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El canakinumab (Ilaris) como tratamiento para la FMF

El canakinumab (Ilaris) como tratamiento para la FMF

     Última actualizacón: 22 octubre 2018 a las 11:18

Los lectores de este blog ya sabréis que tengo un especial interés en conocer todos los avances que se producen en relación con la fiebre mediterránea familiar (FMF). Esta enfermedad es un desorden autoinflamatorio sistémico caracterizado por episodios recurrentes de fiebre, serositis 1, sinovitis 2 y, en algunos casos, por inflamaciones cutáneas. Esta inflamación viene acompañada generalmente de una crisis de dolor abdominal autolimitada.

Pues bien, hoy voy a analizar un interesantísimo trabajo publicado hace escasos días en la prestigiosa revista Expert Opinion on Biological Therapy y que aporta novedades importantes en los tratamientos disponibles para la enfermedad.

Hasta hace poco tiempo, el único tratamiento para la FMF consistía en la toma de un comprimido: colchicina. La colchicina se comercializa en España bajo la presentación Colchimax (que une a la colchicina la dicicloverina hidrocloruro, un antidiarréico que trata de contrarrestar el principal efecto secundario). La dosis normal es de 1,2 a 2,4 mg al día en adultos, pudiendo incrementarse o reducirse en 0,3 mg al día en función de la eficacia o los efectos secundarios. La toma de este medicamento es para toda la vida ya que no solo controla los brotes de la enfermedad sino que elimina el riesgo de sufrir amiloidosis, la manifestación más grave que, en ocasiones, puede llevar a la muerte del enfermo. Debemos añadir que la seguridad y eficacia de este fármaco es muy alta.

Sin embargo, se da la circunstancia de que entre un 5 y un 10% de los pacientes con FMF son resistentes –no responden bien– al tratamiento con colchicina; resistencia que se define clínicamente cuando se sufre al menos una crisis al mes a pesar de mantener un tratamiento diario con 2 mg o más del fármaco. Existen varias hipótesis acerca del mecanismo de acción de la colchicina y recientemente se ha demostrado que suprime la activación de la caspasa-1, bloqueando la conversión de pro-IL-1β (proteínas precursoras activas de la interleucina-1β) en IL-1β. 3.

Durante décadas éste fue el único tratamiento conocido, pero los descubrimientos relacionados con la principal causa de la enfermedad, la alteración del inflamosoma, así como el papel de la pirina en la regulación de la activación de la IL-1β como la citocina más importante involucrada en la patogénesis de la FMF, llevaron a los investigadores a plantear la posibilidad de bloquearla mediante un antagonista.

Actualmente disponemos de tres tratamientos biológicos que actúan como antagonistas para la IL-1β: anakinra, rilonacept y canakinumab. Estos medicamentos son agentes inmunosopresores cuya función es la de bloquear la actividad biológica de la IL-1β producida naturalmente, con lo que ataca la base de la reacción inflamatoria.

Distintos tratamientos para la FMF

Hasta la fecha se han realizado pocos ensayos controlados acerca de la eficacia de estos tratamientos 4. Y comprobar el estado de la cuestión ha sido la labor que han emprendido los Doctores Haviv y Hashkes que han realizado una búsqueda bibliográfica de tratamientos donde se han empleado antagonistas de la IL-1β en enfermos con FMF –en particular de canakinumab, un anticuerpo humanizado de la IL-1β– mediante una búsqueda en tres bases de datos científicas (PubMed, Medline y Scopus) desde el año 2001 (cuando comenzó la comercialización de anakinra); así como en las actas de los más importantes congresos reumatológicos desde 2011 (para contabilizar los estudios no publicados aún).

Pero antes de entrar en detalles y para comprender en profundidad lo que vamos a exponer, tenemos que saber qué es un ensayo clínico, qué es un protocolo así como otros aspectos relevantes de la investigación sobre nuevos tratamientos para las enfermedades.

Según el artículo 2 del Real Decreto 223/2004, de 6 de febrero, por el que se regulan los ensayos clínicos con medicamentos, un ensayo clínico es «toda investigación efectuada en seres humanos para determinar o confirmar los efectos clínicos, farmacológicos y/o demás efectos farmacodinámicos, y/o de detectar las reacciones adversas, y/o de estudiar la absorción, distribución, metabolismo y excreción de uno o varios medicamentos en investigación con el fin de determinar su seguridad y/o su eficacia». Más allá de los defectos gramaticales de esta definición, vemos que un ensayo clínico es una forma de obtener datos casi reales en pacientes casi reales acerca de la forma de actuar de un determinado medicamento, con el objetivo de interpretarlos y respaldar o no la continuidad del plan de investigación.

Para ello, se hace preciso contar con un protocolo, que es el «documento donde se describen los objetivos, el diseño, la metodología, las consideraciones estadísticas y la organización de un ensayo».

