piojo

Mirando con otros ojos … los insectos

Mirando con otros ojos … los insectos

     Última actualizacón: 7 noviembre 2017 a las 23:18

cartel mikro

Cuando uno mira a través de los oculares de un microscopio espera adentrarse en un mundo extraño, llamativo y profundamente misterioso, quizás por la cantidad de veces que ha oído frases como «es sorprendente la cantidad de detalles que resultan imposibles de ver a simple vista» o «ni te imaginas cómo son en realidad los insectos que nos rodean». Pues bien, esa fue precisamente la sensación que me embargó cuando coloqué mi primera muestra en la platina y comencé a enfocar con el objetivo de cuatro aumentos de mi microscopio.

Había decidido realizar mi primera preparación con un piojo (Pediculus humanusy tenía la suerte de contar tanto con una liendre  ya vacía (el huevo desde el que eclosionan) y otra que aún tenía dentro a nuestro molesto amigo. Permitid que no entre en detalles acerca de la forma en que obtuve esos ejemplares, baste decir que tengo dos hijas pequeñas que estudian en un colegio rodeado de árboles, y por supuesto, de otros niños.

Las preparaciones microscópicas en general están formadas por cuatro elementos, de los cuales al menos tres deben ser transparentes: un portaobjetos (de cristal y con una medida estándar de 26 x 76 mm) es el elemento que conforma la base; el medio de inclusión, que puede ser agua, aire o, si queremos que sea permanente, otra sustancia ópticamente más densa con un índice de refracción aproximado de 1,50 (generalmente se trata de una resina que endurece con el tiempo y sella el objeto de estudio manteniendo todas sus estructuras); el objeto de estudio y, por último, un cubreobjetos (una delgada lámina de cristal de 0,17 mm de grosor por lo general).

Para realizar una observación a través del microscopio, el primer paso siempre consiste en desengrasar bien el portaobjetos. En mi caso, y dado que estoy comenzando mi camino en las técnicas microscópicas, no he utilizado los productos químicos habituales para este cometido. Para nuestros propósitos, bastará limpiarlo bien con productos de limpieza caseros (lavavajillas) o un limpiador de cristales con base de isopropanol.

Una vez limpio, y si queremos una preparación permanente como es nuestro caso, depositamos una pequeña gota de la resina en el portaobjetos (yo utilizo una resina DPX, que es una resina acrílica con base de xileno). Acto seguido se introduce el objeto de estudio (la muestra) con unas pinzas y se coloca acto seguido el cubreobjetos desde un lateral con un ángulo de 45º. A continuación se baja con lentitud para evitar la formación de burbujas de aire que estropearían la visión. Y ya está, ya podemos ponernos manos a la obra.

preparacion

Pasos necesarios para montar una preparación permanente.

Para que veáis que no es nada sencillo y la práctica sin duda se convierte en la mejor aliada, os dejo con una imagen de la primera preparación que hice para la liendre:

Burbujas de aire en una preparación

Burbujas de aire en una preparación

Vemos como en este primer intento aparecieron no una, sino tres burbujas de aire que estropean bastante la preparación y dificultan bastante la observación (sin que tengamos en cuenta aún la calidad fotográfica de la imagen, algo que analizaremos más adelante).

En cualquier caso, una vez superados estos primeros obstáculos, pude lograr mejores imágenes de la liendre de nuestro intruso Pediculus humanus:

Liendre de Pediculus humanus (40x). Canon EOS 550D. Tokina AT-X 11-16 / 2.8 Pro DX V (f/0, 1/125 s, ISO 100)

Liendre de Pediculus humanus (40x). Canon EOS 550D (f/0, 1/125 s, ISO 100).

 

Liendre de Pediculus humanus (100x). Canon EOS 550D. Tokina AT-X 11-16 / 2.8 Pro DX V (f/0, 1/125 s, ISO 100)

Liendre de Pediculus humanus (100x). Canon EOS 550D (f/0, 1/125 s, ISO 100).

 

Liendre de Pediculus humanus (400x). Canon EOS 550D. Tokina AT-X 11-16 / 2.8 Pro DX V (f/0, 1/50 s, ISO 100)

Liendre de Pediculus humanus (400x). Canon EOS 550D (f/0, 1/50 s, ISO 100).

