Humanidades

Resumen final de la VII edición del Carnaval de Humanidades

Resumen final de la VII edición del Carnaval de Humanidades

     Última actualizacón: 1 septiembre 2017 a las 08:10

Bueno, ya ha concluido esta séptima edición del Carnaval y comprobarán que hay una enorme variedad de temas a cual más atrayente. Este es el resumen de las participaciones, y durante el mes de NOVIEMBRE podrán votar las tres anotaciones que les parezcan mejores —aquí o en el blog del Carnaval de Humanidades—.  La mejor entrada será obviamente aquella que consiga más votos y se anunciará el 30 de noviembre de 2013.

Como ya adelanté al inicio de esta edición, para fomentar el debate ―una de las asignaturas pendientes de este Carnaval― he introducido una nueva norma: cuando se voten las anotaciones, deberán explicar brevemente el motivo de su elección.  Creo que de esta forma podremos abrir un nuevo canal para fomentar la discusión. Ah, se me olvidaba, también buscamos un nuevo organizador/a para la próxima edición…

Sin más preámbulos, las participaciones en esta edición son las siguientes:

1. Achras y sus poliedros por @MartaMachoS en ZTFnews

En esta anotación, Marta Macho nos habla de la famosa obra de teatro Ubú cornudo (1897) del genial escritor y dramaturgo Alfred Jarry. En Ubú cornudo, se produce una lucha entre sabios: el egiptólogo coleccionista de poliedros Achras –que trata a “sus criaturas” con auténtica ternura– y el doctor en patafísica Ubú.

2. Music from Mathematics por @MartaMachoS en ZTFnews

Music from Mathematics (1962) es un hito en la historia de la composición electrónica: reúne melodías programadas por los técnicos de Bell Telephone Laboratories en el –entonces– “nuevo” IBM 7090, el primer ordenador comercial de esta empresa.

3. Una tirada de dados jamás abolirá el azar por @MartaMachoS en ZTFnews

Nos acercamos a la obra del poeta Stéphane Mallarmé (1842-1898) quien falleció hace 115 años. En sus poemas, Mallarmé cuidaba –además de los versos– los elementos gráficos: la tipografía, la distribución de los espacios en blanco, etc. Accedemos a la obra citada en el título en versión del poeta mexicano Octavio Paz.

4. Ciencia en la pared por @MartaMachoS en ZTFnews

Toda la ciencia que puedas desear está contenida en los muros de esta inmensa habitación…

5. Si Fermat hubiese sido compositor… por @MartaMachoS en ZTFnews

Un guiño en forma de viñeta que hace referencia al último teorema de Fermat y la famosa nota que el matemático escribió en el margen de su ejemplar de la Arithmetica de Diofanto.

6. Rebaños de cabras y decisiones de grupo por Herminio López en Matifutbol

Herminio López nos explica la “Paradoja de Abilene” que trata sobre las malas decisiones que en determinadas ocasiones toman los grupos, ya sean comunidades de vecinos, familias, grupos de amigos, equipos directivos, parlamentos, consejos de administración, o sociedades enteras, que acaban haciendo algo que ninguna de ellas quiere de forma individual.

7. Ciencia, científicos y libros por @jlmgarvayo en este blog

Curiosidades acerca de los libros que poseyeron algunos científicos, y sus marcas de propiedad.

8. Los premios Ig Nobel 2013 por @MartaMachoS en ZTFnews

¿No sabes que los premios Ig Nobel son una parodia de los premios Nobel?

9. La paradoja de Condorcet por @MartaMachoS en ZTFnews

Conoceremos la famosa paradoja que lleva por nombre el del filósofo, matemático y politólogo Nicolas de Condorcet.

10. El tamaño de los tercios por @MartaMachoS en Cuaderno de Cultura Científica

Eso de sumar fracciones es algo que no se le da bien a cualquiera. Y es precisamente lo que le sucede a César, el protagonista de esta anécdota extraída de la obra de teatro Marius de Marcel Pagnol.

11. Las nueve campanadas de Tom Johnson por @MartaMachoS en ZTFnews

Compuesta en 1979 por Tom Johnson, Nine Bells explora los posibles caminos que unen nueve campañas de diferentes tamaños ―la música que puede componerse dependiendo del orden y la intensidad con que se toquen― suspendidas en una cuadrícula de 3×3, cada una de ellas situada a distancia de 6 pies de las campañas contiguas.

12. Crónicas científicas de un viaje a Cambridge (Parte II): Auténticos gigantes por @luisccqq en El Cuaderno de Calpurnia Tate

Luis nos cuenta las experiencias de su fascinante viaje a Cambridge (no olviden leer la primera parte)

13. El pantógrafo de Wallace por @MartaMachoS en ZTFnews

William Wallace inventó una especie de pantógrafo, el “eidógrafo”, un instrumento de dibujo para reproducir una figura a escala, pero usando un principio diferente del primero.

14. Los conflictos, claves en el desarrollo de las civilizaciones por @MartaMachoS en ZTFnews

Nos detalla un estudio cuyo objetivo es aplicar el análisis matemático en el campo de la historia para determinar cuáles son los factores más influyentes en la propagación de los estados humanos y de las poblaciones. ¿Por qué las sociedades complejas se desarrollan y se extienden en algunas regiones pero no en otras?

15. Bárbol en Monfragüe por @altatoron en El Neutrino

Paseamos por el Parque Nacional de Monfragüe, y encontramos con un árbol nudoso y medio desarraigado. Un muñón de raíz se levanta del suelo como un enorme pie, con su talón, sus dedos, y en el que incluso puede verse una uña puntiaguda. El árbol, que parecía a punto de echar a andar, me recordó a los ents, los pastores de árboles imaginados por Tolkien en El señor de los anillos, semejantes a árboles ellos mismos.