En este sentido, conviene saber que hay diferentes tipos de estudios (sólo mencionaremos los relevantes a efectos de esta anotación):

  • Estudios de casos. Los casos (pacientes con una determinada enfermedad) son seleccionados por el investigador entre un grupo de pacientes disponibles. Además de este grupo, se puede seleccionar un segundo (o más) grupo de individuos sanos que servirán como controles. Una vez identificados los casos y los controles, se miden los resultados buscados de forma retrospectiva.
  • Ensayo controlado. En un ensayo controlado, la exposición al fármaco bajo evaluación se compara frente a un grupo de control que recibe un placebo. La asignación de los pacientes a uno u otro grupo se hace de forma aleatoria, es decir, los pacientes se distribuyen u organizan al azar. Destacamos aquí el término inglés double-blind que, siguiendo a Pablo Mugüerza 5, traducimos como «enmascaramiento doble» mejor que la más extendida «doble ciego»: Se trata de ensayos donde ni los pacientes ni el investigador conocen el tratamiento que se administra a cada grupo. Es decir, el elenco de participantes sabe que existe un fármaco y un placebo, pero lo que no sabe ninguno es a qué paciente se ha asignado cada cual. Decir también que el ensayo clínico ideal incluye al menos dos grupos de pacientes. Uno recibe el tratamiento evaluado (es decir, el grupo experimental), y el otro recibe un placebo u otro tratamiento con el que se pretende comparar el primero (grupo de referencia).

Con lo dicho hasta ahora, podemos comprender que el diseño más apropiado para establecer una relación de causalidad entre un medicamento y un efecto positivo (o negativo) para el tratamiento de una enfermedad es el de ensayo controlado que disponga de un protocolo bien formulado.

Por último, conviene tener en cuenta que un ensayo clínico se divide en diferentes fases o estadios 6:

  • Fase I: Constituye el primer paso en la investigación de una sustancia o medicamento nuevo en el hombre. Son estudios que proporcionan información preliminar sobre el efecto y la seguridad del medicamento en sujetos sanos o en algunos casos en pacientes, y servirán para establecer la pauta de administración más apropiada para ensayos posteriores.
  • Fase II: Se realiza en pacientes que padecen la enfermedad o entidad clínica de interés. Tiene como objetivo proporcionar información preliminar sobre la eficacia del fármaco, establecer la relación dosis-respuesta del mismo, conocer las variables empleadas para medir eficacia y ampliar los datos de seguridad obtenidos en la fase I. Por lo general, estos ensayos clínicos serán controlados y con asignación aleatoria de los tratamientos.
  • Fase III: Son ensayos destinados a evaluar la eficacia y seguridad del tratamiento experimental intentando reproducir las condiciones de uso habituales y considerando las alternativas terapéuticas disponibles en la indicación estudiada. Se realiza con una muestra de pacientes más amplia que en la fase anterior y representativa de la población general a la que irá destinado el medicamento.
  • Fase IV: Son ensayos clínicos que se realizan con un medicamento después de su comercialización. Podrán ser similares a los descritos en las fases I, II, III si estudian algún aspecto aún no valorado o bajo condiciones de uso distintas de las autorizadas (por ejemplo, una nueva indicación).

ensayoclinico

Los resultados del primer estudio de casos en el que se utilizó un antagonista de la IL-1β como terapia para la FMF se publicaron en 2007: se empleó anakinra para tratar un paciente resistente a la colchicina. La primera publicación de un estudio controlado iba referida al uso de rilonacept, un receptor soluble de la IL-1β que la «atrapa» impidiendo su actuación.

En la mayoría de los casos, la administración de anakinra tuvo un efecto dramático en cuestión de horas o días, mientras que las proteínas de fase aguda se normalizaron en una semana. Sin embargo, no todos los pacientes respondieron por completo. Un estudio francés denominado MAIL1 (Maladies Auto-inflammatoires et Anti-IL-1) expuso una tasa de respuesta parcial del 46,2%.

Por su parte, el equipo del Dr. Ben-Zvi ha realizado un ensayo cuyos resultados aún no se han publicado (fue comunicado este mismo año 2016 en un congreso de la especialidad). Se trata de un ensayo controlado de cuatro meses de duración, con enmascaramiento doble, aleatorizado y comparativo con placebo, donde participaron 25 pacientes de FMF resistentes a la colchicina. Los criterios de inclusión fueron los siguientes: pacientes adultos FMF (con edades comprendidas entre los 18 y los 65 años), que cumplieran con los criterios de Tel-Hashomer para el diagnóstico de FMF, con dos mutaciones en el gen MEFV, y que sufrieran al menos un ataque febril al mes a pesar de recibir ≥2 mg al día de colchicina.

