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La homeopatía no funciona

La homeopatía no funciona

     Última actualizacón: 22 abril 2019 a las 20:34

La homeopatía no funciona. ¿De verdad? Que estemos en pleno siglo veintiuno y que aún tengamos que ir repitiendo que la homeopatía es un engaño día sí, día también, parece una broma pesada. Hace días que internet hierve debido a una serie de comentarios y noticias publicadas en varias páginas web —incluso periódicos— que se hacen eco de un estudio de revisión publicado el año pasado sobre la homeopatía y que vamos a analizar a continuación. Como digo, el informe en cuestión se conoce desde hace casi un año, pero ahora vuelve a la palestra por diversos motivos.

El pasado 16 de febrero, Paul Glasziou, profesor en la facultad de medicina y ciencias de la salud de la Universidad de Bond (Australia), publicó una anotación en el blog del British Medical Journal donde se desahogaba ante una nueva campaña de recogida de fondos del Consejo Internacional para la Homeopatía. Esta “organización” busca fondos no para realizar estudios, investigaciones o ensayos que traten de demostrar la eficacia de sus productos, sino para atacar el informe antedicho. Glasziou fue el presidente del grupo de trabajo a quien el Consejo Nacional de Salud e Investigación Médica de Australia (NHMRC por sus siglas en inglés) encargó la tarea de revisar las conclusiones de 176 ensayos sobre la homeopatía para comprobar si los tratamientos eran efectivos.

Tratamientos electro-homeopáticos del Conde Cesare Mattei, Bolonia, Italia, 1873. Wellcome Images. CC

Tratamientos electro-homeopáticos del Conde Cesare Mattei, Bolonia, Italia, 1873. Wellcome Images. CC

Lo que hizo el panel de expertos del NHMRC fue revisar la evidencia científica sobre la eficacia de la homeopatía en el tratamiento de una variedad de cuadros clínicos con el objetivo de proporcionar a los australianos una información fiable sobre su uso. Los trabajos consistieron en:

  • Una revisión sistemática de la evidencia de los estudios sistemáticos disponibles sobre la eficacia de la homeopatía en el tratamiento de una variedad de enfermedades en los seres humanos.
  • Elaboración de un informe sobre las pruebas presentadas al NHMRC antes del comienzo de la revisión.
  • Elaboración de un informe sobre las pruebas presentadas al NHMRC durante el periodo de consulta pública sobre el borrador del informe; y
  • La toma en consideración de las directrices publicadas y otros informes del gobierno.

Entre las directrices de trabajo se definió que un tratamiento se considera eficaz cuando da lugar a una mejoría en la salud que no se puede explicar por el efecto placebo, al tiempo que esas mejoras deben ser significativas para el estado general de salud de la persona. Además, tiene que haber pruebas de que esas mejoras en la salud de quienes siguen el tratamiento no se deben al azar. Por último, el resultado se debe comprobar en varios estudios, no en casos aislados.

Las pruebas sobre la eficacia de la homeopatía se obtuvieron identificando en primer lugar las revisiones sistemáticas que habían evaluado la eficacia de la homeopatía en el tratamiento de diferentes enfermedades en los seres humanos. Se localizaron 57 revisiones sistemáticas de este tipo que hacían referencia a 176 estudios individuales. Sólo se tuvieron en cuenta los estudios en los que se comparaban los efectos en un grupo que había recibido tratamiento homeopático frente a otro grupo que no lo había recibido (el llamado grupo de control).

Aparte de esta información, se aceptaron para su análisis los datos aportados por grupos con intereses en la homeopatía (laboratorios, asociaciones y otros grupos de presión), así como del público en general. Esta información se obtuvo antes del análisis de las revisiones sistemáticas y durante la elaboración del borrador del informe definitivo.

Las conclusiones del estudio son contundentes. No existen pruebas fiables en la investigación en seres humanos de que la homeopatía sea eficaz para el tratamiento de la gama de enfermedades consideradas. Entre los principales problemas detectados al analizar las investigaciones se destaca que gran parte de los estudios analizados no son de buena calidad y están mal diseñados (por ejemplo, el número de participantes es insuficiente para obtener resultados significativos).

Para algunas enfermedades, los estudios indicaron que la homeopatía no era más eficaz que el placebo. Sin embargo, para otras, había estudios de baja calidad que concluyeron que la homeopatía era más eficaz que el placebo, o tan eficaz como otro tratamiento. Sin embargo, debido precisamente a sus limitaciones, esos estudios no eran fiables para llegar a conclusiones acerca de la eficacia real de la homeopatía. Para las restantes enfermedades analizadas simplemente no era posible llegar a ninguna conclusión porque no había suficientes pruebas.