16. Axioma y simulación por @MartaMachoS en ZTFnews

Axioma y simulación examina la manera en la que los seres humanos cuantifican nuestro entorno natural por medio del uso de medios científicos y digitales. Como una cultura global desarrollada, estamos constantemente transformando los elementos de nuestro entorno físico en cálculos abstractos no físicos con el fin de obtener una mayor comprensión de nuestro entorno complejo.

17. Un testimonio indecidible por @teoremadegoedel en Literatura es aprehender a la realidad

Una alegoría para comprender el teorema de Gödel.

18. Dictamen objetivo por @teoremadegoedel en Literatura es aprehender a la realidad

1. La velocidad de la luz es constante para todos los marcos de referencia.

2. Las leyes de la Física son válidas en todos los marcos de referencia.

19. Casi todo es espacio vacío por @teoremadegoedel en Literatura es aprehender a la realidad

Un pasaje sobre Ernest  Rutherford y los premios Nobel

20. Pierre Louis Maupertuis y su expedición a Laponia por @MartaMachoS en ZTFnews

Un paseo por la biografía del filósofo, matemático, físico y astrónomo francés Pierre Louis Maupertuis.

21. Un químico de cine por Mercedes Iriarte Cela en Triple enlace química

El 3 de septiembre de 1991 Frank Capra, ingeniero químico y director de cine, moría de un ataque al corazón mientras dormía en su casa de La Quinta, en California, cuando contaba con 94 años de edad. Hacía ya tiempo que se había convertido en un químico de cine.

22. Stendhal, ¿un fallido matemático? por @MartaMachoS en Cuaderno de Cultura Científica

El escritor Henri Beyle (1783-1842) –más conocido como Stendhal– cursó sus estudios de secundaria desde 1796 en la Escuela Central de Grenoble, logrando unas excelentes calificaciones en matemáticas. En 1799 se trasladó a París para estudiar en la elitista Escuela Politécnica, pero una enfermedad le impidió ingresar en ella. ¿Quizás se perdió en ese momento a un latente genio de las matemáticas?

23. El arte en la química, homenaje a Irving Geis por Flagelum en Flagellum. Impulsando la comprensión de la ciencia

Cuando ningún ordenador era ni siquiera capaz de proyectar las intrincadas y complejas estructuras químicas de las proteínas y ácidos nucleicos Irving Geis lo hacía y de que manera. Múltiples generaciones han podido disfrutar y entender la belleza de las formas de las macromoléculas gracias a sus maravillosas ilustraciones, como la que hiciera de la primera proteína resuelta de forma tridimensional a nivel atómico: la hemoglobina.

24. Química en la literatura (III): El quadern gris por @Ununcuadio en Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

Descubrimos que Josep Pla fue un posible químico. Dolores nos deja el fragmento (en catalán) de El quadern gris donde nos lo cuenta.

25. Desafíos globales en el siglo XXI: la superpoblaciónpor @aitor_santis en ABARITZETA

Análisis de algunos de estos desafíos a los que se enfrenta la Humanidad, empezando con la superpoblación gracias a los trabajos de Malthus.

26. Alicia, escrita en un “cuadriculado” alfabeto” por @MartaMachoS en ZTFnews

La “nictografía” es una forma de taquigrafía creada por el matemático y escritor Lewis Carroll en 1891. Carroll inventó este sistema porque se despertaba a menudo de noche, y quería anotar rápidamente los pensamientos que le venían a la cabeza sin tener que perder el tiempo en encender una lámpara para apagarla poco después.

27. Demasiada felicidad: Sofía Kovalevski vista por Alice Munro por @MartaMachoS en ZTFnews

Muchas personas que no han estudiado matemáticas las confunden con la aritmética y las consideran una ciencia seca y árida. Lo cierto es que esta ciencia requiere mucha imaginación.

SOFIA KOVALEVSKI

Con esta cita comienza el último cuento de Demasiada felicidad (2009) de la Premio Nobel de Literatura 2013 Alice Munro.

28. El problema de William Molyneux por @MartaMachoS en ZTFnews

Molyneux ―considerado como el fundador de la ciencia moderna en Irlanda— habla en su trabajo científico más conocido Dioptrica Nova, A treatise of dioptricks in two parts, wherein the various effects and appearances of spherick glasses, both convex and concave, single and combined, in telescopes and microscopes, together with their usefulness in many concerns of humane life, are explained (Londres, 1692) sobre visión doble, telescopios, óptica geométrica, luz y refracción.

29. ¿Cómo hacen ESTO los…? (y las…) por @MartaMachoS en ZTFnews

Curiosidades de una poesía científica

30. Calvino y sus invisibles y matemáticas ciudades por @MartaMachoS en ZTFnews

Un repaso a esta obra del escritor –y miembro del grupo OuLiPo– Ítalo Calvino (1923-1985), que cumpliría  90 años.

31. Día de Ada Lovelace 2013 por @MartaMachoS en ZTFnews

El Día de Ada Lovelace se instauró como un día para compartir historias de mujeres —ingenieras, científicas, tecnólogas o matemáticas— que te han inspirado. El objetivo de esta iniciativa es crear nuevos modelos para niñas y mujeres en estos campos tan masculinizados.