Doce pacientes recibieron anakinra (100 mg al día) y el resto recibieron un placebo. La tasa de ataques, el resultado principal buscado con el ensayo, fue significativamente menor en el grupo experimental (cuyos miembros recibieron el medicamento) que en el de referencia (1,7 ± 1,7 frente a 3,5 ± 1,9 ataques por mes y paciente, respectivamente). Siete pacientes abandonaron el estudio antes de tiempo (todos recibieron placebo). La calidad de vida fue significativamente mejor en el grupo experimental y no se registraron eventos adversos graves.

En lo tocante al canakinumab, en 2011 se publicaron los primeros estudios de casos (case reports en inglés) acerca de su utilidad como tratamiento para la FMF. Acto seguido se pasó a ensayos en fase II (anunciados en 2014 y 2015 y con dos grupos, uno de niños y otro de adultos) cuyo éxito permitió pasar a un ensayo en fase III: un ensayo con enmascaramiento doble, aleatorizado y comparativo con placebo en pacientes con FMF resistentes a la colchicina.

El canakinumab como tratamiento para la FMF

Canakinumab (ACZ885, Ilaris®; Novartis Pharma, Basilea, Suiza) es un anticuerpo monoclonal recombinante humanizado 7 que actúa como antagonista de la IL-1β. Este fármaco ha sido aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos estadounidense (FDA) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para el tratamiento de los síndromes periódicos asociados a la criopirina (CAPS) y la artritis idiopática juvenil sistémica. También ha sido aprobado por la EMA para tratar los síntomas de la artritis gotosa, cuando otros fármacos no son tolerados, están contraindicados o no tienen un efecto adecuado.

Analizamos a continuación la situación clínica de este medicamento:

Estudio de casos y series de casos: El canakinumab ha sido una opción de tratamiento eficaz para la gran mayoría de los pacientes tratados, aunque algunos pacientes sólo tuvieron una respuesta parcial, sobre todo cuando se administró con una frecuencia inferior a una inyección cada cuatro semanas.

Ensayo en fase II 8: Se trató de ensayos de seis meses de duración, sin enmascaramiento y con un solo grupo. Los criterios de inclusión fueron los siguientes: diagnóstico de FMF de acuerdo con los criterios de Tel-Hashomer; dos mutaciones documentadas en el exón 10 del gen MEFV (salvo dos pacientes heterocigotos que fueron admitidos en la cohorte de Turquía) y ataques con una frecuencia media de ≥1 por mes durante los tres meses anteriores a la selección, a pesar de seguir un tratamiento con ≥1-2 mg al día de colchicina, durante al menos tres meses. Tras un seguimiento, los participantes que sufrieron uno o más ataques de FMF confirmados por el investigador durante los 30 días del periodo de experimentación, fueron seleccionados para recibir el tratamiento, que consistió en tres inyecciones subcutáneas de canakinumab (2 mg/kg, máximo 150 mg) cada cuatro semanas, mientras mantenían su tratamiento con colchicina de forma habitual.

Ensayo en fase III: El diseño y los resultados de los ensayos en fase III no se han publicado aún de forma completa, de ahí que sólo podamos conocer aquellos resultados cualitativos publicados en forma de resumen o póster en los congresos de la especialidad.

Este estudio internacional con enmascaramiento doble, aleatorizado y comparativo con placebo ha logrado inscribir a más de 200 participantes, aunque bajo un protocolo general para tres enfermedades: Deficiencia de Mevalonato Quinasa, Síndrome periódico asociado al receptor 1 del factor de necrosis tumoral (TRAPS) y enfermos de FMF resistentes a la colchicina. Los criterios clave de elegibilidad en relación con la FMF eran: pacientes con dos o más años de edad, con al menos una mutación en el exón 10  del gen MEFV, y con crisis periódicas a pesar del tratamiento con colchicina.

El estudio se dividió en 4 periodos:

  • Un período de cribado o selección de hasta 12 semanas.
  • Un periodo fundamental aleatorizado, con enmascaramiento doble, y comparativo con placebo, con grupos en paralelo 9 de 16 semanas de duración. Los pacientes se asignaron al azar 1:1 para recibir 150 mg canakinumab 10 o un placebo cada cuatro semanas.
  • Un periodo de retirada aleatorizada del tratamiento para los pacientes que respondían bien al mismo de 24 semanas.
  • Un periodo de extensión del tratamiento sin enmascaramiento.

El objetivo principal del ensayo fue comparar los grupos que habían recibido canakinumab y aquellos que recibieron placebo para obtener la proporción de participantes que habían dejado de tener crisis dentro de los 15 días desde el inicio del tratamiento, así como nuevas crisis en las 16 semanas siguientes. Los objetivos secundarios incluían la proporción de pacientes con brotes mínimos en la semana 16, la proporción de pacientes con niveles de proteína C reactiva y niveles de proteína amiloide sérica normales en la semana 16 11. La calidad de vida relacionada con la salud se evaluó utilizando herramientas similares a los ensayos en fase II.