Glasziou reconoce que comenzó el proceso de revisión con una mentalidad abierta, una actitud de duda y curiosidad acerca de si realmente podían funcionar estos productos. Como él mismo sostiene, «¿quién habría creído hace no demasiado tiempo que las bacterias pudieran causar úlceras, o que las vacunas contra el cáncer se convertirían en una rutina?» Sin embargo, al final perdió el interés tras analizar las 57 revisiones sistemáticas (referidas a 68 enfermedades) y no encontrar convincentes efectos perceptibles más allá del placebo.

Lo más grave de todo esto es que las organizaciones que promueven/defienden la homeopatía las publicitan como útiles para tratar enfermedades infecciosas —como el SIDA o la malaria— en lugares de África donde constituyen un auténtico problema nacional. Teniendo en cuenta los tratamientos actuales que sí son efectivos frente a estas enfermedades, este comportamiento no sólo es condenable éticamente, sino que debería ser perseguido legal y judicialmente. Como afirma la declaración final del NHMRC: «Las personas que eligen la homeopatía pueden poner en riesgo su salud si rechazan o retrasan los tratamientos sobre los que existe una buena evidencia de seguridad y eficacia».

Dos médicos luchan sobre el método a utilizar en un paciente; dramatiza el conflicto entre la alopatía y la homeopatía. Grabado en madera coloreado. Wellcome Images. CC

Dos médicos luchan sobre el método a utilizar en un paciente; dramatiza el conflicto entre la alopatía y la homeopatía. Grabado en madera coloreado. Wellcome Images. CC

Edzard Ernst, profesor emérito de la Universidad de Exeter, también se ha aportado su punto de vista en relación con esta publicación. Un periodista del diario The Independent le pidió que le mandara un breve artículo (unas 500 palabras) sobre el informe australiano, cosa que hizo gustoso. Su sorpresa vino cuando editaron sus palabras y cambiaron el sentido de sus conclusiones. Como no había cobrado nada por escribir este artículo decidió publicar el original en su propia página web.

Afirma que la conclusión de que los remedios homeopáticos altamente diluidos son placebos puros es algo que ya se apreció en la época en que Hahnemann propuso sus teorías inverosímiles: que lo semejante cura lo semejante, y que diluir un remedio no lo hace débil sino más fuerte.

Los homeópatas han defendido durante los últimos 200 años que la ciencia aún no ha sido capaz de explicar cómo funciona la homeopatía. Insisten en que no se sabe si algo es bueno hasta que se prueba. Es decir, «si los pacientes se benefician de la homeopatía, significa que funciona independientemente de lo que diga la ciencia». En realidad, los pacientes se benefician del efecto placebo y de otros fenómenos que no están relacionados con las pastillas de azúcar que “recetan” los homeópatas. De hecho, para transmitir estos beneficios a sus pacientes, los médicos no necesitan placebos.

Por este motivo, Ernst sostiene que la pretensión de que hay un espacio para un debate legítimo acerca de la efectividad de la homeopatía es simplemente engañar a la gente. Después de investigar el tema durante más de dos décadas, está convencido de que el único lugar legítimo para la homeopatía está en los libros de historia. Y así debe ser.

Referencias

Publicado por José Luis Moreno en CIENCIA, 2 comentarios
Siete días … 25 de noviembre a 1 de diciembre (Stonehenge)

Siete días … 25 de noviembre a 1 de diciembre (Stonehenge)

     Última actualizacón: 27 octubre 2017 a las 13:49

BIOQUÍMICA

Un grupo internacional de investigadores consigue descifrar desde cero la estructura de una proteína y prueba las posibilidades de una tecnología para conocer las piezas que componen el rompecabezas de la vida.

Un grupo internacional de investigadores ha logrado por primera vez generar con láseres de rayos X un modelo 3D de la lisozima, una proteína que abunda en la clara del huevo, sin tener conocimiento previo de su estructura. Eso ha sido posible gracias al láser de rayos X LCLS del Laboratorio Nacional de Aceleradores SLAC y a un sistema de análisis de datos por ordenador que ha dado sentido a la información obtenida con el láser.