Publicado por José Luis Moreno en BREVE, 7 comentarios

Participaciones en la VII Edición del Carnaval de Humanidades

     Última actualizacón: 3 febrero 2021 a las 12:07

1.    Achras y sus poliedros por @MartaMachoS en ZTFnews

  1.    Music from Mathematics por @MartaMachoS en ZTFnews

  2.    Una tirada de dados jamás abolirá el azar por @MartaMachoS en ZTFnews

  3.    Ciencia en la pared por @MartaMachoS en ZTFnews

  4.    Si Fermat hubiese sido compositor… por @MartaMachoS en ZTFnews

6.    Rebaños de cabras y decisiones de grupo por Herminio López en Matifutbol

7.    Ciencia, científicos y libros por @jlmgarvayo en este blog

8.    Los premios Ig Nobel 2013 por @MartaMachoS en ZTFnews

9.    La paradoja de Condorcet por @MartaMachoS en ZTFnews

10.  El tamaño de los tercios por @MartaMachoS en Cuaderno de Cultura Científica

11.  Las nueve campanadas de Tom Johnson por @MartaMachoS en ZTFnews

12. Crónicas científicas de un viaje a Cambridge (Parte II): Auténticos gigantes por @luisccqq en El Cuaderno de Calpurnia Tate

13. El pantógrafo de Wallace por @MartaMachoS en ZTFnews

14. Los conflictos, claves en el desarrollo de las civilizaciones por @MartaMachoS en ZTFnews

15. Bárbol en Monfragüe por @altatoron en El Neutrino

16. Axioma y simulación por @MartaMachoS en ZTFnews

17. Un testimonio indecidible por @teoremadegoedel en Literatura es aprehender a la realidad

18. Dictamen objetivo por @teoremadegoedel en Literatura es aprehender a la realidad

19. Casi todo es espacio vacío por @teoremadegoedel en Literatura es aprehender a la realidad

20. Pierre Louis Maupertuis y su expedición a Laponia por @MartaMachoS en ZTFnews

21. Un químico de cine por Mercedes Iriarte Cela en Triple enlace química

22. Stendhal, ¿un fallido matemático? por @MartaMachoS en Cuaderno de Cultura Científica

23. El arte en la química, homenaje a Irving Geis por Flagelum en Flagellum. Impulsando la comprensión de la ciencia

24. Química en la literatura (III): El quadern gris por @Ununcuadio en Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

25. Desafíos globales en el siglo XXI: la superpoblación por @aitor_santis en ABARITZETA

26. Alicia, escrita en un “cuadriculado” alfabeto” por @MartaMachoS en ZTFnews

27. Demasiada felicidad: Sofía Kovalevski vista por Alice Munro por @MartaMachoS en ZTFnews

28. El problema de William Molyneux por @MartaMachoS en ZTFnews

29. ¿Cómo hacen ESTO los…? (y las…) por @MartaMachoS en ZTFnews

30. Calvino y sus invisibles y matemáticas ciudades por @MartaMachoS en ZTFnews

31. Día de Ada Lovelace 2013 por @MartaMachoS en ZTFnews

Publicado por José Luis Moreno en BREVE, 5 comentarios
Ciencia, científicos y libros

Ciencia, científicos y libros

     Última actualizacón: 31 agosto 2017 a las 12:06

Una de las cosas que más me llaman la atención del mundo de los libros es la pasión que experimentan los bibliófilos al tener en sus manos un determinado ejemplar. Este afán de posesión, de pertenencia, se manifiesta y se hace patente de forma llamativa con el ex libris.

Podemos definir el ex libris como la marca de propiedad que se coloca en un libro para dejar constancia de la misma o de su fabricación, encuadernación, iluminación etc. Desde el mismo comienzo de la historia del libro, cada una de las personas o colectivos que intervienen en el proceso de darle vida o, por el simple deseo de mostrar orgullo por una adquisición, han rubricado sus trabajos mediante marcas peculiares que procuraban dejar visibles en sus obras.

Marcar, en general, es señalar con signos distintivos, y la marca sirve para diferenciar unas cosas de otras, o para demostrar su pertenencia. La propia definición del diccionario de la RAE de marca nos lleva a la palabra señal, que en rigor viene a ser sinónima para nuestros propósitos.

Un libro es la unión material de dos partes bien diferenciadas: su concepción y escritura por un lado; y por otro, la realidad tangible como objeto. Como sucede en muchas ocasiones, un libro ya editado puede ser motivo de admiración (con independencia de su contenido) como obra de arte por poseer características especiales en la impresión del texto o en la encuadernación.

El impresor pone su marca generalmente en el colofón (inscripción o emblema que identifica la imprenta o el editor al final de un libro. También puede incluir el número de tirada y el escudo del impresor); mientras que el editor lo hace en la cubierta o en la portada (cada una de las partes, anterior y posterior, que cubre los pliegos de un libro). El librero adhiere una etiqueta (en la actualidad casi siempre retirable) o se identifica mediante sello; y el encuadernador suele firmar su trabajo en la cubierta o al reverso, o en el borde sobre la guarda (las hojas de papel pegadas en las cubiertas interiores, que unen el bloque del libro a las cubiertas. Sirven para proteger el interior de la encuadernación).

Por último, y en lo que a nosotros nos interesa ahora, quien adquiere un libro puede colocar su ex libris, y a veces estampa el superlibros, sobre una o ambas tapas de cubierta (el superlibros es cuando la inscripción o marca del propietario aparece incorporada a la encuadernación en la cubierta, generalmente en obras antiguas de gran valor artístico). Cuando un propietario coloca su ex libris, no sólo deja una marca física sino una impronta ya que permite, si el volumen cambia de dueño con el paso del tiempo, que se vayan acumulando los ex libris y así poder seguir la historia vital de ese ejemplar. Se puede aprender mucho sobre la forma de pensar de una persona estudiando su biblioteca (recomiendo para los interesados el delicioso libro de Jesús Marchamalo “Donde se guardan los libros”)

La expresión más sencilla del ex libris consiste, como tantos hemos hecho, en escribir el nombre del propietario normalmente en la guarda de portada. Los entendidos en la materia sostienen sin embargo que el ex libris ha de ser dibujado expresamente para el uso a que se destina, que debe desarrollar una idea decorativa o un símbolo referente a su propietario, y que no se pueden emplear en ninguna otra misión. Como ya habrán supuesto, el propio ex libris puede acrecentar el valor de un libro si es particularmente artístico y, sobre todo, si el titular es o ha sido una personalidad relevante.