Sólo disponemos de los resultados del segundo periodo donde, de manera significativa, hubo una proporción mayor de pacientes tratados con canakinumab que alcanzaron el objetivo principal y se consideró que respondían bien al tratamiento frente a los que recibieron placebo. También se han alcanzado todos los objetivos secundarios.

No se han descrito efectos adversos entre los pacientes de FMF tratados con canakinumab, aunque debemos tener presente que el número de pacientes analizados es aún pequeño, y el nivel de seguimiento en el tiempo relativamente corto. Los acontecimientos adversos más frecuentes fueron nasofaringitis (resfriados) y síntomas gastrointestinales. Otros efectos secundarios comunes incluyen gripe y dolor de cabeza.

medico

Conclusiones

De los tres medicamentos anti-IL-1β disponibles en el mercado (anakinra, rilonacept y canakinumab), el más cómodo para el paciente es canakinumab debido a su larga semivida y la facilidad de uso (recordemos que basta una inyección subcutánea cada cuatro semanas aproximadamente). Esta cuestión es especialmente relevante para una enfermedad genética que puede necesitar tratamiento de por vida.

En cualquier caso, es necesario definir la dosis y el intervalo de administración óptimos. En aquellos pacientes que no responden al tratamiento, o no lo hacen del todo, es posible que un aumento de la dosis o el cambio a otro inhibidor de IL-1β sea una estrategia eficaz a pesar de que los estudios controlados publicados hasta la fecha no abordan adecuadamente esta cuestión. Del mismo modo, tampoco se analiza cuánto tiempo debe durar el tratamiento (se supone que es de por vida como hemos dicho) y cómo retirarlo.

Por último, otra cuestión importante que debe abordarse es si durante el tratamiento con inhibidores de la IL-1β debe mantenerse el tratamiento con colchicina. En la actualidad existe un consenso de que sí es necesario mantener la colchicina, ya que es el único fármaco que ha demostrado prevenir la amiloidosis. Sin embargo, es posible que se pueda administrar una dosis más baja, todo ello a partir de valoraciones periódicas del estado del paciente.

Referencias

Haviv, R. y  Hashkes, P. J. (2016), «Canakinumab investigated for treating familial Mediterranean fever«. Expert Opinion on Biological Therapy, vol. 16, núm. 11, p. 1425-1434.

Ficha técnica Ilaris.

Mugüerza, P. (2012), Manual de traducción inglés-español de protocolos de ensayos clínicos. Cuadernos de la Fundación Dr. Antonio Esteve, Nº 23. Barcelona: Fundación Dr. Antonio Esteve, 184 p.

Navarro González, F. (2005), Diccionario crítico de dudas inglés-español de medicina. Madrid: McGraw-Hill, 1133 p.

Saladrigas, M. V., et al. (2008), «Glosario EN-ES de ensayos clínicos (1ª parte: A-M)». Panace@, vol. 9, núm. 27, p. 8-54.

Saladrigas, M. V., et al. (2008), «Glosario EN-ES de ensayos clínicos (2ª parte: N-Z)». Panace@, vol. 9, núm. 28, p. 107-141.

Más información en la página de la Asociación Española de Fiebre Mediterránea Familiar STOP-FMF.

Notas

  1. Inflamación de los tejidos serosos del cuerpo: como los tejidos que rodean los pulmones (pleura), el corazón (pericardio), y la capa interior del abdomen (peritoneo).
  2. Cualquier inflamación a nivel de las estructuras que revisten las articulaciones.
  3. Ver Slobodnick, A., et al. (2015), «Colchicine: Old and new«. The American Journal of Medicine, vol. 128, núm. 5, p. 461-470.
  4. A excepción del rilonacept, donde se ha comprobado su eficacia en un grupo de 12 pacientes de FMF resistentes a la colchicina aunque, como vemos, en una muestra muy reducida
  5. Ver Mugüerza, P. (2012), Manual de traducción inglés-español de protocolos de ensayos clínicos. Cuadernos de la Fundación Dr. Antonio Esteve, Nº 23. Barcelona: Fundación Dr. Antonio Esteve, 184 p.
  6. Adaptado de la página de la Universidad de Barcelona
  7. Que contiene un 90% de material humano, lo que reduce la inmunogenicidad de los anticuerpos, es decir, el rechazo del sistema inmunitario
  8. Ensayos de viabilidad, donde se evalúa qué dosis seguirá adelante con el proceso de análisis, y también la eficacia de esta dosis
  9. Donde la medida diagnóstica objeto de estudio y la medida de referencia se asignan, mediante una técnica de aleatorización, a dos o más grupos de sujetos o pacientes, y cuya evolución se sigue de forma paralela a lo largo del estudio
  10. O 2 mg/kg para pacientes con un peso ≤40 kg
  11. La proteína C reactiva y la proteína amiloide sérica son marcadores habituales para la inflamación sistémica
Publicado por José Luis Moreno en MEDICINA, 2 comentarios
STOP FMF, la asociación española de fiebre mediterránea familiar

