sobre el que descansa una estatua sedente podemos ver a un obrero vertiendo agua mientras un grupo de trabajadores tira de él.

Fresco de la tumba de Djehutihotep (año 1800 a.C.) y detalle del obrero vertiendo agua delante del trineo (wikimedia commons)

Los científicos no mencionan en ningún momento que hayan resuelto ningún misterio, sino que se limitan a constatar que los experimentos realizados confirman la función que desempeñaba este obrero que vierte agua delante del trineo (algunos egiptólogos barajaban la posibilidad de se tratara de un acto puramente ceremonial) y que los constructores de las pirámides fueron capaces de entender, y aprovechar, que la arena húmeda facilita el desplazamiento de los enormes bloques.

En cualquier caso, como hemos dicho la técnica ya era conocida y ha sido descrita hace tiempo por los egiptólogos. Baste como ejemplo el relato que John Romer hace en su obra The great pyramid: ancient Egypt revisited (página 197) [la traducción es propia]:

«Egyptian deserts still hold some of the ramps and trackways that aided the progress of the quarried stone onto the Nile barges. A few rare pictures too, from later ages of Egyptian history, show gangs of men engaged in moving heavy stones and statues, and they are drawn, so modern calculations show, with a fidelity to life.»

«Just as the ancient pictures show, the simple machine of muddy rampways generously slicked with water are so efficient that small crews of workmen could move many times their own weight up long sloping ramps; just ten men with skill, strong ropes and a lot of lubricating water could have delivered one of the Pyramid´s standard building blocks up onto the rising Pyramid.»

Los desiertos egipcios todavía mantienen algunas de las rampas que ayudaron al avance de las piedras de las canteras hasta las barcazas en el Nilo. Unas cuantas imágenes raras muestran también, en épocas posteriores de la historia de Egipto, a grupos de hombres ocupados en mover pesadas piedras y estatuas, que están dibujados, por lo que muestran los cálculos modernos, con gran fidelidad.

Como muestran las antiguas imágenes, la simple máquina de rampas enfangadas, alisadas generosamente con agua, es tan eficiente que pequeñas cuadrillas de obreros podían mover varias veces su propio peso a largo de rampas inclinadas; sólo diez hombres habilidosos, con fuertes cuerdas y una gran cantidad de agua lubricante podrían haber entregado uno de los bloques estándar de construcción de la Pirámide.

En segundo lugar, este técnica se utilizó para desplazar los bloques de piedra, pero nada más (y nada menos). Los datos que hemos conocido no nos sirven para comprender cómo se construyeron las pirámides —un tema que aún hoy es objeto de acalorados debates entre los especialistas— ya que todavía tenemos que explicar cómo se transportaron por el río Nilo los bloques de piedra (las canteras de granito de Asuán estaban situadas a más de 600 kilómetros al sur de la meseta de Giza), cómo se pudieron subir a grandes alturas para conformar las diferentes hiladas (recordemos que no se conocía la rueda), como se trabajó el interior de la pirámide etc.

Y lo cierto es que escribir un titular más ajustado a la verdad es bastante fácil. El redactor de la noticia del diario ABC lo hizo mejor, a pesar de que también habla del «secreto»:

Titular noticia publicada en ABC.

Más información

— Fall, A., et al. (2014), «Sliding Friction on Wet and Dry Sand«. Physical Review Letters, vol. 112, núm. 17, p. 175502.

Nota de prensa del equipo de investigación.

Publicado por José Luis Moreno en CIENCIA, HISTORIA, Historia antigua, 5 comentarios
Siete días … 14 a 20 de octubre (Dmanisi)

Siete días … 14 a 20 de octubre (Dmanisi)

     Última actualizacón: 27 octubre 2017 a las 13:47

EVOLUCIÓN HUMANA

Tienen 1,8 millones de antigüedad y constituyen los restos de homínidos más antiguos encontrados fuera de África. Se trata de un cráneo y una mandíbula en excelente estado de conservación que han sido desenterrados en el rico yacimiento de de Dmanisi, en Georgia. Un espectacular hallazgo que se realizó en 2000 (la mandíbula) y en 2005 (el cráneo) y del que ahora se publican todos los detalles en la revista ‘Science‘. Se trata del quinto cráneo que se encuentra en Dmanisi.

El descubrimiento de este fósil (denominado D4500 o cráneo 5) ha reabierto el viejo debate sobre la clasificación de especies del género Homo, al que pertenecemos.

Hasta ahora, los restos de homínidos más antiguos fuera de África se hallaron en Indonesia (de 1,7 millones de antigüedad), mientras que en Europa los restos más tempranos de homínidos están en la Sima del Elefante de Atapuerca y tienen 1,3 millones de años.

Los científicos de esta investigación subrayan que este individuo al que pertenece el cráneo 5 comparte características morfológicas con los primeros fósiles del género Homo encontrados en África, y que tienen una antigüedad de 2,4 millones de años.