La historia de los propietarios está unida a la historia misma de los libros. En principio, y por lo costoso de aquéllos, la condición de bibliófilo iba aparejada a la del poder social y económico ya que sólo los poseían los miembros de la aristocracia y, sobre todo, las bibliotecas de los monasterios, que los intercambiaban para hacer copias.  Y como ocurre con el linaje de los blasones, así se pasaban en herencia los libros, añadiendo a los escudos (y por ende a los ex libris) los méritos y títulos adquiridos por cada generación.

Antes de mostrar algunos ejemplos que considero relevantes, veamos una sencilla clasificación:

  • Ex libris manuscritos: están hechos con pluma, lápiz o pincel, a mano, reproduciendo nombres y apellidos, o bien sentencias, divisas o blasones en relación con el propietario del libro, colocándose generalmente en las primeras páginas de su interior.
  • Superlibros: es la reproducción, en la cubierta de los libros, de nombres y apellidos de los propietarios, o bien monogramas, escudos de armas etc.
  • Ex libris: que son impresos y estampados en hojas de papel, generalmente hechos por medio de planchas de metal, madera o piedra etc. y que se colocan en la primera guarda del libro.  En tiempos más recientes se ha optado por el modelado de un sello de caucho.

La diferencia se caracteriza en que los primeros están hechos a mano, los segundos, grabados en la cubierta de los libros, y los terceros, en que necesitan para su multiplicidad un sistema de reproducción.

Jacobus Breynius (Jacob Breyne 1637-1697)

Comerciante y botánico alemán, publicó varias obras de botánica. Se formó con Johann Hevelius y estudió las plantas extraueropeas, sobre todo las de Japón y Asia, lo que continuó su hijo Johannes Philippus Breynius, especialista en las de Sry Lanka

Como vemos, su ex libris es manuscrito, limitándose a escribir su nombre.

Chrétien Guillaume Lamoignon de Malesherbes (1721-1794)

Jurista francés nacido en París, era hijo del canciller Lamoignon de Blancmesnil. Trabó amistad con los intelectuales de su tiempo, como Diderot, y fue capital su colaboración para que la famosa Encyclopédie pudiera editarse. En 1775 fue hecho ministro de la casa del Rey. Retirado, fue un experto botánico que mantuvo sonadas disputas con Georges Louis Leclerc, conde de Buffon. Llegó a reunir una rica biblioteca especializada en autores clásicos aunque, tras acudir en defensa jurídica del rey Luis XVI en sus últimos momentos, murió guillotinado en 1794.

Su ex libris no contiene su nombre, aunque es perfectamente identificable.  Se trata de un estampado colocado en la primera guarda del libro.

Philibert-Charles-Marie Varenne de Fenille (1730-1794)

Hijo de Jacques Varenne, secretario de los Estados de Bourgogne y receptor general de finanzas de Bretaña, nació en Dijon y estudió leyes en Lyon, aunque era un abogado poco brillante. Decidió por ello seguir la carrera paterna y fue receptor de impuestos desde 1757. Se instaló en Bourg-en-Bresse, y allí se dedicó al estudio de la agricultura, agronomía y algunas artes.

Se convirtió en gran propietario y buen conocedor de la jardinería, llegando a ser conservador de los bosques de l’Ain en 1791. Gracias a sus escritos y acciones se convirtió en el padre de la ciencia forestal francesa, siendo amigo de Buffon y de Malherbes. Fue arrestado y condenado por un tribunal revolucionario a la muerte: murió guillotinado en 1794.

Comprobamos que este ex libris es más elaborado que los dos anteriores y sigue el diseño que podríamos llamar de escudos de armas heráldicos (escudo: De azur, doble faja de oro y tres alas de plata, dos en el jefe y una en el abismo; al timbre, corona de marqués y dos leones, a diestra y siniestra).

Joan Gibert Queraltó (1907-1998)

Joan Gibert Queraltó, médico nacido en Barcelona, fue consejero y miembro de un sinfín de sociedades médicas internacionales y recibió numerosas distinciones y reconocimientos académicos en España. Durante tres décadas fue el médico con mayor presencia en los medios de comunicación barceloneses. Sus idas y venidas al extranjero, la asistencia a congresos, los ciclos de conferencias y sus representaciones y cargos médicos siempre tenían reservado un espacio en la prensa de Barcelona.

Hubo de costearse su propia carrera trabajando en los muelles de carga en la estación del ferrocarril y, tras tres años de estudio, en 1931 se licenció en la Facultad de Medicina de Barcelona. Completa estudios en París y Austria, país donde se sintió atraído por el rigor científico de la cardiología alemana. Su vida profesional transcurrió como Catedrático de Cardiología en la Universidad de Barcelona hasta 1978, año de su jubilación.

Vivía en el número 301 de la calle Muntaner, y enfrente —en el 292— tenía su consulta privada, que era donde estaba instalada su biblioteca. En este piso de unos 500 metros cuadrados, más de la mitad estaba dedicada a libros: además de dos salas de espera con numerosos títulos, tenía un despacho-biblioteca y una biblioteca adosada. Su fondo estaba formado principalmente por dos bloques: el mayor volumen era el representado por libros técnicos de medicina; de estos, una parte fue a parar a la biblioteca de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña y Baleares. La otra parte significativa venía a estar formada por ediciones de bibliófilo. El doctor Juan Gibert Queraltó vivía para su profesión y para los libros (en su casa siempre eran bien recibidos los corredores de libros de bibliófilo de la época).

Aquí mostramos su ex libris, uno de los más bellos entre los firmados por E. C. Ricart, con el lema en latín “Fractis Obicibus Opus Exigo”.

Hasta ahora hemos visto ex libris de personas individuales, pero hemos de señalar que muchas sociedades, asociaciones e instituciones (como bibliotecas y universidades) también cuentan con estas marcas para sus libros.  He seleccionado algunos:

Sociedad literaria de Nueva York.

 

Biblioteca Dibner.

 

Universidad de California en Davis.

Y, por supuesto:

Royal Society.