STOP FMF, la asociación española de fiebre mediterránea familiar

     Última actualizacón: 17 septiembre 2017 a las 15:13

Hoy es el día mundial de las enfermedades raras y por tanto, un día perfecto para dar visibilidad al colectivo de enfermos y sus familiares. En este caso, me gustaría presentaros la asociación española de fiebre mediterránea familiar STOP FMF, a cuya junta directiva tengo el honor de pertenecer.

STOP-FMF

 

Esta asociación de ámbito estatal tiene como finalidad la mejora de la calidad de vida de los enfermos de FMF y de sus familiares. Para ello, trabajamos teniendo en cuenta los siguientes objetivos:

  • Defender los derechos de las personas afectadas.
  • Potenciar la presencia y conocimiento de la enfermedad ante la sociedad.
  • Impulsar la investigación sobre esta patología.
  • Reivindicar la normalización e integración de los pacientes a nivel escolar, laboral y en su vida cotidiana.
  • Fomentar la relación entre los afectados.
  • Ser interlocutor válido ante organismos públicos y privados en asuntos que afecten a los enfermos y familiares.

Ya he dicho en más de una ocasión que, bajo mi punto de vista, lo que debemos hacer quienes sufrimos cualquier enfermedad rara es involucrarnos a fondo, tenemos que ser conscientes de cómo se presenta, cuáles son los mecanismos que desencadenan las crisis y cuáles son las investigaciones que se están llevando a cabo. Es decir, debemos tratar de ser los mejores especialistas aún sin tener profundos conocimientos médicos.

Como suele ser habitual en este tipo de enfermedades raras o poco frecuentes, uno de los principales problemas es llegar a un diagnóstico correcto. Y en este sentido, una asociación como la nuestra aspira a conformar un núcleo de pacientes lo suficientemente numeroso que permita una mejor gestión de la enfermedad. Para ello tratamos de organizar y participar en reuniones, conferencias con profesionales sanitarios y otras partes interesadas con la finalidad de mejorar la detección precoz, la intervención y el seguimiento de los afectados. Asimismo, nos tomamos muy en serio la labor de promover la formación de los especialistas y el intercambio de conocimientos sobre la FMF. Finalmente, sería muy beneficioso conseguir la elaboración de protocolos para el diagnóstico, evaluación, valoración y tratamiento de la enfermedad.

Por suerte, en la asociación contamos con la colaboración de los principales especialistas de esta enfermedad en España (que han aceptado formar parte de la misma en calidad de socios de honor). Todos sabemos los problemas que encuentran los investigadores hoy en día para llevar adelante estudios en un área, la de las enfermedades raras, que si bien ganan cada día mayor visibilidad, no por ello consiguen un correlativo incremento de fondos para investigación. Un contacto directo con estos profesionales nos permitirá colaborar en los estudios de pacientes y familiares para el diagnóstico de portadores y otros ensayos sobre tratamientos y nuevos enfoques terapéuticos.

En definitiva, creo que la sociedad civil está llamada a tener un papel cada vez más relevante. La sociedad debería ser consciente de la importancia que tiene la ciencia en general y la investigación biomédica en particular; y las administraciones deberían facilitar esa tarea investigadora y no poner tantas trabas como sucede ahora.

Por eso, como colectivo de afectados, trataremos de defender los derechos de los pacientes y luchar para que se siga avanzando en el conocimiento de esta enfermedad y lograr, llegado el tiempo, una mejora en los tratamientos y en nuestra calidad de vida.

¿Te animas a colaborar con nosotros?

Más información en la página de la Asociación Española de Fiebre Mediterránea Familiar STOP-FMF.

Publicado por José Luis Moreno en BREVE, 4 comentarios
Sistema internacional de puntuación de gravedad para la FMF

Sistema internacional de puntuación de gravedad para la FMF

     Última actualizacón: 15 septiembre 2017 a las 12:25

Hace unos días se ha publicado un informe en la revista Anales de enfermedades reumáticas (editada por la Liga europea contra el reumatismo, EULAR por sus siglas en inglés) con el ambicioso objetivo de desarrollar un sistema internacional de puntuación de gravedad para la fiebre mediterránea familiar (FMF). Pese a que actualmente existen en uso tres sistemas de este tipo, ninguno de ellos se puede aplicar tanto a niños como a adultos, ni han sido validados estadísticamente. Por lo tanto, este nuevo trabajo pretende llenar ese vacío a fin de que el sistema se pueda emplear con facilidad tanto en la investigación como en la práctica clínica.