El individuo tenía un cerebro pequeño (546 centímetros cúbicos), con un tamaño equivalente a menos de la mitad del que tenemos los ‘Homo sapiens’ (que ronda los 1.400). Su cara era alargada y los dientes grandes. Según los cálculos de los científicos, era un varón que medía entre 1,40 y 1,60 metros y pesaba alrededor de 50 kilogramos. Cuando murió debía tener unos 30 años.

Los paleontólogos que firman este estudio realizan una provocadora propuesta: que los fósiles tempranos del género Homo (aquellos que tradicionalmente han sido clasificados como ‘Homo habilis’, ‘Homo rudolfensis’ o ‘Homo erectus’) pasen a ser considerados miembros de una única especie. Aunque admiten que tienen características físicas diversas, creen que la variación no es tan pronunciada como para considerar que pertenecen a líneas evolutivas distintas.

Es decir, propondrían englobar bajo la definición de ‘Homo erectus’ los restos fósiles descubiertos en África hace 2,4 millones de años así como los desenterrados posteriormente en Asia y Europa hace entre 1,7 y 1,2 millones de años.

«Es una osadía muy grande»

La pequeña «bomba» en el campo de la paleontología que supone borrar de un plumazo las primeras especies del género Homo para convertirlas en una sola no se ha quedado, como era de esperar, sin detractores. Consultados por Ann Gibbons para una artículo adjunto a la investigación en la revista «Science», el paleoantropólogo Ron Clarke, de la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo cree que el Cráneo 5 se asemeja más a un Homo habilis, mientras que Fred Spoor, del Max Planck, argumenta que sería más «sensato» denominarlo erectus.

José María Bermúdez de Castro, codirector del yacimiento burgalés de Atapuerca, conoce bien los restos del yacimiento Dmanisi, que ha estudiado in situ, y se muestra muy escéptico con las conclusiones del nuevo estudio. «Tengo serias dudas al respecto. Es una osadía muy grande extenderlas a todo el continente africano y decir que solo existe un linaje Homo», explica por teléfono a ABC. El científico ha examinado las mandíbulas de ese yacimiento «extraordinario» y cree que existen «grandes diferencias» entre la del Cráneo 5 y las demás.

Bermúdez de Castro tampoco considera concluyente que todos los individuos pertenecieran a la misma época, ya que «los geólogos no acaban de ponerse de acuerdo sobre la antigüedad de los estratos». En caso de que efectivamente fueran coetáneos, «podrían haber convivido dos especies o subespecies sin problemas» si cada una de ellas tenía su propio nicho ecológico, es decir, no se molestaban entre ellas a la hora de buscarse la vida. «Muchos colegas no estarán felices con estas conclusiones y se escribirán artículos no favorables», predice. Eso sí, el descubrimiento «no afecta en absoluto a Atapuerca, hay 600.000 años de diferencia». Con todo, «el debate está servido».

• Noticia El Mundo

• Noticia ABC

• Artículo: A complete skull from Dmanisi, Georgia, and the evolutionary biology of early Homo

BIOLOGÍA

Investigadores de la Universidad de Lund (Suecia) han realizado un experimento para comprobar si los chimpancés tienen la capacidad de bostezar o sonarse la nariz repitiendo los gestos humanos. Para ello, los científicos examinaron dos factores para ver en qué medida les afecta: su edad y su cercanía emocional a la persona. En el ensayo incluyeron a 33 chimpancés huérfanos, 12 crías de uno a cuatro años de edad y 21 de entre cinco y ocho años.

Cada chimpancé observaba por separado a una persona desconocida y a otra conocida. Además, se les realizaron distintas sesiones de ensayos con humanos bostezando o sonándose la nariz. El bostezo humano provocó 24 bostezos de los chimpancés jóvenes y cero de las crías: “Los bostezos fueron contagiosos para los chimpancés de cinco a ocho años, pero el acto de sonarse la nariz no. En contraste, las crías de uno a cuatro años no encuentran contagioso ni el bostezo ni sonarse la nariz”, señala el trabajo. La cercanía emocional con el ser humano que bostezaba no afectó en su repetición.

«Nuestros resultados reflejan un patrón de desarrollo compartido por seres humanos y otros animales. Dado que el bostezo contagioso puede ser una respuesta empática, también podemos concluir que la empatía se desarrolla lentamente durante los primeros años de vida de los chimpancés», argumenta Elainie Madsen, coautora del estudio en la Universidad de Lund.

• Noticia Agencia SINC

• Artículo: Chimpanzees show a developmental increase in susceptibility to contagious yawning: a test of the effect of ontogeny and emotional closeness on yawn contagion (descarga directa en formato PDF)

ECOLOGÍA

Cuanto mejor le va a los humanos, peor lo tiene la naturaleza. Un estudio relaciona la esperanza de vida humana con la extinción de especies. Los países más desarrollados son también los que tienen un mayor número de especies invasoras.