Bien, ya me he alargado demasiado pero no quería terminar sin mencionar un caso bastante peculiar. Charles Darwin, a quien todos ustedes seguro conocen, era un lector ávido y sistemático. Gracias a la labor de su hijo Francis, hoy disponemos de la mayor parte de su biblioteca ya que en 1908 la donó a la Facultad de Botánica de la Universidad de Cambridge. Se compone de un total de 1480 libros, aunque quizás, el principal atractivo de este legado sea poder leer las anotaciones a lápiz que hizo en gran parte de esas obras. Gracias a estos rastros de su intelecto, podemos comprender mejor cómo pensaba y cómo evaluaba las reacciones a sus propias publicaciones.

En fin, un regalo que todos podemos disfrutar gracias a la labor de digitalización de la Biodiversity Heritage Library y de Darwin Online.  Les recomiendo que dediquen unos minutos (o mejor horas) a navegar por las obras que Darwin poseyó.

Este ex libris perteneció a Francis Darwin, hijo de Charles Darwin, que lo utilizó para marcar las obras que había heredado de su padre y que, más tarde, pasarían a formar parte del patrimonio de la Universidad de Cambridge.  Charles Darwin no usó ex libris propio.

Referencias

Bouza, A. L. (1990), El Ex libris, tratado general: su historia en la corona española. Madrid: Patrimonio Nacional, 148 p.

Dexter Allen, Charles (1905), American book-plates: a guide to their study with examples … With a bibliography by Eben Hewins … Illustrated with many reproductions of rare and interesting book-plates and in the finer editions with many prints from the original coppers both old and recent. New York: The Macmillan Company.

Henry-André (1908), Les ex-libris de médecins et de pharmaciens: ouvrage complété par des listes internationales des ex-libris et devises des membres de ces corporations, suivi d’une étude sur les marques personnelles macabres. Chez l’Auteur.

Colección de la Real Biblioteca. Patrimonio Nacional

Este post participa en la VII Edición del Carnaval de Humanidades, acogido en este blog.

Publicado por José Luis Moreno en ARTE, CIENCIA, 4 comentarios
Comienza la VII edición del Carnaval de Humanidades

Comienza la VII edición del Carnaval de Humanidades

     Última actualizacón: 3 febrero 2021 a las 12:07

Sean todos bienvenidos a su casa. Es un honor y un privilegio poder organizar la VII Edición del Carnaval de Humanidades. Antes de nada, quiero expresar mi agradecimiento a Ana (@crazy_apotheek), la organizadora de la VI Edición recién concluida, por el esfuerzo y la pasión con que ha llevado a cabo su tarea, bastante complicada debido a las fechas estivales en que se ha desarrollado. Tampoco quería dejar pasar la oportunidad de agradecer a Dolores (@Ununcuadio) su labor en la V Edición, ya que su derroche de ilusión y propuestas para el debate fueron el detonante para que me planteara organizar alguna de las siguientes ediciones.

Permítanme una pequeña digresión. No soy científico, no he estudiado ninguna carrera relacionada con la ciencia, ni tampoco con la historia, la arqueología o la antropología ―aunque estoy embarcado en el estudio de Filosofía en la UNED― y mi profesión está muy lejos de guardar relación con la divulgación científica. Lo que quiero decir es que mi acercamiento a la ciencia, a la búsqueda de respuestas sobre la realidad y el funcionamiento del mundo ha sido autodidacta: cuando sentía curiosidad por algún tema en concreto acudía a algún libro, ya fuera en una biblioteca pública, en las bibliotecas de las diferentes facultades cuando estudiaba en la universidad, o bien, sencillamente, lo compraba en una librería.

De esta manera, con el paso de los años, además de atesorar una modesta biblioteca, me he convertido en un auténtico bibliófilo. Me encanta leer, leo mucho y leo con total concentración (una pena que tenga una memoria malísima) y disfruto viendo las estanterías llenas de libros que me han apasionado, que me han sorprendido y hecho reflexionar y, sobre todo, viendo aquellos que aún esperan pacientes a que tenga un rato libre para abrir sus páginas. Reconozco que reservo un lugar especial para los libros científicos (estoy recopilando una pequeña colección de primeras ediciones), obras que me han permitido entender un poco mejor quiénes somos, cómo es el mundo que nos rodea y, en definitiva, a amar la ciencia y el conocimiento en toda su extensión. Como verán, para mí, la unión de libro y ciencia es una mezcla poderosísima…

Y es aquí donde entra en juego nuestro Carnaval. Propongo como tema de esta edición “LOS LIBROS DE LA CIENCIA”, siglos de estudios, de sabiduría, de respuestas a los secretos del universo y del corazón del hombre preservados en las páginas de innumerables obras, muchas de las cuales se han convertido en esenciales. ¿Cuál es su libro científico preferido?, ¿deberían leerse, íntegra o parcialmente, en los colegios o universidades las obras de mayor relevancia de la historia de la ciencia?, ¿qué impresión les dejó la lectura de cualquiera de ellas?, ¿marcó su vocación?, ¿es importante o necesario que un científico sepa exponer con profundidad y en un lenguaje alejado de tecnicismos los avances en una determinada rama del conocimiento? Son algunas de las preguntas que se me ocurren y que expongo para incitar a la reflexión aunque, como es natural, podrán hablar de cualquier cosa que les interese y esté relacionada con el Carnaval.

Por ejemplo, ¿quién no conoce “El origen de las especies” de Charles Darwin? Creo que es el paradigma de la obra científica y de divulgación ya que su función no fue solamente la de describir una nueva teoría acerca de la evolución de los seres vivos, sino también un libro donde Darwin hizo verdaderos esfuerzos para hacer llegar esa idea al mayor número de personas (a pesar de ser legas en la materia). Y creo que ésta es una labor esencial de todo científico.