Durante las dos últimas décadas, la necesidad de mejorar tanto la calidad de vida de los pacientes con enfermedades crónicas como de crear instrumentos para medir diferentes aspectos de esas enfermedades, se ha convertido en un tema de capital importancia en la política sanitaria. En este sentido, lograr una evaluación estandarizada de la gravedad de una enfermedad es una herramienta muy útil que sirve a los médicos para comparar diferentes pacientes sobre la base de criterios como la susceptibilidad al tratamiento, la rentabilidad y seguridad del tratamiento, la calidad de vida o la posibilidad de que queden secuelas crónicas. Además, permitirá una predicción acerca de la evolución clínica esperada de cada enfermo.

En el caso concreto de la FMF, una evaluación estandarizada de este tipo ayudará a los médicos a evaluar la respuesta al tratamiento y facilitará la tarea de realizar ensayos clínicos con medicamentos, especialmente en pacientes resistentes al tratamiento con colchicina. Del mismo modo, mejorará la práctica clínica diaria tanto en niños como en adultos (tenemos que recordar que la incapacidad para medir resultados estandarizados ha sido el principal motivo por el que se han realizado muy pocos ensayos controlados y aleatorizados sobre la fiebre mediterránea familiar, haciendo muy difícil además realizar metanálisis o revisiones sistemáticas).

Para desarrollar este sistema, un grupo internacional de expertos en FMF creó un consorcio con la idea de que fuera ampliamente aceptada y sirviera como guía en la evaluación de la gravedad de pacientes con FMF.

Se han analizado los casos de 281 pacientes de FMF, 162 de ellos niños; y se han incluido un total de nueve ítems en el conjunto final de variables, donde la puntuación puede llegar a un máximo de 10 si el paciente presenta todos los elementos en su máximo nivel. Los valores para cada umbral son los siguientes: enfermedad grave (igual o mayor de 6 puntos); enfermedad intermedia (entre 3 y 5 puntos); y enfermedad leve (menor o igual de 2 puntos).

Tabla de puntuación

Tabla de puntuación

Tabla de puntuación (traducción propia al castellano)

Tabla de puntuación (traducción propia al castellano)

Los criterios se han seleccionado por medio del consenso de pediatras e internistas con experiencia en esta enfermedad, y han sido validados posteriormente con una base de datos que incluía tanto a niños como adultos con FMF. Estas medidas permiten cuantificar y comparar las poblaciones de pacientes que manifiestan en la práctica una gama extremadamente amplia y heterogénea de síntomas.

En conclusión, los autores sostienen que estos nuevos criterios para puntuar la gravedad de la FMF ayudarán en el manejo de pacientes con esta enfermedad durante toda su vida, permitiendo guiar la intensidad de los diferentes tratamientos que existen en la actualidad. También esperan que esta medida permita los estudios comparativos facilitando el reclutamiento de pacientes con similares niveles de gravedad de la enfermedad.

Referencia:

Demirkaya, E., et al. (2016), «Development and initial validation of international severity scoring system for familial Mediterranean fever (ISSF)«. Annals of the Rheumatic Diseases. Publicado en línea el 28 de febrero de 2016.

Más información en la página de la Asociación Española de Fiebre Mediterránea Familiar STOP-FMF.

Publicado por José Luis Moreno en MEDICINA, 1 comentario
Anakinra: un nuevo tratamiento para la fiebre mediterránea familiar

Anakinra: un nuevo tratamiento para la fiebre mediterránea familiar

     Última actualizacón: 2 marzo 2018 a las 19:22

Hace ya un año que expuse en esta bitácora que padezco una enfermedad rara: fiebre mediterránea familiar (FMF). Desde entonces han pasado muchas cosas (incluso he dado una charla sobre el tema en el evento de divulgación científica Desgranando Ciencia 2014). Ahora, con el mismo ánimo que me llevó a escribir esa primera vez, vuelvo a hacerlo para ofrecer nuevos datos que quizás sean de interés.

Como dije en mi charla de Granada, el pasado mes de diciembre comencé con un nuevo tratamiento consistente en la inyección diaria de una dosis de 100 mg de anakinra (medicamento presentado bajo el nombre comercial de kineret) dado que la colchicina ha dejado de cumplir su cometido.

Pues bien, los efectos más notables comenzaron a las dos semanas de iniciar la administración. Lo primero que noté fue que desaparecían progresivamente las molestias articulares así como los leves dolores abdominales que venía padeciendo de forma continuada. Tras el primer mes ya no tenía que tomar el antiinflamatorio diario. Pero lo realmente importante es que desde entonces no he vuelto a sufrir ni una sola crisis. Lo repetiré: he pasado de sufrir una crisis semanal a no haber padecido ninguna en los últimos tres meses.