La extinción del tigre de Tasmania, el confinamiento de los últimos bisontes americanos en reservas o las dificultades para sacar adelante al lince ibérico son manifestaciones del impacto del ser humano sobre la naturaleza. Pero ¿cuáles son los factores que convierten a un depredador en exterminador? Biólogos estadounidenses acaban de mostrar que existe una correlación entre el desarrollo humano y el incremento de la ratio de las extinciones de mamíferos y aves.

Con datos de 100 países donde vive el 87% de la población, y ocupan el 74% de la tierra del planeta, investigadores de la Universidad de California en Davis analizaron el papel de 15 variables sociales y ecológicas para desentrañar las complejas relaciones entre sociedades humanas y naturaleza. Buscaban los factores que predicen mejor la extinción de unas especies o la invasión de otras en ecosistemas que no eran los suyos en origen.

Sus resultados muestran un doble patrón que se repite en casi todos los países: las naciones más desarrolladas son las que sufren la mayor presencia de especies invasoras. A medida que aumenta el PIB per cápita, se eleva la presencia de aves y mamíferos ajenos. La lista la encabezan Nueva Zelanda, Estados Unidos y el Reino Unido.

• Noticia Es Materia

• Artículo: Social-ecological predictors of global invasions and extinctions (descarga directa en formato PDF)

EVOLUCIÓN HUMANA

Los denisovanos, unos misteriosos ancestros humanos de Siberia, atravesaron la Línea de Wallace, una de las barreras marinas más importantes del mundo, en Indonesia, para hibridarse con el Homo sapiens.

En marzo de 2010, el mundo conoció un extraño fósil, un fragmento de un meñique infantil de unos 50.000 años de antigüedad, descubierto en la cueva siberiana de Denisova, en los montes Altai. Dos años después, científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva llevaron a cabo la secuenciación del genoma de esos restos y llegaron a la conclusión de que se trataba de una especie completamente nueva, «hermana» de los neandertales: los denisovanos. Ahora, investigadores de la Universidad de Adelaide, en Australia, sugieren que estos ancestros lograron de alguna manera atravesar una de las barreras marinas más importantes del mundo, en Indonesia, y más tarde se cruzaron con los humanos modernos que se movían por la zona de camino a Australia y Nueva Guinea. En concreto, varones de esa especie tuvieron sexo con mujeres de la nuestra.

Desde que los investigadores obtuvieran el análisis genético de los denisovanos, se ha detectado evidencia genética que apunta a su hibridación con poblaciones humanas modernas, pero solo con poblaciones indígenas de Australia, Nueva Guinea y áreas circundantes. Por el contrario, el ADN del homínido de Denisova parece estar ausente o en niveles muy bajos en las poblaciones actuales en el continente asiático, a pesar de que éste es el lugar donde se encontró el fósil.

Los autores del estudio, publicado este jueves en la revista Science, Alan Cooper, profesor de la Universidad de Adelaida, y Chris Stringer, profesor del Museo de Historia Natural de Reino Unido, creen que este patrón se puede explicar si los denisovanos lograron cruzar la famosa línea de Wallace, una de las mayores barreras biogeográficas del mundo que está formada por una poderosa corriente a lo largo de la costa este de Borneo. La línea de Wallace marca la división entre los mamíferos de Europa y Asia.

• Noticia ABC

• Artículo: Did the Denisovans cross Wallace’s Line?

GENÉTICA

Científicos estadounidenses han utilizado células madre de la piel de personas con esclerosis lateral amiotrófica para averiguar el mecanismo genético por el cual se van matando células cerebrales. Así, averiguaron que la mutación de un gen provoca la producción excesiva de ARN, que impide la correcta fabricación de las proteínas que regulan las funciones vitales de la célula, que se vuelve más sensible al estrés, y muere más rápido. Los investigadores diseñaron un compuesto que se adhiere al ADN mutado e impide la producción excesiva de ARN.

Según anteriores trabajos, alrededor del 40% de los pacientes con una variedad heredada de este tipo de esclerosis y al menos el 10% de los que la desarrollan espontáneamente tienen una mutación en el gen C9ORF72, la misma que aparece frecuentemente en personas con demencia frontotemporal, la segunda forma más común de esta enfermedad después del alzheimer.

Los científicos seleccionaron dentro de un banco de células madre las de los pacientes con el trastorno degenerativo que además poseían esta alteración responsable de la repetición anómala de una secuencia de ADN contenida en dicho gen y, en consecuencia, de la producción de un exceso de ARN.

A continuación, los investigadores analizaron la evolución de los cultivos para identificar el mecanismo por el cual estas cadenas sobrantes provocan la muerte de las células cerebrales. “Hay múltiples teorías acerca de por qué se produce el daño neuronal”, señala Rothstein. “Nuestro ensayo demuestra que la verdadera causa es la toxicidad causada por el ARN”, indica.

