Carl von Linné

Carl Linnaeus (y II)

Carl Linnaeus (y II)

     Última actualizacón: 23 mayo 2017 a las 11:32

Poco tiempo después terminó de escribir sus Fundamenta botanica (publicada en 1736), donde expuso en breves aforismos las bases de la ciencia botánica tal y como él la entendía.  Esta obra constituye un anuncio de intenciones, un bosquejo, donde delinea lo que será objeto de un profundo análisis en otras obras posteriores.

Durante su estancia en Holanda pasó la mayor parte del tiempo en Ámsterdam donde tuvo la oportunidad de conocer y trabar amistad con personas influyentes en diversos campos como la medicina y la botánica.  Debemos recodar que Linnaeus carecía de unos medios económicos estables, aunque su facilidad para relacionarse con diferentes personas le fue muy útil.  Una de las personas que influyó en la situación de Linnaeus fue un banquero llamado George Clifford, que disponía de un gran jardín botánico y un zoológico —gracias a sus contactos con los mercaderes, quienes le traían especímenes de todo el mundo—.  Su situación cambió enormemente porque gracias al tiempo que pasó en compañía de Clifford pudo dedicarse a estudiar las plantas y animales, y a escribir sus impresiones.  Fruto de este intervalo fue la conclusión de varios libros: Hortus Cliffortianus (una descripción del jardín botánico de Clifford), Critica Botanica, Flora Lapponica (continación de la obra que escribió tras su viaje por Laponia en 1732 llamada Florula Lapponica y donde empleó el que sería sus sistema de clasificación sexual de las plantas), y Genera Plantarum (donde expone las claves de su sistema sexual de clasificación de las plantas, y describía las partes de cada ejemplar, lo que llamaba el «carácter natural»).

Sara Lisa Moraea – retrato por Johan Henrik Scheffel, Linnaeus’ Hammarby.

En 1738 regresó a Suecia donde abrió una consulta médica en Estocolmo y obtener de esta forma ingresos económicos que le permitieran contraer matrimonio con el amor de su vida.  Al principio la consulta no fue bien, pero logra salir adelante especializándose en curar enfermedades venéreas como la sífilis.  Es en este año cuando publica su obra Classes Plantarum, trabajo en el que reúne todos los métodos de clasificación de las plantas empleados hasta la fecha por los diversos autores, explicándolos y exponiendo mediante tablas un índice universal de plantas, métodos de clasificación y autores que las habían descrito, demostrando poseer unas grandes dotes de sistematización al organizar una cantidad tan grande de información.

En 1739 contrae matrimonio finalmente con Sara Lisa Moraea, y colabora en la fundación de la Real Academia Sueca de las Ciencias, de la que será su primer presidente.

Ya en el año 1741 obtiene un puesto de profesor en la universidad de Upsala por lo que interrumpe su práctica médica.  Con el tiempo se convierte en uno de los profesores más populares entre los estudiantes debido al gran entusiasmo que derrochaba a la hora de enseñar, así como por la forma novedosa de hacerlo.  Por ejemplo, organizaba excursiones a los bosques de alrededor de Upsala con la finalidad de estudiar la naturaleza en estado puro y ofrecer sus explicaciones a los alumnos, al tiempo que recogían especímenes de todo tipo.  En estas excursiones llegaron a participar varios cientos de estudiantes.

Más de una veintena de ellos llegaron a convertirse a su vez en profesores, y otros muchos tuvieron la oportunidad de unirse a importantes expediciones organizadas para descubrir tierras lejanas, como las organizadas por el capitán Cook entre otros.  Gracias a estos viajes y a los especímenes que esos antiguos alumnos le enviaban —Linnaeus se refería a ellos como sus «apóstoles»— éste pudo aumentar su clasificación de las especies sin salir de su ciudad.