Esta tecnología puede superar algunas de las limitaciones de la cristalografía de rayos X tradicional. Normalmente, los rayos X, cuando se proyectan sobre los compuestos orgánicos que se pretende estudiar, pueden descolocar los átomos y sacarlos de su posición natural dentro de la estructura de la molécula. Además, para conocer esa estructura es necesario exponer a las moléculas que se quieren analizar a dosis importantes de radiación que dañan la información que contienen. Este problema se puede resolver en moléculas que forman grandes cristales bien ordenados, pero ese no es el caso de la mayor parte de las moléculas orgánicas. El sistema de cristalografía de láseres de rayos X somete a las estructuras que quiere estudiar a intensos bombardeos de rayos X, pero en un periodo extremadamente breve, del orden de los femtosegundos (en un segundo hay mil billones de femtosegundos). De esta manera, es posible obtener la información necesaria para reconstruir la estructura natural de la molécula antes de destruirla.

Los autores del artículo quieren pulir su técnica para poder estudiar proteínas aún más complejas, como las proteínas de la membrana que cubre las células, que son la diana a la que van dirigidos más de la mitad de los nuevos fármacos en desarrollo. Hasta ahora, solo se conoce en detalle la estructura de unas pocas de esas proteínas de membrana y el diseño de los medicamentos que funcionan porque se vinculan a ellas podría ser mucho más preciso, mejorando un sistema que tiene mucho de ensayo y error.

• Noticia Materia

• Artículo: De novo protein crystal structure determination from X-ray free-electron laser data

GENÉTICA

Exigen la retirada del estudio que vinculaba transgénicos con tumores.

Ratas alimentadas con maíz transgénico que desarrollaban en una proporción alarmante unos tumores del tamaño de una pelota de ping-pong. El estudio que el año pasado publicó la revista Food and Chemical Toxicology parecía mostrar el vínculo entre los alimentos modificados genéticamente y el cáncer. De hecho, se trataba, aparentemente, de la primera prueba científica de esta relación. El artículo, firmado por el biólogo molecular Gilles-Eric Séralini, fue recibido con escepticismo por la comunidad científica desde el primer día. Ahora, un año después, el director de la revista ha hecho pública una carta dirigida a Séralini en la que le pide que se retracte del artículo. Si no lo hace, le dice, será la publicación la que lo retire.

El editor jefe de la revista, A. Wallace Hayes, explica que un comité de expertos lleva meses revisando los datos proporcionados por los investigadores después de haber recibido cartas al editor posteriores a la publicación del artículo. «El comité expresó muchas dudas sobre la calidad de los datos y finalmente recomendó la retirada del artículo. He intentado contactar con usted para hablar de las razones de esta recomendación. Si no está de acuerdo con retractarse del artículo, este será retirado», le dice a Séralini.

El equipo de la Universidad de Caen, liderado por Séralini, investigó durante dos años a 200 ratas de laboratorio a las que dividió en tres grupos: las que alimentaron con el maíz transgénico NK603 (producido por Monsanto) en distintas proporciones (11%, 22% y 33% de su dieta); aquellas a las que además le suministraron Roundup, el herbicida al que la modificación genética las hace resistentes; y los roedores que crecieron tan solo con maíz no transgénico. Resultó que, pasados 17 meses desde el comienzo del estudio, habían muerto cinco veces más animales masculinos alimentados con el maíz modificado genéticamente.

“Por primera vez en el mundo, se ha evaluado un transgénico y un pesticida por su impacto en la salud de una forma más amplia que la realizada hasta ahora por los Gobiernos y la industria. Los resultados son alarmantes”, declaró entonces Séralini. Pero otros científicos enseguida pusieron en tela de juicio dos cuestiones: el reducido número de animales estudiados y la elección de un tipo de rata, llamado Dawley, que es muy sensible a las mutaciones y a los tumores.

• Noticia El País

NEUROCIENCIA

Investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona han hallado un gen responsable de la susceptibilidad a padecer un trastorno de pánico, una patología que afecta a un 5 % de la población y que se encuentra incluida entre las enfermedades relacionadas con la ansiedad.

Cinco de cada cien personas en España sufren un trastorno de pánico, una enfermedad incluida dentro de los trastornos de la ansiedad, y padecen ataques de miedo frecuentes y repentinos que pueden acabar influyendo en su vida cotidiana y, en ocasiones, incluso incapacitarlas para realizar acciones cotidianas, han señalado fuentes del CRG.

Aunque se sabía que esta enfermedad tenía una base neurobiológica y genética y se intentaban hallar los genes implicados en el desarrollo de la enfermedad, hasta ahora no se conocía la contribución fisiopatológica de los genes.

Esta investigación ha descrito por primer vez que el gen ‘ntrk3′, responsable de codificar una proteína esencial para la formación del cerebro, es un factor para desarrollar el pánico.