Los resultados del estudio revelan que la acumulación de estas moléculas impide la correcta fabricación de las proteínas encargadas de la regulación de las funciones vitales de la célula y la vuelve más sensible al estrés.

• Noticia Tendencias21

• Artículo: RNA Toxicity from the ALS/FTD C9ORF72 expansion is mitigated by antisense intervention

NEUROCIENCIA

Hace ya unos años, Francisco Rubia impartió una conferencia sobre «Recientes avances en las funciones mentales del cerebro» en la que hablaba de revolución científica en las neurociencias. La conferencia se basa en cuatro grandes temas: realidad exterior, el yo, la libertad y la espiritualidad. La realidad está en nuestro cerebro, las impresiones subjetivas son proyecciones de nuestro cerebro. El yo en otras culturas no es tan egocéntrico, como las orientales. El libre albedrío ha sido estudiado por numerosos neurólogos al igual que las experiencias místicas y espirituales.

La conferencia se desarrolló en el ciclo Maratones científicos 2005-2006, Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, y ahora podemos acceder a su contenido, que reproducimos por su indudable interés.

Francisco J. Rubia Vila es Catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, y también lo fue de la Universidad Ludwig Maximillian de Munich, así como Consejero Científico de dicha Universidad. Estudió Medicina en las Universidades Complutense y Düsseldorf de Alemania. Ha sido Subdirector del Hospital Ramón y Cajal y Director de su Departamento de Investigación, Vicerrector de Investigación de la Universidad Complutense de Madrid y Director General de Investigación de la Comunidad de Madrid. Durante varios años fue miembro del Comité Ejecutivo del European Medical Research Council. Su especialidad es la Fisiología del Sistema Nervioso, campo en el que ha trabajado durante más de 40 años, y en el que tiene más de doscientas publicaciones. Es Director del Instituto Pluridisciplinar de la Universidad Complutense de Madrid. Es miembro numerario de la Real Academia Nacional de Medicina (sillón nº 2), Vicepresidente de la Academia Europea de Ciencias y Artes con Sede en Salzburgo, así como de su Delegación Española. Ha participado en numerosas ponencias y comunicaciones científicas, y es autor de los libros: “Manual de Neurociencia”, “El Cerebro nos Engaña”, “Percepción Social de la Ciencia”, “La Conexión Divina”, “¿Qué sabes de tu cerebro? 60 respuestas a 60 preguntas” y “El sexo del cerebro. La diferencia fundamental entre hombres y mujeres”.

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Una investigación de la Universidad de Chicago podría haber sentado las bases para el diseño de futuras prótesis sensibles al tacto capaces de transmitir la información sensorial en tiempo real a personas que han sufrido una amputación a través de una interfaz conectada directamente con el cerebro. Las nuevas prótesis ‘sensoriales’ aumentarían la destreza y la viabilidad clínica de las prótesis robóticas actuales.

El estudio presenta una hoja de ruta para utilizar la estimulación eléctrica con el fin de restaurar el sentido del tacto a través de prótesis. De momento, el equipo de Sliman Bensmaia, de la Universidad de Chicago, ya ha probado la técnica en animales -monos rhesus- y ha visto que es capaz de transmitir información «crítica» para la manipulación de objetos gracias a la estimulación directa de la corteza somatosensorial primaria del cerebro, área en donde se procesan las sensaciones táctiles.

«Para restaurar la función motora sensorial de un brazo, no sólo se tienen que sustituir las señales motoras que el cerebro envía al miembro para moverlo, sino también hay que sustituir las señales sensoriales que el brazo envía de vuelta al cerebro», explica Bensmaia. Su aproximación se basa en «invocar» lo que ya sabemos sobre cómo el cerebro intacto procesa la información sensorial y, a continuación, «intentar reproducir dichos patrones de actividad neuronal a través de la estimulación del cerebro».

• Noticia El Correo

• Artículo: Restoring the sense of touch with a prosthetic hand through a brain interface

PALEONTOLOGÍA

Descubren el fósil de un mosquito repleto de sangre de hace 46 millones de años. Desde la aparición en los cines de «Parque Jurásico», muchos han fantaseado con las posibilidades de clonar diferentes especies de dinosaurios a partir de la sangre encontrada en antiguos mosquitos atrapados en ámbar. Algunos científicos afirmaron haber encontrado insectos fosilizados con su última cena en su abdomen, pero estos descubrimientos resultaron ser erróneos o estar contaminados. Hasta ahora, porque un grupo de investigadores del Museo Smithsonian de Historia Natural (Washington), ha encontrado por fin un mosquito repleto de sangre preservada en una roca de pizarra de 46 millones de años en el noroeste de Montana.