Para que comprendamos mejor la sutileza de la naturaleza, en la imagen inferior vemos representado dónde estaría situado el pelo sobre el que se engancha la liendre hasta que el piojo madura:

Liendre de Pediculus humanus (40x). Canon EOS 550D (f/0, 1/125 s, ISO 100).

Liendre de Pediculus humanus (40x). Canon EOS 550D (f/0, 1/125 s, ISO 100).

Bien, ya tenemos una imagen bastante clara de cómo es la liendre ya vacía. Ahora toca la misma imagen pero con su huésped aún dentro esperando a salir:

Liendre de Pediculus humanus (40x). Canon EOS 550D (f/0, 1/125 s, ISO 100).

Pediculus humanus (100x). Canon EOS 550D (f/0, 1/125 s, ISO 100).

Si os interesa ver mejor esta preparación, he realizado un vídeo muy breve para que podáis apreciar mejor el volumen y la textura:

separador2

Tengo que reconocer que me ha impresionado bastante el enorme poder de este instrumento, y las posibilidades de observar con exquisito detalle estos especímenes. Sin duda, las fotografías que aquí reproduzco no tienen la calidad suficiente como para hacer justicia a la visión directa a través de los oculares, pero seguro que os podéis hacer una idea. Mis hijas desde luego se quedaron asombradas al ver los «bichitos» con ese detalle, ya que cuando les enseñaba el portaobjetos no conseguían distinguir nada.

En fin, a raíz de este éxito (o lo que al menos para mí así lo es), conseguí que las niñas se unieran a la causa y me trajeran todos los insectos que quisieran ver «más grandes». Así que dos pájaros de un tiro, no solo han perdido miedo a esos inseparables habitantes de nuestras casas, sino que estoy consiguiendo que se interesen por hacer nuevos «descubrimientos» (sólo hay que verles las caras cuando cada dos por tres me vienen con una nueva captura para examinar).

En fin, que lo siguiente que pudimos ver es una hormiga (tened presente que aún no estoy realizando técnicas complejas de preparación de muestras):

Hormiga (40x). Canon EOS 550D (f/0, 1/40 s, ISO 100).

Hormiga (40x). Canon EOS 550D (f/0, 1/40 s, ISO 100).

 

Hormiga (100x). Canon EOS 550D (f/0, 1/40 s, ISO 100).

Hormiga (100x). Canon EOS 550D (f/0, 1/40 s, ISO 100).

 

Hormiga (100x). Canon EOS 550D (f/0, 1/40 s, ISO 100).

Hormiga (100x). Canon EOS 550D (f/0, 1/40 s, ISO 100).

 

Hormiga (400x). Canon EOS 550D (f/0, 1/40 s, ISO 100).

Hormiga (400x). Canon EOS 550D (f/0, 1/40 s, ISO 100).

separador2

Y como no quiero cansaros demasiado, para terminar os dejaré con algunas imágenes de otro «molesto» visitante de nuestros hogares: el mosquito. No voy a poner ahora muchas fotografías porque quiero hacer algo especial, pero permitidme que os deje con algunos detalles que me han llamado mucho la atención:

Ala de mosquito (40x). Canon EOS 550D (f/0, 1/80 s, ISO 100).

Ala de mosquito (40x). Canon EOS 550D (f/0, 1/80 s, ISO 100).

Se trata del ala de un mosquito macho (cuyo tamaño es considerablemente mayor que las hembras) aunque no puedo determinar la especie. De nuevo, para que podáis apreciar mejor los detalles, os dejo otro vídeo: Ala de mosquito.

Quizás lo más llamativo de estos insectos sea la boca, el órgano mediante el que se alimentan y culpable de dejarnos las molestas picaduras. Así es como la podemos ver:

Boca de mosquito (40x). Canon EOS 550D (f/0, 1/80 s, ISO 100).

Boca de mosquito (40x). Canon EOS 550D (f/0, 1/80 s, ISO 100).

Esto es todo por ahora. Seguiré informando acerca de mi incursión en el mundo de lo más pequeño…

Publicado por José Luis Moreno en CIENCIA, 4 comentarios