“Hemos visto que la desregulación de ‘ntrk3′ produce cambios en el desarrollo cerebral que conllevan que la memoria relacionada con el miedo no funcione correctamente”, ha explicado la investigadora Mara Dierssen, líder del grupo de Neurobiología celular y de sistemas del CRG.

• Noticia EFE

• Artículo: Hippocampal hyperexcitability underlies enhanced fear memories in TgNTRK3, a panic disorder mouse model

CIENCIAS PLANETARIAS

Un equipo de astrofísicos del Centro Aeroespacial Alemán (DLR) ha descubierto a 2.500 años luz de la Tierra el sistema planetario más extenso hasta la fecha, con la excepción del nuestro propio. Siete planetas giran alrededor de la estrella KOI-351, dispuestos en una manera similar a los ocho mundos del Sistema Solar, con pequeños planetas rocosos cerca de la estrella madre y los gaseosos gigantes a distancias mayores. Estos mundos se mueven más cerca unos de otros que los de nuestro hogar cósmico, pero proporcionan una interesante comparación, afirman sus descubridores.

«Ningún otro sistema planetario muestra una “arquitectura” tan similar a la de nuestra casa cósmica como lo hace el sistema planetario alrededor de KOI -351», dice Cabrera, uno de los investigadores.

• Artículo: The planetary system to KIC 11442793: A compact analogue to the Solar System (descarga directa en formato PDF)

INGENIERÍA

Hasta ahora tenían forma de avión de juguete caro, pero no es extraño que dentro de poco aparezcan con forma de pájaros, insectos…o de medusas. La revista “The American Physical Society” ha publicado un estudio de la Universidad de Nueva York sobre el diseño de un robot aéreo inspirado en el mecanismo de locomoción de este animal marino.

Este prototipo pesa tan sólo dos gramos y tiene únicamente ocho centímetros de envergadura. Vuela con cuatro alas, que asemejan los tentáculos de las medusas o los pétalos de una flor. De momento, es capaz de mantenerse suspendido en el aire, de ascender y de volar hacia una dirección concreta.

Su sistema de locomoción se basa en una fuente de energía externa a la que está unida, pero con la que no puede ni volar automáticamente ni a través de control remoto. Para sus creadores, estas limitaciones no son importantes porque su objetivo era ser capaz de reducir el tamaño de los robots aéreos de modo que puedan infiltrarse fácilmente sin ser detectados. «Cuanto más sencillo, mejor. Y nuestro modelo es uno de los más sencillos, puesto que sólo utiliza alas desplegables», explica Leif Ristroph, uno de los componentes del grupo de investigación.

Otro aspecto del que sus autores se muestran especialmente satisfechos es que han conseguido que el aparato sea estable. «Para mantenerse y maniobrar, una mosca debe estar constantemente controlando su ambiente, ajustando sus movimientos en fracciones de segundo», continúa Ristroph. Es este complejo mecanismo de vuelo el que dificulta recrear un robot-insecto y uno de los motivos por los que Ristroph y su equipo cambiaron de ‘musa’.

• Noticia El Mundo

• Artículo: A simple computational model of a jellyfish-like flying machine

ARQUEOLOGÍA

El origen de las piedras de Stonehenge no está donde se creía. Durante casi un siglo los arqueólogos que han trabajado para resolver uno de los misterios que envuelven el anillo de Stonehenge, el origen de las piedras, habrían estado buscando en el lugar incorrecto. Los enormes bloques que se necesitaron para construir el conjunto del Neolítico, uno de los mayores quebraderos de cabeza para los expertos, se habían situado hasta ahora en las Colinas Preseli en Pembrokshire.

Sin embargo, el responsable de Geología del Museo Nacional de Gales, Richard Bevins, ha llevado a cabo un estudio geoquímico comparativo de las piedras de Stonehenge y de las que hay en el supuesto lugar de su origen, Carn Meini, en Preseli cuyo resultado evidencia que tienen perfiles distintos.

Bevins y su equipo han utilizado muestras del célebre anillo del Neolítico, uno de los monumentos más emblemáticos de la humanidad, envuelto en todo tipo de cábalas y teorías y han concluido que  en realidad las piedras se corresponden con una cantera situada en las mismas colinas Preseli, pero en Carn Goedog, a casi dos kilómetros de distancia.