Según los investigadores, estos resultados sirven como evidencia definitiva de que la sangre se conservó en el interior del insecto. Pero, ¿a quién pertenecía esa sangre? Por el momento, los científicos no tienen forma de saber cuál era la criatura cuya sangre llenó el abdomen del mosquito. Eso es porque el ADN se degrada demasiado rápido para sobrevivir posiblemente 46 millones de años atrapado en piedra (o en ámbar). Una reciente investigación indica que tiene una vida media de aproximadamente 521 años, incluso bajo condiciones ideales.

• Noticia ABC

• Artículo: Hemoglobin-derived porphyrins preserved in a Middle Eocene blood-engorged mosquito

ARQUEOLOGÍA

En Suiza, en la autopista A1, a la altura de Vidy, cerca de Lausana, se ha abierto una zanja bajo el asfalto. Los arqueólogos realizan excavaciones en unas antiguas ruinas galloromanas.

Olivier Feihl realiza una cartografía en 3D del sitio arqueológico utilizando una cámara instalada en un vehículo aéreo no tripulado: “Disparo una fotografía cada dos metros o dos metros y medio, para cubrir totalmente el terreno. Es decir, que con las fotografías superpuestas vamos a poder medir esta excavación en 3D.”

Una pequeña revolución para los arqueólogos y sobre todo una forma de ganar tiempo. Desde días a semanas en función del tamaño del yacimiento según explica Sébastien Freudiger, de la empresa suiza Archeodunum: “Antes de que llegara este tipo de tecnología se hacía todo a mano, es decir que cada muro y cada estrato se dibujaban a mano. Ahora, con esta tecnología podemos tener un soporte con un tratamiento informático.”

Tras 10 minutos de vuelo, ya están hechas las fotos y solo queda tratarlas en el ordenador y transformarlas en imágenes tridimensionales de alta resolución.

“Hemos integrado todas esas fotos en un programa de fotogrametría. Con ese programa vamos a poder unir todas esas fotos. Aquí vemos todas las posiciones. Cada pequeño rectángulo azul corresponde a la posición de una fotografía tomada en el sitio. Después, con el GPS vamos a poder dar una escala métrica y una referencia de horizonte a este modelo en 3D.”

Un excelente instrumento no solo para los arqueólogos, pues las imágenes también podrían estar a disposición del gran público.

• Vídeo:

Publicado por José Luis Moreno en SIETE DÍAS, 0 comentarios
Pseudoarqueología, ¿estás de broma?

Pseudoarqueología, ¿estás de broma?

     Última actualizacón: 24 septiembre 2017 a las 13:16

 

  • Stan: Yo quiero ser mujer
  • Reg: ¿Qué?
  • Stan: Quiero ser una mujer. Desde ahora quiero que me llaméis Loreta
  • Reg: ¿¿¡Qué!??
  • Stan/Loreta: Es mi derecho como hombre
  • Judith: ¿Por qué quieres ser Loreta, Stan?
  • Stan/Loreta: Porque quiero tener hijos
  • Reg: ¿¿¡Quieres tener hijos!??
  • Stan/Loreta: Los hombres también tienen derecho a tener hijos si quieren
  • Reg: Pero … ¡tú no puedes parir!
  • Stan/Loreta: No me oprimas
  • Reg: No es que te oprima Stan, ¡es que no tienes matriz! … ¿Dónde vas a gestar el feto? … ¿¡lo vas a meter en un baúl!?

Este maravilloso diálogo de la película “La vida de Brian” nos sirve para explicar, con una fina ironía, lo que supone la pseudociencia.  La conclusión de que Stan no puede tener hijos no tiene nada que ver con la imposición de ninguna clase dominante, no es una cuestión negociable o discutible según se interprete la realidad.  Tiene que ver con hechos reales y observables y con proposiciones que se pueden demostrar materialmente: para gestar y concebir un hijo se necesita una matriz; las hembras tienen matriz y los machos no; Stan es un macho; Stan no puede tener hijos.

¿Podemos considerar el deseo de Stan/Loreta de tener hijos una alternativa válida frente a una visión biológica inflexible impuesta por Reg como consecuencia de un adoctrinamiento científico antidemocrático?, ¿realmente Reg está oprimiendo a Stan/Loreta por decirle que no puede tener hijos?, ¿o no será que, sencillamente, la pretensión de Stan es absurda?

¿Qué es la pseudociencia?

En wikipedia podemos encontrar una definición bastante acertada del término: es una afirmación, creencia o práctica que, a pesar de presentarse como científica, no se basa en un método científico válido, le falta el apoyo de evidencias científicas o no puede ser verificada de forma fiable.  Suele caracterizarse por el uso de afirmaciones exageradas o de imposible verificación, una falta de examen por parte de otros expertos, y una ausencia general de procesos para desarrollar teorías de forma racional.