Los científicos, tanto en el pasado como en la actualidad ―algunos en mayor medida que otros― han sentido la necesidad de expresar sus ideas con mayor amplitud, con un lenguaje más accesible y, en definitiva, fuera del corsé de los artículos publicados en revistas especializadas. Estos trabajos, escritos de forma más o menos técnica pero, en cualquier caso, con la pretensión de que el público en general comprenda sus fundamentos son, de alguna forma, un regalo a la sociedad que es en definitiva la última depositaria de ese conocimiento.

En este sentido me viene a la memoria la figura inigualable de Stephen Jay Gould, zoólogo, paleontólogo y biólogo de primer nivel cuyo interés y conocimiento de la teoría de la evolución le llevó a plantear una de las propuestas más revolucionarias ―junto con Niles Eldredge― para explicar algunos vacíos en la teoría de la selección natural propuesta por Darwin: el equilibrio puntuado. Junto a su labor docente en la Universidad de Harvard y una mente analítica excepcional, destaca por su monumental labor divulgativa que tiene reflejo material en los cientos de columnas semanales publicadas en la revista Natural History y en decenas libros (prometo que he leído tres veces “La estructura de la teoría de la evolución” —una obra esencial para cualquiera interesado en el estudio de la evolución de las especies— aunque con seguridad necesitaré varias lecturas más comprender en profundidad todas sus implicaciones).

Portada Sidereus Nuncius

He escogido este tema para permitir un amplísimo margen de elección.  Podrían decantarse por la historia de la ciencia: las obras de los filósofos presocráticos, el pitagorismo, los sofistas, Demócrito, Sócrates, Platón, Aristóteles, San Agustín, o la escolástica hasta la Alta Edad Media.  También es destacable el impulso a la ciencia dado en el Renacimiento y, sobre todo, durante la Ilustración: Francis Bacon; Nicolás Copérnico y su De revolutionibus orbium coelestium “Sobre el movimiento de las esferas celestiales“ (publicado en 1543); Johannes Kepler con Mysterium Cosmographicum “El misterio cosmográfico” (publicado en 1596); Galileo Galilei con, por ejemplo, su Sidereus Nuncius “Mensajero o mensaje de las estrellas” (publicado en 1610); Descartes y tantos otros grandes pensadores que revolucionaron la ciencia.  Destacan sobremanera los trabajos de Newton, como sus Philosophiae naturalis principia mathematica “Principios matemáticos de la filosofía natural” (publicado en 1687), considerada una de las más importantes de la historia de la ciencia; así como las obras de Leibniz o Kant.

O también por los importantes descubrimientos en geología como los realizados por Charles Lyell y expuestos en sus Principles of Geology “Principios de geología” (publicados entre 1830 y 1833), Archibald Geikie y su Textbook of Geology “Libro de texto de geología” (publicado en 1882) o, a comienzos del siglo XX, las ideas de Alfred Wegener recogidas en Thermodynamik der Atmosphäre “Termodinámica de la atmósfera” y Die Entstehung der Kontinente und Ozeane “El origen de los continentes y los océanos” (1929) donde exponía por primera vez la teoría de la deriva continental.  Científicos como Antoine-Laurent de Lavoisier, padre de la química moderna, que escribió Traité élémentaire de chimie “Tratado elemental de química” (publicado en 1789), Humphry Davy, J.J. Thomson o Linus Pauling.

En biología podemos mencionar los trabajos del genetista Theodosius Dobzhansky quien con su Genetics and the origin of species “La genética y el origen de las especies” (publicado en 1937) unió por primera vez la evolución darwiniana y la genética mendeliana (en la llamada síntesis moderna), o las aportaciones del zoólogo Ernst Mayr, el botánico George L. Stebbins o el paleontólogo George G. Simpson.

Desde luego tendrán cabida trabajos recientes con los últimos avances en antropología, arqueología, medicina, genética, física de partículas, matemáticas y un largo etcétera.

Todos estos científicos y sus obras ―y muchas otras que no he citado ya que no habría espacio suficiente para incluirlas todas― han marcado una época, han impresionado y alimentado la curiosidad de otros científicos, el interés de la sociedad y, de esta forma, han abierto el camino a nuevos descubrimientos.

Tampoco quería dejar pasar la oportunidad de comentar la importancia de la labor de revistas como Scientific American (que edita una versión en castellano: Investigación y Ciencia) o National Geographic (que este año cumple su 125 aniversario), que ha sido pionera en llevar a todos los rincones del planeta no sólo imágenes impactantes, sino los relatos de primera mano de exploradores que han desvelado los secretos que guarda nuestro planeta como, por ejemplo, el del arqueólogo Hiram Bingham cuando descubrió la ciudad inca de Machu-Pichu.  Esta forma de enfocar la divulgación, con grandes fotografías y relatos llenos de viveza, ha hecho que muchos de sus lectores hayan decidido dirigir su futuro profesional al estudio de la ciencia: geografía, historia, arqueología, medicina, genética, astronomía etc.

No me extiendo más.  Solamente espero sus aportaciones para comenzar un debate que, sin duda alguna, será instructivo e interesante para todos.

Pueden enviarlas comentando en este post, por correo electrónico a la dirección blog@afanporsaber.es, y a través de twitter en las cuentas de @jlmgarvayo o @CarnavalHumanid. ¡Anímense a participar! Muchas gracias a todos los que hacen que este loco proyecto sea posible.

Las normas de este Carnaval ya son conocidas, pero es oportuno recordarlas aquí:

  1. La participación es libre y no remunerada. Si no tiene un blog, pondremos su post en el blog oficial del Carnaval de Humanidades.  Lo importante es que participe.

  2. Tiene que escribir al final de la entrada participante una frase como esta: «Este post participa en la VII Edición del Carnaval de Humanidades, acogido en el blog Afán por saber«.  Y, si le apetece, puede incluir el logo de esta edición del Carnaval:

  1. El plazo para presentar las entradas participantes comienza el 3 de septiembre y finaliza el 30 del mismo mes 15 de octubre (se amplía el plazo).