Pero no todas las noticias podían ser tan buenas. Los resultados de la última analítica de control han mostrado un descenso preocupante de neutrófilos. Esta situación se traduce en la poca efectividad de mi organismo para combatir las infecciones, lo que conlleva que la probabilidad de padecerlas aumenta, al igual que la gravedad y la posibilidad de presentar complicaciones.

Breve repaso de las causas de la enfermedad

El fenotipo inflamatorio de la FMF está inducido por la interleucina 1 beta (IL-1β, el principal mediador de la fiebre y la inflamación sistémica) que se activa de forma anormal debido a la mutación de la proteína pirina. Aunque el papel de esta proteína aún se discute, varios estudios han revelado que regula la activación de la caspasa-1: la pirina se une e inhibe la actividad catalítica de la caspasa-1 que a su vez inhibe la activación de la IL-1β. Estos hallazgos sugieren que la pirina regula la actividad del inflamosoma y, por lo tanto, el bloqueo de la activación de la IL-1β ha representado un objetivo para el tratamiento de la enfermedad. En concreto, el tratamiento con anakinra inhibe de forma competitiva la unión de la IL-1α y β con su receptor.

Este es un modelo para la interacción de pirina con la caspasa-1. Un modelo para el dominio B30.2 de la pirina (azul) se unió a la estructura cristalina de la caspasa-1 (p20, verde; p10, marrón). Dos mutaciones comunes que causan FMF (M694 V y M680I, amarillo) se encuentran en el punto de unión (hacer clic para agrandar).

Tratamiento con anakinra

La colchicina es hoy por hoy el único tratamiento aprobado para tratar la FMF. Además, ha demostrado ser efectivo en la prevención de la amiloidosis, la complicación más grave de la enfermedad. Existe un amplio consenso en lo que respecta a la dosis tanto para niños como adultos, con la recomendación de ajustarla de acuerdo con la evolución de la enfermedad en función de los síntomas y los biomarcadores de inflamación.

Pero hay casos (entre un 5% y un 10% de los pacientes) en los que este medicamento deja de ser efectivo. Por este motivo se viene trabajando para encontrar una vía alternativa. Como hemos apuntado, las investigaciones han demostrado que el bloqueo de la actividad de la IL-1β es una buena medida por lo que los esfuerzos se han dirigido a lograr ese fin.

Pese a que existen varios medicamentos que actúan como antagonistas de la IL-1β (anakinra, rilonacept y canakinumab), ninguno de ellos ha sido autorizado para su uso en pacientes con FMF, siendo indicados para tratar otras enfermedades inflamatorias.

La única fuente de información disponible en la actualidad para la evaluación de la eficacia de estos medicamentos son las descripciones de casos (publicadas eso sí en revistas con revisión por pares), por lo que no podemos extraer conclusiones fiables. No deberíamos olvidar que los pacientes tratados con medicamentos no aprobados para una enfermedad sólo se citan cuando los resultados son positivos. Lo que necesitamos en este momento es que se lleven a cabo ensayos controlados para evaluar la seguridad, tolerancia y la eficacia de los medicamentos que utilizan como objetivo la IL-1 para tratar pacientes de FMF.

Duración del tratamiento

En la mayoría de las descripciones de casos en los que se administró anakinra para enfermos con FMF, se usó para controlar la frecuencia y/o la severidad de los ataques agudos. Esto puede hacerse bien con un tratamiento crónico a modo de prevención, bien con un tratamiento puntual al comienzo de los ataques. En la mayor parte de los casos publicados, anakinra se ha utilizado como un tratamiento crónico, es decir, como en mi caso particular, mediante una inyección diaria de una dosis de 100 mg.

Los resultados (que debemos tomar con las debidas cautelas como hemos señalado) indican que la administración de anakinra a diario ha reducido la severidad de las crisis siguiendo el tratamiento durante seis meses 1. En mi caso, la remisión de la enfermedad ha sido absoluta.

Otra cuestión es si el tratamiento con colchicina debe mantenerse o no al mismo tiempo. Las recomendaciones de los expertos señalan que en aquellos pacientes que sufrían efectos secundarios por toxicidad a dosis normales, el tratamiento con colchicina puede reducirse o eliminarse por completo. En cambio, en el resto de pacientes que toleran bien la colchicina, el tratamiento debe continuar por cuestiones de seguridad. Es mejor actuar de esta forma ya que está demostrado que la colchicina es la mejor vía para prevenir la amiloidosis renal.

Seguridad de anakinra y su relación con otras enfermedades

Es necesario tener presente que el riesgo de sufrir infecciones existe siempre que se sigue una bioterapia como es la administración de anakinra. Este riesgo de infección es mayor en niños pequeños donde la poca madurez de la respuesta inmunitaria es menos efectiva, por ejemplo, contra las bacterias encapsuladas. En consecuencia, desde un punto de vista práctico, se recomienda tener en cuenta estos factores de comorbilidad 2 a la hora de evaluar el riesgo-beneficio antes de comenzar el tratamiento con anakinra.