Para comprender mejor su significado quizás sea conveniente recordar que entendemos por “ciencia” el conocimiento sistemático que se deriva de la observación, el estudio y la experimentación.  Por lo tanto, sólo se ocupa de los fenómenos que se pueden examinar empíricamente y, contrariamente a la opinión popular, no se trata de un conjunto de hechos inmutables, sino una manera racional de hacer preguntas y evaluar las distintas respuestas posibles.

Por este motivo, las observaciones se llevan a cabo bajo condiciones controladas con el fin de reducir al mínimo el impacto de los posibles prejuicios y expectativas de los propios investigadores (es interesante aprender más sobre el sesgo cognitivo), así como las posibles influencias aleatorias del medio ambiente.  La posibilidad de que el público pueda acceder a los métodos empleados y los resultados, así como una evaluación escéptica de los mismos por otros investigadores, son aspectos de suma importancia en la comunidad científica.

Por último deberemos señalar otro aspecto fundamental de la ciencia: su provisionalidad.  Nos referimos a que las leyes pueden ser las mejores de conjeturas que tenemos en la actualidad, pero están sujetas a revisión si se desarrollan mejores herramientas o métodos que hagan generar nuevas conclusiones.

En definitiva, las pseudociencias tratan de apropiarse del prestigio de la verdadera ciencia aunque están muy lejos de cumplir las normas aceptadas de investigación y de verificación que existen en los campos de conocimiento legítimos que tratan de imitar.

La pseudoarqueología

Cuando hablamos de pseudoarqueología nos referimos a aquellas interpretaciones del pasado que se hacen desde fuera de la comunidad académica (aunque esto no siempre sucede así) y que rechazan la aplicación de métodos y análisis científicos generalmente aceptados.  Estas interpretaciones pseudocientíficas emplean los datos históricos y arqueológicos de forma descontextualizada, en ocasiones falsifican pruebas, utilizan citas parciales de textos ampliamente reconocidos para darles un sentido erróneo, y todo ello con la finalidad de construir teorías sobre el pasado que difieren radicalmente de las aceptadas.

En términos generales podemos decir que existe la arqueología porque hay un vivo interés en la sociedad por conocer nuestro pasado.  La gente estudia historia, lee libros sobre el tema (incluso las novelas históricas han incrementado enormemente sus ventas), visita los museos y los monumentos etc.  Del mismo modo, también es incuestionable que existe un gran interés por la pseudoarqueología (que goza de una amplísima difusión en medios de comunicación, series de televisión etc.) y ello se debe a que quienes la practican afirman emplear el método científico aunque al mismo tiempo sus argumentos se sitúan fuera de la ciencia.  No podemos dejar de recordar que la arqueología es una ciencia, sujeta por tanto a unos principios científicos fundamentados como veremos más adelante.

Habitualmente se ha asociado la pseudoarqueología con la afirmación de la existencia de civilizaciones extraterrestres, la Atlántida, la construcción de grandes monumentos como las pirámides de Egipto o Mesoamérica con ayuda de seres superiores etc., aunque también la pseudoarqueología impulsada por el nacionalismo y practicada bajo el disfraz de la arqueología académica es una práctica muy real y, de hecho, es indiscutiblemente más peligrosa para la disciplina que la charlatanería propia de muchos escritores de éxito. Reconozcamos que la propia arqueología académica es una fuente potencial de fraude, como ya sucedió en el pasado con los trágicos ejemplos de la Alemania Nazi.

Por este motivo es importante destacar que la pseudoarqueología, también llamada arqueología “alternativa” por algunos de sus defensores, no se trata de un campo de estudio seguido por gente corriente que tiene un sano interés en conocer su pasado —la llamada arqueología popular—. Mezclados en la panoplia de las arqueologías «alternativas» encontramos una serie de afirmaciones que son irracionales y contrarias a la ciencia, o, lo que es peor, nacionalistas, racistas y radicalmente falsas.

Garrett G. Fagan, profesor de historia antigua en la Universidad de Penn State, y Kenneth L. Feder, profesor de arqueología en Central Connecticut State University, han dedicado gran parte de su tiempo y esfuerzo a desenmascarar el fraude.  Reconocen que su trabajo es difícil porque los libros del género se presentan con el mismo formato que los ensayos académicos, con cuadros, diagramas, notas, apéndices, bibliografías e, incluso, llegan a sostener que utilizan argumentos racionales basados en pruebas.  Se escriben, publicitan, y venden como libros que exponen nuestro pasado real, y se pueden encontrar habitualmente en la sección de arqueología de las librerías.  Es difícil por tanto para una persona poco versada en la historia o arqueología ser capaz de detectar la desinformación.  Sentencian: no se puede justificar la arqueología “alternativa” frente a la arqueología racional, como tampoco se puede justificar el “diseño inteligente” frente la biología evolutiva.