En 1751 publica Philosophia botánica, obra que podíamos definir como un compendio o reedición de sus Fundamenta botanica.  Se trata de un libro más extenso que el anterior ya que incluye definiciones, ejemplos y observaciones raras acompañadas de dibujos esquemáticos que ayudan a completar el texto.  Es sin duda de una de sus más importantes obras, aplaudida en su época por los más diversos estudiosos.

Otra de sus grandes obras fue Species plantarum (el título completo es «Species plantarum exhibentes plantas rite cognitas, ad genera relatas, cum differentiis specificis, nominibus trivialibus, synonymis selectis, locis natalibus, secundum sistema sexuale disgestas»), una obra en dos volúmenes cuya primera edición vio la luz en 1753.

Los botánicos europeos no aceptaron en un principio el sistema de clasificación sexual de las plantas propuesto por Linnaeus ya que era totalmente diferente a lo que se conocía hasta entonces.  Muchos incluso se sobresaltaron por las comparaciones que hacía con la sexualidad humana, aunque pronto se dieron cuenta de la utilidad de este método ya que bastaba contar los estambres y pistilos para clasificar una planta.  A pesar de su éxito, pronto quedó desfasado debido a que se trataba de un sistema artificial de clasificación.

Uno de los logros más importantes y fundamentales de Linnaeus lo encontramos en el establecimiento de la nomenclatura.  Dar nombre a las especies, lo mismo que ordenarlas, era cada vez más problemático a medida que aumentaba el número de plantas conocidas.  El antiguo método de encadenar adjetivos y referencias, formando largas etiquetas descriptivas, era cada vez menos manejable.  En Species plantarum, Linnaeus estableció el sistema binario latino para denominar las plantas, lo que hoy en día se conoce como nomenclatura binomial.

Al igual que en su Systema naturae, contempló cinco divisiones para catalogar cada ejemplar: clase, orden, género, especie y variedad.  Teniendo en cuenta que basó su sistema de clasificación en la comparación del sistema sexual de las plantas, hay tantos géneros como fructificaciones de estructura semejante tienen las especies.  Por tanto, y de forma jerárquica, la clase comprende distintos géneros que comparten similitudes en la fructificación; el orden es una subdivisión de las clases a fin de que no haya que distinguir demasiados géneros; habrá tantas especies como formas diversas de plantas, y tantas variedades como plantas diferentes que hayan nacido de la semilla de la misma especie.

Linnaeus reconocía que el género y la especie eran obra de la naturaleza, mientras que las categorías más altas eran divisiones artificiales impuestas por el estudioso para facilitar su labor.  Sostenía en cambio, que la variedad era fruto la mayoría de las veces del cultivo.   Esta afirmación es llamativa y demuestra las grandes dotes de observación y de razonamiento de Linnaeus ya que apunta a lo que hoy en día conocemos como selección artificial, debiendo tener presente que los aspectos genéticos de la herencia no serán descubiertos hasta comienzos del siglo XX.

En 1758 se publica la décima edición de su Systema naturae, momento en el que se hacen importantes cambios en la clasificación y donde se extiende por primera vez la nomenclatura binomial a los animales.  Esta edición es considerada hoy en día como el punto de partida de la taxonomía.  Consta de 2 volúmenes y una extensión de 1.384 páginas.  Como primera novedad en relación a las ediciones anteriores, Linnaeus cambia la clasificación dentro del reino animal.  Mantiene la división del reino en seis clases, aunque cambia la denominación de la primera de ellas: «Mammalia» (mamíferos), en lugar de «Quadrupedia».  Este reconocimiento de la forma de amamantar a las crías como rasgo característico del grupo «Mammalia», le llevó a ser el primer científico que incluyó a las ballenas y a los delfines en la clase de los mamíferos, dado que hasta la fecha eran considerados peces.

Billete de 100 coronas suecas.