En cualquier caso, en aras a minimizar cualquier posible infección o la reactivación de algún virus latente, es preciso seguir un protocolo de vacunación antes de iniciar el tratamiento.

Este tema es muy importante porque entre los efectos adversos denominados frecuentes del tratamiento 3 se encuentra la neutropenia, que podemos definir como una disminución del número de neutrófilos en la sangre 4. En este caso nos encontramos ante una neutropenia inducida por la administración del fármaco, cuyo mecanismo más frecuente de aparición se debe a la formación de anticuerpos destructores de los neutrófilos. Cuando existe neutropenia asociada a reducción en el número de otros glóbulos blancos (como los linfocitos) el riesgo de padecer infecciones se eleva notablemente.

Como dije al comenzar, en la última tanda de análisis me han detectado una neutropenia moderada. Esta situación, pese a ser potencialmente grave, implica únicamente la repetición de los análisis tras una semana porque si se controla dentro de los primeros siete días no tiene mayor repercusión. Diferente escenario se plantearía en el caso de que perdurase más tiempo, pudiendo obligarme a suspender definitivamente el tratamiento.

Conclusiones

El tratamiento con colchicina es seguro y efectivo para la gran mayoría de pacientes que sufren FMF. Los datos acerca del uso de medicamentos cuyo objetivo es la IL-1β en pacientes de FMF se circunscriben a un uso sin indicación específica para esta enfermedad. En definitiva, dado que los datos publicados confirman que este tipo de medicamentos pueden ser buenos candidatos como tratamientos alternativos o complementarios a la colchicina, se hace imprescindible llevar a cabo ensayos controlados para evaluar la seguridad y la eficacia de los mismos para el tratamiento de la FMF.

Hoy es el día mundial de las enfermedades raras, si le interesa, puede acceder a la página web de la Federación Española de Enfermedades Raras para prestar su apoyo.

ACTUALIZACIÓN 5-03-2015

Los resultados de los últimos análisis han confirmado una recuperación de los niveles normales de neutrófilos, lo que parece indicar que mi organismo está asimilando bien la medicación. A pesar de que hay que tomar con cautela todo esto, vuelvo a respirar tranquilo.

 

Referencias:

Evidence-based recommendations for the practical management of familial mediterranean fever.

Revisión de la literatura acerca de cuestiones prácticas en relación con la fiebre mediterránea familiar. Sobre la base del análisis de los artículos publicados se exponen las recomendaciones de los expertos tras la celebración de una reunión en Israel donde se expusieron todos los puntos de vista y se logró un consenso.

Interleukin-1 targeting drugs in familial mediterranean fever: a case series and a review of the literature.

Revisión de los artículos publicados que describen el uso de medicamentos cuyo objetivo es la interleucina-1 en el tratamiento de la fiebre mediterránea familiar. Se describen siete casos en todos los cuales el uso de estos medicamentos fue beneficioso.

Treatment of familial mediterranean fever: colchicine and beyond.

Descripción del mecanismo de acción de la colchina en el tratamiento de la fiebre mediterránea familiar, y de los nuevos medicamentos que se están empleando para tratar esta dolencia.

The B30. 2 domain of pyrin, the familial mediterranean fever protein, interacts directly with caspase-1 to modulate Il-1β production.

The crystal structure of human pyrin B30. 2 domain: implications for mutations associated with familial mediterranean fever.

The SPRY domain of pyrin, mutated in familial mediterranean fever.

Estudio de la pirina y su relación directa con la producción de IL-1.

 

Más información en la página de la Asociación Española de Fiebre Mediterránea Familiar STOP-FMF.

  1. Demostrando que el tratamiento con inyecciones diarias es más eficaz que el tratamiento durante las crisis solamente.
  2.  La existencia de un proceso patológico o enfermedad concomitante no relacionada con la original.
  3.  Efectos que pueden afectar hasta 1 de cada 10 pacientes.
  4.  Llamada también agranulocitosis.
Publicado por José Luis Moreno en MEDICINA, 4 comentarios
Yo también soy raro (mi charla en DC2014)

Yo también soy raro (mi charla en DC2014)

     Última actualizacón: 22 abril 2019 a las 20:35

 

Si estás interesado, publiqué una anotación contando lo mismo que dije en esta charla aunque de forma más extensa y con cita de los principales estudios: ¿Qué es la fiebre mediterránea familiar?

Puedes ver el resto de charlas del evento Desgranando Ciencia 2014 aquí, verás cosas sorprendentes…

Más información en la página de la Asociación Española de Fiebre Mediterránea Familiar STOP-FMF.

Publicado por José Luis Moreno en MEDICINA, VÍDEO, 0 comentarios