El método de investigación en la arqueología

El objeto de investigación de la arqueología es la sociedad como totalidad histórica concreta, y se rige por regularidades y leyes generales que adquieren particularidades en cada periodo histórico.  Por tanto, la arqueología es una disciplina de las ciencias sociales y su objeto de investigación no es diferente del de la historia, la sociología, la economía o la antropología.  Sin embargo, no es una “rama” de la antropología ni una “ciencia auxiliar” de la historia.

A pesar de ser cierto que las ciencias históricas no pueden emplear el método de experimentación reproducible habitual en las ciencias naturales, el método de investigación estándar en historia y arqueología tiene su fundamento en el procedimiento de proposición de hipótesis mediante ensayo y error, hipótesis que son contrastadas con los datos, sometidas a escrutinio y reconsideración por los especialistas.  Los arqueólogos racionales reconocen que en ocasiones las hipótesis se fundamentan en un conocimiento imperfecto e incompleto del pasado por lo que deben estar preparados para cambiar sus puntos de vista cuando aparecen nuevos datos.  Este último rasgo es algo que los pseudoarqueólogos son incapaces de hacer.

Hay muchas versiones del pasado que son debatidas hasta la saciedad en libros y publicaciones especializadas, y los arqueólogos discuten las diferentes proposiciones sobre los objetos desenterrados, los métodos empleados, las interpretaciones y, de hecho, sobre prácticamente cualquier aspecto de la disciplina.  Lo que subyace a esta forma de proceder es una adhesión al método universal del discurso racional, un respeto por los métodos probados y acreditados que han demostrado su utilidad (y que están sometidos constantemente a mejoras).  Al contrario de lo que afirman los defensores de la pseudoarqueología, la adhesión a los procedimientos de la investigación racional no constituye un dogma o doctrina inmutable.  Al contrario, son la guía básica para alcanzar resultados verificables.  La capacidad para rechazar explicaciones previas una vez se han descubrimiento nuevos datos, así como la constante renovación que supone aplicar nuevos procedimientos metodológicos es el sello del método científico y uno de los medios de distinguir la investigación racional de la religión, la fantasía o la superstición.

Mi intención en este tema

Es curioso que muchas de las afirmaciones de los pseudoarqueólogos se refieran sobre todo a nuestros antepasados de Egipto y Mesoamérica, lo que da muestra de que el racismo es a menudo un factor de motivación (además del más común de todos: el dinero), en el sentido de que dan a entender que personas que no son caucásicos, o extraterrestres, no podrían contar con los medios o la inteligencia necesaria para construir esas estructuras monumentales.  Es una postura intolerable.

Numerosos científicos, periodistas y divulgadores dedican una parte importante de su tiempo a escribir artículos, libros y blogs denunciando las prácticas de quienes pretenden aprovecharse del desconocimiento y la credulidad de la gente para obtener un beneficio.  En la blogosfera son conocidos los nombres de J. M. Mulet con su blog Los productos naturales ¡vaya timo!, Luis Alfonso Gámez con Magonia, José Manuel López Nicolás con Scientia, César Tomé López con Experientia docet, la ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico y tantos otros.

Estos grandes divulgadores me han hecho ver lo necesario que es intentar hacer entender a ese público ávido de conocer nuestro pasado que algunas de las afirmaciones de escritores de éxito (no los llamo arqueólogos o historiadores a propósito) son completamente falsas y dan una imagen de nuestros antepasados totalmente errónea. Por este motivo, como ya anuncié cuando me marché de vacaciones, voy a abrir una nueva página temática donde escribiré analizando de forma crítica y concienzuda las obras de algunos autores que se definen a sí mismos como estudiosos de la historia y nuestro pasado.

Espero que sea, como siempre, de vuestro interés.

P.S.  Como habrán comprobado, el logo que abre esta entrada contiene la palabra «heterodoxia».  He escogido este término a propósito pensando en la tercera acepción del adjetivo «heterodoxo» que incluye el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua: disconforme con doctrinas o prácticas generalmente admitidas.

En este tipo de debates es fácil caer en el insulto y las agresividad verbal (o escrita).  Por ello, y para demostrar que no abordo la tarea con una idea preconcebida, no juzgaré ninguna de las obras que vamos a analizar hasta haber terminado su lectura y expuesto sus argumentos, contrastándolos con el resto de datos disponibles para comprobar su validez.  Entonces, y sólo entonces, ustedes mismos podrán hacer la valoración.

Referencias

Bate, L. F. (1998), El proceso de investigación en arqueología. Barcelona: Crítica, 275 p.

Brothwell, D. y  Higgs, E. (1980), Ciencia en arqueología. Madrid: Fondo de Cultura Económica España, 768 p.