Preseli, y concretamente Carn Meini, fue el lugar identificado en 1923 por el renombrado geólogo Herbert Henry Thomas que estableció que el tipo de piedra conocido como “Bluestone” fue el utilizado por los habitantes prehistóricos de Gran Bretaña para erigir Stonehenge. Desde entonces, numerosos equipos de arqueólogos y geólogos han trabajado en lugar con el objetivo de averiguar más datos sobre el mítico conjunto.

Las revelaciones de Richard Bevins siguen sin responder el verdadero enigma de las piedras de Stonehenge, la forma en la que fueron trasportadas desde Preseli, ya fuera Carn Meini o Carn Goedog, como apunta el nuevo estudio, ya que ambas se encuentran a una distancia de más de 300 km de Wiltshire, cerca de Salisbury, en el corazón del Sur de Inglaterra, donde se erige desde hace unos 4.500 años Stonehenge.

• Noticia La Aventura de la Historia

• Artículo: Carn Alw as a source of the rhyolitic component of the Stonehenge bluestones: a critical re-appraisal of the petrographical account of H.H. Thomas

PSICOLOGÍA

Los sentimientos automáticos, viscerales y más bien inconscientes que tenemos hacia nuestras nuevas parejas tienden a ser acertados, según se puede comprobar en la vida real cuatro años después. De hecho, son siempre más acertados que esos otros sentimientos, los que albergamos con plena consciencia y admitimos abiertamente a la mínima ocasión. Son los resultados de una investigación de psicología experimental que tres universidades estadounidenses han estado haciendo con 135 parejas durante los últimos cuatro años, y lo bastante sólido como para presentarlo en la revista Science.

El responsable de la investigación, el psicólogo James McNulty de la Universidad Estatal de Florida, tal vez sea el primer científico que ha titulado un artículo técnico con un twit: “Aunque lo desconozcan, los recién casados conocen de forma implícita si su matrimonio será grato”. Directo, al punto y claro como el cristal.

Una tradición de la psicología social ha sostenido durante décadas que los procesos automáticos de la mente producen efectos sociales, pero la teoría carecía hasta ahora de soporte empírico y había empezado a ser cuestionada. El experimento de McNulty y sus colegas aporta exactamente esa clase de evidencia que se echaba de menos.

Los psicólogos han estudiado a 135 parejas heterosexuales desde que estaban recién casadas hasta cuatro años después, haciéndoles un examen cada seis meses durante ese periodo. Cada vez les han preguntado —por supuesto, a cada miembro de la pareja por separado— sus sentimientos explícitos sobre el cónyuge. Pero también han medido, con los trucos enrevesados típicos de la psicología experimental, sus sensaciones viscerales sobre su pareja, la clase de sentimiento que no se revela filtrada ni metabolizada por la razón, sino que surge virgen y brutal de las capas más oscuras de nuestro cerebro profundo o reptiliano.

• Noticia El País

• Artículo: Though they may be unaware, newlyweds implicitly know whether their marriage will be satisfying

PUBLICACIONES CIENTÍFICAS

Una investigación del departamento de prensa de Science revela un mercado negro en auge de las publicaciones científicas en China, donde los investigadores están dispuestos a pagar decenas de miles de yuanes para que añadan sus nombres al trabajo de otra persona. Añadir dos nombres costaría unos 26.300 dólares.

Mara Hvistendahl, editora colaboradora de Science, publica un artículo en la última edición de la revista sobre la investigación a 27 empresas chinas para comprobar si venden la autoría de los artículos científicos al mejor postor. Según la autora del texto, esta práctica “sin escrúpulos” ha ido en aumento.

“Muchos artículos de revistas científicas chinas los venden las empresas, de acuerdo con los editores. Así que los investigadores que ponen sus nombres a los documentos no son necesariamente las personas que lo escribieron”, declara a SINC Hvistendahl.

Para llevar a cabo esta investigación encubierta que duró cinco meses, el personal del departamento de prensa de Science se hizo pasar por estudiantes de posgrado y científicos que querían comprar la autoría de un artículo o pagar a la empresa por escribir un estudio para ellos.

Solo cinco de las 27 empresas contactadas declararon que se negarían a hacer una de estas prácticas.

“El científico encubierto accedía a los teléfonos que aparecen en sus webs y a las ventanas de chats que se abren en sus páginas para contactar. Este es uno de los muchos ejemplos: http://sciedit.cn/”, indica Hvistendahl.

La investigación recalca que no hay víctimas obvias de esta práctica ilegítima ya que tanto los científicos como las empresas y las editoras se benefician de ella.

• Noticia Agencia SINC

• Artículo: China’s publication bazaar

Publicado por José Luis Moreno en SIETE DÍAS, 1 comentario