La nomenclatura binomial, vigente hoy en día, tuvo como precedente un sistema más engorroso.  Cada ejemplar era descrito con una breve frase en latín, que contenía todas aquellas características sobresalientes.  Así, por ejemplo, dentro de la clase I Monandria (flores hermafroditas con un solo estambre), y el orden I Monogynia (flores con un pistilo), se incluye el género Canna que aparece descrito como: «Canna foliis ovatis utrinque acuminatis nervosis», o lo que es lo mismo: «caña con hojas aovadas, por una y otra parte aguzadas, y nerviosas».

Resulta evidente la dificultad que supone para un botánico tener que memorizar las descripciones de un gran número de géneros y especies, convirtiéndose en una tarea casi imposible en una época en la que el número de especímenes descritos aumentaba sin cesar.

Para evitar esto, Linnaeus escribió al margen del nombre genérico de cada especie una sola palabra.  Ésta, combinada con la primera palabra del género, formaba un nombre de dos términos mucho más fácil de recordar.  En el ejemplo expuesto anteriormente, añadió el término «Indica», con lo que la planta pasó a llamarse «Canna indica», o caña de indias en castellano.

Debemos señalar que Linnaeus no fue el primero en utilizar la nomenclatura binomial sino que adoptó este método del botánico suizo Gaspard o Caspar Bauhin quien lo utilizó en su obra Phytopinax publicada en 1596.  A diferencia de Linnaeus, Bauhin intentó describir las especies con el menor número de palabras posible, intentando que fuera una sola, logrando de esta forma nombrar cada ejemplar con dos vocablos (uno para el género y otro para la especie).  Muchos de los nombres de los géneros que Bauhin incluyó en esta obra fueron posteriormente empleados por Linnaeus.

Como reconocimiento por los grandes servicios prestados tanto a la ciencia como a Suecia, en 1761 fue nombrado caballero por el rey Adolf Fredrik —tras varios años de deliberaciones en el seno del consejo de ministros— por lo que su nombre pasó a ser el de Carl von Linné (o Carl Linné), con el que se le conocería desde entonces.

Siguió enseñando y escribiendo hasta su muerte, que tuvo lugar en enero de 1778.  Su viuda, siguiendo sus instrucciones expresas, decidió vender las colecciones de especímenes de su marido y sus libros a un inglés, Sir James Edward Smith, a fin de que fueran bien conservadas quedando desde entonces en lo que hoy se conoce como la Linnean Society en Londres.

Todos nosotros en general, y el mundo de la ciencia en particular, tenemos que agradecer a este incansable estudioso el haber facilitado la comprensión del mundo que nos rodea y creado un método para clasificar los animales y plantas que lo habitan.

Deus creavit, Linnaeus dispusuit

Dios creó, Linnaeus ordenó

Publicado por José Luis Moreno en Historia de la ciencia, 2 comentarios
Carl Linnaeus (I)

Carl Linnaeus (I)

     Última actualizacón: 4 diciembre 2019 a las 11:53

Carl Linnaeus (Carolus Linnaeus) o Carl von Linné [1] nació el 23 de mayo de 1707 (según el calendario gregoriano) en Råshult, provincia de Småland, en el sur de Suecia. Su padre, Nils Ingemarson, era un clérigo luterano que había contraído matrimonio con Cristina Brodersonia, hija a su vez de un pastor.

El nombre que Linnaeus recibió al nacer fue el de Carl Nilsson (Carl hijo de Nils), aunque cuando fue matriculado en la universidad lo hizo como Carolus Linnaeus. Esto se debe a que en los países escandinavos se empleaba el sistema patronímico para identificar a una persona, por lo que no se utilizaban los apellidos como lo hacemos en la actualidad. Sin embargo, cuando había que rellenar algún formulario oficial, como sucedía al acceder a la universidad, era preciso contar con uno para distinguir a los alumnos (por ejemplo, en el momento en que los tío-abuelos de Linnaeus decidieron comenzar sus estudios de teología, tuvieron que inventarse uno y escogieron Tileander). Dado que el latín era el idioma académico, Carl escogió Linnaeus, palabra latinizada a partir del término arcaico sueco linn que significa «tilo», un árbol que crecía en la propiedad familiar.