Fagan, G. G., & Feder, K. L. (2006). Crusading against straw men: an alternative view of alternative archaeologies: response to Holtorf (2005) World Archaeology, 38 (4), 718-729 DOI: 10.1080/00438240600963528

Feder, K. L. (1984). Irrationality and popular archaeology American Antiquity, 49 (3), 525-541 DOI: 10.2307/280358

Holtorf, C. (2005). Beyond crusades: how (not) to engage with alternative archaeologies World Archaeology, 37 (4), 544-551 DOI: 10.1080/00438240500395813

Michlovic, M. G. (1990). Folk archaeology in anthropological perspective Current Anthropology, 31 (1), 103-107 DOI: 10.1086/203813

 

Publicado por José Luis Moreno en HETERODOXIA, HISTORIA, 4 comentarios
El viaje más largo

El viaje más largo

     Última actualizacón: 25 agosto 2017 a las 11:47

Estrenamos una nueva sección en el blog que lleva por título «El viaje más largo». En este nuevo espacio voy a escribir sobre un tema que me ha apasionado desde hace mucho tiempo: la emigración de nuestros antepasados, los humanos modernos, desde la cuna de la humanidad en África hasta llegar a todos los rincones del planeta.

Es una tarea complicada ya que las teorías sobre el poblamiento de la tierra por nuestros más cercanos antepasados aún se están escribiendo en la actualidad.  La información ofrecida por los análisis genéticos se une a la arqueología y la antropología para mostrar un cuadro cada vez más elaborado aunque, a pesar de todo, quedan aún muchas preguntas sin respuesta. Intentaremos desde este modesto blog ofrecer algunas de estas claves para comprender y valorar en su justa medida esta hazaña sin parangón.

Mi interés por estas cuestiones surgió cuando era pequeño y pude leer un libro que aún conservo —aunque no recuerdo bien quién me lo regaló.  Se trata de «Los secretos de la Atlántida» de Andrew Tomas. Ya oigo las quejas de algunos al leer la palabra Atlántida, y debo decir que no sin razón, aunque dejadme que os explique …

Portada del libro de Andrew Tomas

Portada del libro de Andrew Tomas

Cuando leí este libro por primera vez tendría unos diez o doce años.  Estaréis de acuerdo conmigo que es una etapa de madurez intelectual aún incipiente, ya que mi mente se decantaba más por la imaginación y la fantasía que por el pensamiento racional.

Con el paso del tiempo lo he leído varias veces más y lo cierto es que la mayor parte no soporta una lectura crítica (ya de por sí la editorial Plaza y Janés lo incluyó en una serie titulada “realismo fantástico”, un bello oxímoron que no hace sino dejar claro que lo que se cuenta es en su mayor parte fantasía, algo que el propio autor reconoce en el prefacio).  A pesar de todo, no me gustaría menospreciarlo porque guardo muy buenos recuerdos de su lectura, además de conservar casi en perfecto estado ese ejemplar publicado hace más de treinta años (bastante manoseado por cierto).

Todos conocemos la leyenda de la Atlántida descrita por Platón en sus diálogos Timeo y Critias: una isla mítica engullida por el mar en una noche y que borró de la faz de la tierra una civilización técnicamente muy avanzada pero cuyos habitantes alcanzaron grados insoportables de soberbia y ansias de dominación.  Los dioses decidieron actuar y castigar a tan insolentes individuos.  Quienes han sostenido la verosimilitud del relato, y ha habido muchos, afirman que algunos de los supervivientes alcanzaron diferentes lugares donde sentaron las bases para el surgimiento de las grandes civilizaciones de la antigüedad: Mesopotamia, Egipto, Valle del Indo, civilizaciones centroamericanas etc.

El capitán Nemo y Aronax visitan los restos de la Atlántida en esta ilustración de la obra de Julio Verne "20.000 leguas de viaje submarino"

El capitán Nemo y Aronax visitan los restos de la Atlántida en esta ilustración de la obra de Julio Verne «20.000 leguas de viaje submarino»

En cualquier caso, y dejando de lado todo este folclore, la lectura de este libro me hizo cuestionarme muchas cosas, me abrió la mente a nuevas posibilidades y, lo más importante, despertó mi curiosidad en muchos aspectos.

Lo primero que quise fue conocer más sobre las grandes civilizaciones: empecé a leer todo lo que podía sobre estos temas para comprender mejor y saber si lo que había leído era, o podía ser cierto.  Así comencé a interesarme por la arqueología, la historia, la antropología, geografía etc. y es aquí donde quizás radique su valor, incitar a buscar un conocimiento más profundo del pasado, de nuestro pasado como seres humanos y los caminos que seguimos hasta llegar donde nos encontramos.

Creo que es un esfuerzo que merece la pena y espero que contribuyáis con vuestros comentarios, críticas y consejos.

Quizás Joseph Campbell tuviera razón cuando dijo

los sueños son una puerta abierta a los mitos, pues éstos son de la misma naturaleza que aquéllos, y que los mitos surgen, como los sueños, y al igual que la vida, de un mundo interior desconocido para la conciencia despierta.

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