  2. La participación de las entradas se hará efectiva una vez que haya mandado un comentario a este post, un correo electrónico a la dirección blog@afanporsaber.es, o un tweet a @jlmgarvayo o @CarnavalHumanid.

  3. La temática es libre, siempre y cuando tenga relación con las Humanidades.  La organización del Carnaval de Humanidades se reserva el derecho de excluir aquellas entradas con contenido inadecuado (pseudocientífico, machista, xenófobo, grosero u ofensivo para cualquier individuo o grupo social).

  4. Al terminar el plazo de presentación de las entradas, se publicará un resumen de ellas. Durante el mes de octubre podrán votar los tres posts que les parezcan los mejores.  La mejor entrada será obviamente aquella que consiga más votos y se anunciará el 15 de noviembre de 2013.  Para fomentar el debate ―una de las asignaturas pendientes de este Carnaval― voy a introducir una nueva norma: cuando se voten los posts, deberán explicar brevemente el motivo de su elección.  Creo que de esta forma podremos abrir un nuevo canal para fomentar la discusión.

  5. El siguiente anfitrión se anunciará también durante el mes de septiembre.  Es su obligación aportar novedades e ideas que traten de mejorar el Carnaval de Humanidades.

Resúmenes de las ediciones anteriores

I Edición alojada en el blog del propio carnaval

II Edición alojada en Leet mi explain

III Edición alojada en El Cuaderno de Calpurnia Tate

IV Edición alojada en Literatura es aprehender a la realidad

V Edición alojada en Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión

VI Edición alojada en Cajón Desastre

Publicado por José Luis Moreno en CIENCIA, 45 comentarios
Humanidades para humanizar

Humanidades para humanizar

     Última actualizacón: 20 marzo 2018 a las 21:54

Casi no llego…  Esta es la última participación de este blog en la quinta edición del Carnaval de Humanidades. Desde que leí la magnífica presentación de nuestra anfitriona, tuve claro que tenía que esforzarme para lograr plasmar algunas de las ideas que rondan mi mente desde hace algún tiempo y que provocaron, en cierta medida, que empezara a escribir esta bitácora.

Y que mejor forma de hacerlo que a través de las preguntas que tan acertadamente se nos han planteado:

¿Qué harías para recuperar/valorar las Humanidades?

¿Hay Humanidades en la ciencia? ¿Dónde, cómo, cuándo?

¿Son importantes las Humanidades en el siglo XXI? ¿Por qué?

Las “Humanidades” ―del latín humanitas― se han venido considerando como el conjunto de disciplinas relacionadas con la cultura humana. Dicho así, tan genérica definición no sirve para nada, por lo que es más habitual definir las disciplinas humanísticas en contraposición con las disciplinas científicas: de aquí la división curricular de la mayoría de estudios académicos entre “letras” y “ciencias”. En el diccionario de la RAE, el término “humanidades” tiene la acepción de “letras humanas”, esto es, la literatura (especialmente la clásica), por lo que deja de lado otras disciplinas tradicionalmente atribuidas a las “letras” como la historia, la filosofía, el arte, la música etc. Por todo ello, y vista la dificultad de encontrar una definición que sea comúnmente aceptada, no me detendré en esta cuestión y daré por bueno lo que la mayoría de nosotros tenemos en mente cuando hablamos de Humanidades.

Sentada cual es mi intención al escribir esta entrada, no voy a discutir aquellos temas que se han tratado con profundidad en otros lugares como, por ejemplo, la celebérrima obra de Charles Percy Snow titulada “Las dos culturas” —intelectuales de letras por un lado y científicos por otro— porque considero que nos encontramos inmersos, como ha defendido John Brockman, en la “tercera cultura”: una época en la que científicos y otros pensadores del mundo empírico, a través de su trabajo y artículos explicativos, han ocupado el lugar de los intelectuales tradicionales (intelectuales de letras) para hacer visibles los significados más profundos de nuestras vidas, redefinir quién y qué somos. Así, los intelectuales de letras ya no se comunican con los científicos, sino que los propios científicos han pasado a comunicarse directamente con el gran público, haciendo notables esfuerzos por expresar sus pensamientos más profundos de forma que sean accesibles para quienes los leen o escuchan.

¿Qué harías para recuperar/valorar las Humanidades?

El enunciado de esta pregunta ya nos deja entrever que las Humanidades no se encuentran en su mejor momento. Comprobamos que esto es cierto por ejemplo cuando la posibilidad de desarrollar en nuestro país una carrera investigadora en Humanidades depende exclusivamente de la docencia, es decir, no existe en puridad una carrera investigadora ya que sólo se convocan plazas cuando quedan vacantes puestos docentes a los que habitualmente solo pueden optar quienes ya son profesores. Esta situación dificulta enormemente la incorporación de las nuevas generaciones y genera una profunda frustración personal.

Para ilustrar esta situación no hace falta más que examinar la tabla que se muestra a continuación y que recoge las estadísticas de publicación de artículos científicos referidos a las Humanidades en España y su relación con el resto del mundo. Los datos hablan por sí solos.

Indicadores bibliométricos de la actividad científica española. Madrid: FECYT, 2004

Indicadores bibliométricos de la actividad científica española. Madrid: FECYT, 2004

La situación por tanto no es halagüeña. A pesar de todo, si queremos que las Humanidades recuperen su pasado esplendor, opino que es esencial fomentar el interés de la sociedad por estas disciplinas. Hoy en día se piensa que estudiar Humanidades no es más que recitar con mayor o menor exactitud una larga serie de datos aprendidos de memoria: genealogías de reyes, fechas históricas, datos de las principales obras de arte etc. Nada más lejos de lo que debería ser.

