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La divergencia entre chimpancés y bonobos

La divergencia entre chimpancés y bonobos

     Última actualizacón: 26 febrero 2018 a las 17:34

Hace entre 1,5 y 2 millones de años, los chimpancés (Pan troglodytes) y los bonobos (Pan paniscus) sufrieron un proceso de especiación a partir de un ancestro común y desarrollaron unas claras diferencias físicas y de comportamiento. En este sentido, los bonobos son más pequeños y más delgados que los chimpancés y, desde el punto de vista social, los chimpancés viven en grupos dominados por machos, mientras que entre los bonobos son las hembras las que dominan.

Hasta hace poco tiempo nadie había tenido en cuenta la posibilidad de que estas dos especies pudieran intercambiar genes, debido en gran medida a la importante barrera física que los separa: el río Congo. El área de distribución de estos primates está bien definida: los chimpancés –con cuatro subespecies– viven en la ribera norte del río, mientras que los bonobos lo hacen en el lado sur. De hecho, se ha sugerido que la formación del río Congo, que también tuvo lugar hace entre 1,5 y 2 millones de años, pudo ser el factor clave que inició el proceso de especiación 1 a través de los llamados mecanismos de aislamiento reproductivo.

Distribución geográfica de las poblaciones del género Pan. azul: (Pan troglodytes verus), chimpancé del oeste de África u occidentales; verde: (Pan troglodytes troglodytes), chimpancé de África Central; naranja: (Pan troglodytes schweinfurthii), chimpancé del este de África; rojo: (Pan troglodytes ellioti), chimpancé de Nigeria-Camerún; morado: bonobos.

Un reciente artículo publicado en la revista Science 2 concluye que hay pruebas de que se produjo una mezcla genética entre ambas especies. Ahora sabemos que hace cientos de miles de años, los chimpancés y bonobos fueron capaces de aparearse y producir descendencia, dejando una marca genética en los animales que viven en la naturaleza hoy en día.

Ya se había observado –en las poblaciones de estos simios criadas en cautividad– que era posible que chimpancés y bonobos se apareasen y tuvieran descendencia fértil, incluso habiendo transcurrido más de un millón de años desde el momento de su divergencia. Pero ahora la ciencia ha sido capaz de proporcionar pruebas sólidas del entrecruzamiento entre las distintas subespecies de chimpancés, y entre éstos y los bonobos que viven en libertad.

Un equipo dirigido por Tomas Marques-Bonet (del Laboratorio de genómica comparada) ha analizado el genoma completo de un total de 75 chimpancés y bonobos de 10 países diferentes. Los resultados muestran que los chimpancés de África central y del este (Pan troglodytes troglodytes y Pan troglodytes schweinfurthii) comparten significativamente más material genético con los bonobos que con las otras subespecies. Los investigadores apuntan a que esto se debe al flujo genético que se produjo desde los bonobos a los antepasados de estos chimpancés hace entre 200.000 y 550.000 años.

Esquema que muestra los tiempos de divergencia así como los contactos tras la misma.

El flujo genético en la evolución

Los investigadores han demostrado que los análisis completos del genoma tanto de chimpancés como de los bonobos no solo es útil para comprender la historia evolutiva de estos simios, sino también para facilitar las tareas de conservación de las especies y prevención del tráfico ilegal de animales: estos datos serán muy útiles a la hora de identificar geográficamente la procedencia de los animales que son capturados de forma ilícita. El equipo se ha propuesto además explorar si el material genético recibido de los bonobos ha tenido alguna ventaja selectiva en la evolución de los chimpancés.

Porque no podemos dejar de lado la importancia que este tipo de trabajos está teniendo si tenemos en cuenta que la relación genética entre chimpancés y bonobos muestra sorprendentes paralelos con la historia evolutiva de los seres humanos modernos.

Ya se han publicado numerosos trabajos que ponen de manifiesto que el flujo genético entre especies divergentes es un aspecto importante a tener en cuenta en su evolución. En los últimos diez años, las principales investigaciones sobre el pasado evolutivo de los seres humanos modernos han demostrado la importancia del cruzamiento en nuestra propia historia evolutiva. Ya sabemos por ejemplo que existe una introgresión 3 de genes de neandertal en nuestro genoma que podrían afectar a nuestra apariencia física, así como nuestra susceptibilidad a distintas enfermedades.

Referencia

de Manuel, M., et al. (2016), «Chimpanzee genomic diversity reveals ancient admixture with bonobos«. Science, vol. 354, núm. 6311, p. 477-481.

Notas

  1. Para más información, puedes leer el artículo Analysis of chimpanzee history based on genome sequence alignments
  2. Chimpanzee genomic diversity reveals ancient admixture with bonobos
  3. Que se produce cuando el material genético de una especie está integrado en el genoma de otra
Publicado por José Luis Moreno en ANTROPOLOGÍA, 8 comentarios