El padre de Linnaeus era aficionado a la botánica y la jardinería, un gusto por la naturaleza y las plantas que interesó a su hijo desde muy corta edad. Sentía mucha curiosidad por los nombres de las flores silvestres que veía a su alrededor, por lo que pedía continuamente a su padre que las identificase. Con tan solo cinco años su padre le permitió cultivar una pequeña parcela de terreno en el jardín parroquial.

A pesar del gran interés que mostraba por la naturaleza, en realidad estaba destinado a seguir los pasos de su padre en la carrera eclesiástica, comenzando sus estudios aunque, según contó él mismo más tarde, siempre hacía novillos para hacer excursiones al campo. Dado el poco interés que mostraba por sus obligaciones académicas, sus profesores recomendaron a su padre que lo colocase como aprendiz de un artesano a la vista de que no quería prestar demasiada atención a los libros. A pesar de esta recomendación, que por supuesto no agradó a su padre, Linnaeus continuó sus estudios pero por otro camino diferente. El doctor Rothman, amigo de la familia y a la sazón médico y profesor de historia natural, opinó que la carrera de medicina sería una buena alternativa para el joven, cambio que finalmente aceptó su progenitor (debemos tener en cuenta que Linnaeus admitió de buen grado el cambio ya para obtener el título de medicina se debían estudiar todas las ciencias naturales como, por ejemplo, la botánica). De esta forma, Linnaeus comenzó sus estudios en la universidad de Lund en 1727.

Una vez en Lund, alquiló una habitación en la casa de Kilian Stobaeus, un médico que poseía una importante colección de animales y plantas, así como una gran biblioteca. Al principio Stobaeus no se preocupó demasiado por su huésped, pero con el tiempo no sólo le ofreció manutención, sino que le permitió acudir a sus clases gratis y también acompañarle en sus visitas médicas.

Durante su estancia en Lund recibió una visita del doctor Rothman, su antiguo profesor, quien le recomendó la universidad de Upsala para completar sus estudios porque tenía mejores profesores, una biblioteca más completa y un jardín botánico. De nuevo, siguiendo su consejo, se trasladó allí en 1728.

Los comienzos de Linnaeus en Upsala no fueron demasiado afortunados hasta que conoció a Olof Celsius, un renombrado botánico y lingüista, con quien mantuvo una larga conversación, y a quien impresionó por sus conocimientos de botánica. Después de esto, y viendo la situación económica por la que atravesaba el estudiante, le ofreció comida y alojamiento gratis, así como libre acceso a su biblioteca. Fue en este lugar donde tomó conocimiento de los trabajos del botánico francés Sebastien Vaillant, convenciéndose de la importancia de los estambres y los pistilos para la clasificación de las plantas. Este hecho lo llevó a escribir en 1729 su primer libro, un pequeño tratado llamado Praeludia sponsaliorum plantarum que dedicó a su benefactor. En este mismo año conoció también a quien sería uno de sus mejores amigos y colaboradores, Peter Artedi, un estudiante de medicina considerado como el más brillante de la universidad.

Aunque las ideas contenidas en esta primera obra acerca del sexo de las plantas no eran propias, Linnaeus se convirtió en su firme defensor y dedicó gran parte de sus escritos a profundizar en la clasificación botánica. Su patrocinador le mostró este trabajo al profesor de botánica Olof Rudbeck el joven, quien quedó tan impresionado que ofreció al estudiante un trabajo en el jardín botánico y lo nombró su adjunto. En 1730, Linnaeus comenzó a dar clases en la universidad.