Sinceramente pienso que la sociedad está interesada en conocer nuestra cultura, presente y pasada, aunque es reacia a sumergirse de lleno en ella por la metodología que se emplea en su enseñanza. Por eso debemos fomentar la curiosidad por conocer nuestras raíces, nuestros antepasados, personas como nosotros que se esforzaban por adaptarse a los diferentes tiempos que les tocaron vivir. Como ha expuesto Arturo Leyte:

Hay que reivindicar el estudio de la cultura humana, el cultivo de lenguas, textos y objetos que nos precedieron. No con un fin arqueológico, sino con el de constituir un modelo democrático de ciudadanía

Se hace necesario sacar las clases fuera de las aulas. Por suerte para nosotros vivimos en un país, en un entorno, con un patrimonio artístico, cultural y monumental de primer orden que apenas valoramos. Qué útil sería que la historia se enseñara visitando las ruinas arqueológicas, que los arqueólogos, geógrafos, historiadores y demás humanistas pudieran transmitir con verdadera pasión su quehacer diario, permitir a los jóvenes palpar nuestro pasado y experimentar de primera mano quienes fuimos.

Del mismo modo, estudiar literatura no debería consistir únicamente en aprender la biografía y la lista de obras de los escritores. Como insistía un premio nobel de literatura que escuché hace poco ―perdonadme por no recordar su nombre― la asignatura de literatura debería consistir, simplemente, en enseñar a leer y escribir. Fomentar la visita asidua de las inmejorables bibliotecas españolas, tanto públicas como de nuestro Patrimonio Histórico. Leer libros sin tener que seguir un guión preestablecido a escritores españoles de la Generación del 27 por ejemplo, enseñar a leer profundizando en los textos, haciendo valer la imaginación, la construcción de los personajes, la creación de historias, la descripción, en definitiva, de la concreta realidad que acompaña a cada obra y escritor. Si para ello es preciso acudir a “El Señor de los Anillos”, “20.000 leguas de viaje submarino” o las novelas de Jane Austen, desde luego hay libros peores que estos.

Vista la situación actual, tengo mis dudas de que el estudio de las Humanidades tenga futuro en nuestra sociedad cada vez más tecnificada. Quizás su destino sea desaparecer en el olvido. Desde luego, si la única salida de un estudiante de Humanidades es la enseñanza, y si la forma de medir el éxito en estas disciplinas es ocupar un puesto docente, mejor que dejemos de esforzarnos.

¿Quiere una sociedad, por medio de su Gobierno, formar a sus jóvenes ciudadanos en estudios como la historia, la literatura, el arte, las lenguas clásicas o la filosofía?, ¿o prefiere una educación de la que haya desaparecido la posibilidad de leer, escribir, interpretar, juzgar y decidir cultivadamente?

Hoy por hoy la respuesta es clara.

globo

¿Hay Humanidades en la ciencia? ¿Dónde, cómo, cuándo?

Por supuesto que hay Humanidades en la ciencia.  La ciencia es cultura.

Debemos partir de que el conocimiento científico es un devenir esencialmente histórico, avanza sobre la base de descubrimientos realizados con anterioridad y gracias al continuo afán por saber del ser humano. Ya lo dijo Newton: la ciencia avanza a hombros de gigantes.

El nacimiento del lenguaje articulado, las primeras manifestaciones del arte rupestre, el nacimiento de la agricultura, la ganadería, el sedentarismo, la formación de las primeras ciudades, el nacimiento de la escritura, el surgimiento del primer sistema de gobierno y demás logros del ser humano no son más que pasos en nuestro desarrollo como especie. La filosofía surgió cuando la cultura griega había alcanzado su madurez; la revolución científica de los siglos de oro tuvo sus antecedentes en los trabajos de los pensadores medievales y en la nueva interpretación de los textos clásicos. Podría decirse que es la evolución lógica del pensamiento humano.

La tecnología impregna nuestra vida. En mi opinión, los científicos están cumpliendo con enorme éxito el papel que les otorga la tercera cultura que propone Brockman: divulgar sus descubrimientos y hacerlos accesibles a los legos. Hoy en día hay un apetito voraz por comprender nuestro entorno, saber qué nos depara el futuro, como avanza la tecnología y cómo evolucionaremos como especie: horas de documentales, miles de blogs y páginas de internet así como la edición de cientos de libros anualmente, dan fe de que la ciencia está a nuestro alrededor de forma constante y que es relativamente sencillo informarse con rigurosidad de cualquier tema.

Por ello, quizás el esfuerzo no debamos pedírselo a los científicos sino a los intelectuales de letras para que su mensaje llegue a la sociedad con mayor eficacia. El conocimiento de las Humanidades no debe reducirse a leer algunos libros y saber algo historia, sino profundizar realmente en nuestro pasado, en las diferentes culturas que viven ―y han vivido― en nuestro planeta, aprender a valorar el arte y la música como reflejo de lo que nos hace humanos.

mapamundi

¿Son importantes las Humanidades en el siglo XXI? ¿Por qué?

Las Humanidades son importantes porque desarrollan la imaginación, el espíritu crítico y el juicio ético, así como fomentan la exploración y permiten la conservación y transmisión de nuestra memoria colectiva. Las Humanidades sitúan a la ciencia en su contexto temporal. El ser humano es cultura.

Como he expuesto más arriba, la investigación científica y los avances tecnológicos que lleva aparejada no se pueden entender separados de la sociedad y de su historia, son productos culturales que viajan en paralelo al desarrollo de una capacidad crítica y de unos criterios éticos que son imprescindibles para nuestro desenvolvimiento como sociedad. La ciencia sin humanidad es inútil.

Termino con la explicación del título de este artículo: las Humanidades son imprescindibles para hacernos más humanos, para que comprendamos quiénes somos, de dónde venimos y a dónde debemos ir. La humanidad sin ciencia no tiene futuro.

Este post participa en la V Edición del Carnaval de Humanidades acogido en Pero eso es otra historia

Publicado por José Luis Moreno en FILOSOFÍA, 5 comentarios