Durante los años 1732 y 1734 realiza varios viajes a Laponia y otras regiones auspiciados por la Real Sociedad de las Ciencias de la universidad de Upsala con el cometido de encontrar recursos naturales que fueran útiles para mejorar el comercio exterior del país. Linnaeus aprovechó estos viajes para observar, tomar notas y recopilar una gran cantidad de especímenes de plantas, animales y minerales, interesándose no sólo por la riqueza natural de los lugares que visitaba, sino también por las costumbres y la forma de vida de sus habitantes. Sostenía que el hombre debía descubrir, nombrar, contar, comprender y apreciar todas las criaturas de la Tierra, para lo que se necesitaban dos cosas: una observación incansable y aguda, y un sistema.

Es en esta época cuando, durante uno de sus viajes, conoce a quien será su futura esposa, Sara Lisa Moraea. Ésta aceptó casarse con Linnaeus aunque sus padres no autorizaron el enlace porque aún no poseía el título de medicina y carecía de medios para mantener a una familia. Dado que este título no se otorgaba en ninguna universidad sueca, hubo de trasladarse a la pequeña universidad de Harderwijk (Holanda) donde, una semana después de su llegada, obtiene su ansiado título de doctor en medicina (tardó tan poco tiempo en obtenerlo porque ya tenía escrita su tesis, y únicamente tuvo que imprimirla y defenderla el 23 de junio 1735).

Portada del «Systema naturae» de Linneo.

Entre los años 1735 y 1738 vive y trabaja en Holanda, realizando viajes por países como Dinamarca, Alemania, Francia e Inglaterra. Es en el año 1735 cuando publica la que sería la primera de un total de trece ediciones de una de sus más importantes obras: Systema naturae (cuyo título completo es «Systema naturae, sive regna tria naturae systematice proposita per classes, ordines, genera, & species», es decir, «Sistema natural, o la exposición sistemática de los tres reinos de la naturaleza por medio de clases, órdenes, géneros y especies»).

En esta época las obras científicas se escribían en latín, lo que facilitaba que cualquier científico o estudioso las entendiera independientemente de su nacionalidad o del idioma que hablase, otorgándoles además una mayor difusión. La primera edición de este libro tiene únicamente once páginas, y en él se esboza un sistema de clasificación jerárquica del conjunto de la naturaleza, agrupados en lo que él consideraba eran los tres reinos fundamentales: el reino animal, el vegetal y el mineral:

14. Corpora Naturalia in Tria Naturae Regna dividuntur:

Lapideum nempe, Vegetabile & Animale.

15. Lapides crescunt.  Vegetabilia crescunt & vivunt.  Animalia crescunt, vivunt & sentiunt.

14. Los cuerpos naturales están divididos en los tres reinos de la Naturaleza: el mineral, el vegetal y el animal.

15. Los minerales crecen.  Los vegetales crecen y viven.  Los animales crecen, viven y sienten.

En definitiva, debemos valorar este trabajo como un intento provisional, de gran alcance e integrado pero no esencialmente original, de poner orden en la diversidad de la naturaleza teniendo en cuenta los conocimientos y las creencias de la época.

[1] Para la biografía y otros datos de interés acerca de Carl Linnaeus, me he guiado por las siguientes referencias:

  • Dobson, A., et al. (2008), «Homage to Linnaeus: How many parasites? How many hosts?». Proceedings of the National Academy of Sciences, vol. 105, Supplement 1, p. 11482-11489.
  • Linné, Carl von (1735), Systema naturae, sive regna tria naturae systematice proposita per classes, ordines, genera et species. Leiden: Apud Theodorum Haak, ex Typographia Joannis Wilhelmi de Groot 1 h. de grab. col., [i-xiii]
  • Pulteney, R. y  Maton, W. G. (1805), A general view of the writings of Linnæus. London: J. Mawman, 1 p. l., v -xv, 595 p.
  • Quammen, D. (2007), «Pasión por el orden». National Geographic España, vol. 20, núm. 6, p. 54-69.

Lee la segunda parte de esta anotación aquí.

Publicado por José Luis Moreno en Historia de la ciencia, 2 comentarios